El intendente Nicolás Ducoté presentó los datos del Observatorio Vial del mes de febrero, y los mapas que clarifican las velocidades máximas que rigen en rutas y calles. Acompañaron al jefe comunal, la subsecretaria de Transporte, Claudia Guerrero; el titular del área de Licencias de Conducir y responsable del Observatorio Vial, Gonzalo Georgiadis; y el coordinador general de Infraestructura de Transporte, Carlos Frutos.
Al respecto, Nicolás Ducoté afirmó: “A raíz de los datos que surgen del Observatorio Vial puesto en funcionamiento en nuestro distrito desde septiembre de 2017, programamos los controles que desarrollamos a lo largo del partido, así como el plan de señalización de velocidades máximas en las principales arterias y sus restricciones partir de la jerarquización de las vías”.
La presentación tuvo como componentes los datos del Observatorio Vial del mes de febrero, y el proceso de decisiones en cuanto a la fiscalización en general y del control de velocidades en particular.
En este sentido, Claudia Guerrero destacó: “Pilar es uno de los pocos municipios que tiene funcionando el Observatorio de Seguridad Vial, en un trabajo en conjunto con el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Esto nos permite ir construyendo el mapa de calor con los “puntos negros” o “tramos de concentración de incidentes” a los fines de tomar medidas para prevenir este tipo de siniestros”.
Los puntos más conflictivos en cuanto a siniestros son la Panamericana, la Ruta 25, la Ruta 26, Ruta 8 y la Ruta 234. La mayoría de los siniestros ocurren durante el día -75 por ciento- y la franja etaria más vulnerable va de 20 a 40 años.
Asimismo, Gonzalo Georgiadis, remarcó: “Según los datos del Observatorio Vial en el mes de febrero, hubo en Pilar 58 siniestros y una persona fallecida. A partir de ahí, programamos los controles que desarrollamos a lo largo de todo el distrito. Se hicieron 1693 controles de tránsito a livianos y 2532 en transportes de carga y pasajeros. Asimismo, se retuvieron se retuvieron 149 licencias de conducir”.
Los controles consisten, ya sea para transporte como para tránsito, en control de documentación y control de la circulación, como velocidad, alcoholemia, estacionamiento indebido, uso de cinturón de seguridad, violación de luz roja, uso de celular, emisiones particuladas, y en el caso del transporte de pasajero, se adiciona el control de servicio, respetar parada, frecuencia, seguridad activa y pasiva de la unidad, circulación con puerta abierta y arrime a cordón. En el transporte de cargas, se adiciona el control de exceso de pesos y dimensiones.
En ese sentido, se infraccionaron 587 vehículos livianos por tránsito y 986 unidades de transportes de carga y pasajeros.
Relacionado al plan de señalización, Carlos Frutos expresó: “La idea es que la señalización en cuanto a las máximas velocidades, que implican un pasaje a un cambio de velocidad, no se dé en tramos cortos sino de manera paulatina. En la primera etapa colocaremos 300 señales que van a regir las velocidades máximas”.
La premisa depende del tipo de acceso, la densidad de los frentistas, el ancho de la calzada y determinar las máximas permitidas. La velocidad mínima será de 20 en lugares donde hay instituciones educativas y la máxima será de 80 kilómetros por hora, en un todo de acuerdo con lo establecido por la Ley Nacional de Tránsito.
También participaron de la presentación, la coordinadora general de Infraestructura, Cecilia Isa; y el coordinador del Programa Transporte Público, David Velázquez.
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