por Diego Schejtman

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El fin de año será de ajuste en el gobierno de Pilar. Y este fin semana terminará de definirse la magnitud del recorte, que desembocará en un achicamiento de la estructura del gabinete, que tendrá impacto en la planta de personal.

La intención del intendente Nicolás Ducoté es reducir al menos un 20% los cargos políticos. El número no es antojadizo: es similar al achique que la gobernadora María Eugenia Vidal proyectó para la administración bonaerense y transmitió a los intendentes Cambiemos casi como un mandato.

La meta es un ahorro de unos 20 millones de pesos para el año que viene, solo en sueldos. A eso se le sumarían la eliminación de alquileres de oficinas que quedarían en desuso y hasta autos y combustible destinados a los funcionarios que ya no estarán. 

La operación “poda” concentra casi toda la agenda de trabajo de Ducoté y su mesa chica por estos días. La acción, empezó el vieres, aunque todavía no está completa. Ese día, hubo desfile de funcionarios por los despachos de Ducoté y de su mano derecha, el Jefe de Gabinete, Juan Pablo Martignone. 

Los muchos testigos aseguran que, a la salida, predominaban las caras largas y hasta alguna lágrima indisimulada. El panorama se repetirá en los próximos días.

Las reuniones de mesa chica siguieron ayer hasta bien entrada la noche. Ducoté quiere poner en papel los nombres de los funcionarios que tendrán que resignar cargo y salario y de los que se van sin remedio.

Como en el esquema provincial que armó Vidal, habrá fusión de áreas, eliminando superposiciones y achicando estructuras.

Telegramas

El último jueves, la gobernadora Vidal encabezó un encuentro con intendentes en Quilmes. Allí, les reiteró la directiva de hacer un ajuste en sus plantas de funcionarios. Pero fue más allá: el recorte no debe ser solo político sino, sobre todo, económico. 

“Vidal les advirtió a los intendentes que no le hicieran trampa. La reducción de la planta política tiene que impactar en una baja de la masa salarial”, confió a El Diario un alto funcionario municipal.

Eso implicará que sí o sí habrá más despidos de trabajadores, principalmente de los que fueron contratados por la actual gestión y no forman parte de la planta permanente. El número todavía no se dio a conocer

Cuando asumió su mandato, Ducoté heredó una planta cercana a los 5.500 trabajadores. Él la llevó arriba de los 6 mil, para cerrar el año con unos 5.900, tras una ola de finalizaciones de contratos temporarios. La idea es no llevar plantilla a un número inferior al recibido de la gestión de Zúccaro.

Desde el gobierno aseguran que parte del aumento de la planta de personal no puede volver atrás. Tiene que ver con las contrataciones que se realizaron tras el desembarco del SAME y la estatización de algunos servicios, como la comida hospitalaria.

Por eso, el recorte apunta más a la masa salarial que al número de empleados. Y, en cierta medida, la variable de ajuste podrían ser sueldos de los funcionarios.

De esa manera, en los próximos días se terminará de anunciar la reestructuración del organigrama, con reducción de secretarías, subsecretarías y direcciones. Y los funcionarios que acepten quedarse con sus áreas degradadas deberán acomodarse a la consecuente rebaja salarial.

“Si por ejemplo no se reemplaza a Marcela Campagnoli (la ex secretaria de Educación que emigró para asumir como diputada), equivale a reducir 8 puestos de más abajo”, comparó fuente. Tal el nivel salarial de los funcionarios superiores.

Por estas horas, el director de Personal, Domingo Stroia, prepara un informe detallado con la cantidad de empleados y el peso de la masa salarial sobre el presupuesto. Hoy podría ser el día D para la toma de decisiones. No hay domingos ni feriados que frenen la tijera. 

20 

millones de pesos piensa reducir el gobierno en gastos salariales para el año que viene.