En un año de elecciones en los que las dos fórmulas en pugna, aunque con matices, señalaban la necesidad de alguna forma de salida de los controles de cambio las familias que especulaban con un pronto encarecimiento de los gastos en el exterior batieron récords de uso de tarjetas ya sea fuera del país o en compras a través de Internet. El stock de crédito en moneda extranjera contraído con tarjetas saltó 60% en los primeros 11 meses del año.
Así como las expectativas de salida del cepo le costaron ventas por casi u$s 6900 millones en concepto de dólar ahorro al Banco Central (BCRA), la otra vía fuga de divisas fue el consumo en el exterior a un tipo de cambio oficial castigado con una retención del 35% a cuenta de Ganancias.
La principal expresión del consumo en moneda extranjera se ve en el aumento del stock de crédito con tarjeta en divisas, que pasó de un promedio de u$s 291 millones a fines del año pasado a un nivel de u$s 467 millones, también en promedio, durante el mes pasado. Eso implica una suba del 60% en sólo 11 meses y si bien es un buen indicador de cómo aumentó el consumo fuera del país en el último tramo del cepo, apenas es una aproximación: el stock de crédito sólo cuenta los saldos impagos por los tenedores de tarjetas de crédito, es decir, consumos hechos que todavía no fueron pagos porque aún no llegó el resumen o saldos impagos que fueron financiados en varias cuotas.
Los consumos que se pagaron de inmediato, en un sólo pago, no son contabilizados como parte de ese stock, con lo cual lo reducen.
Los datos de diciembre, disponibles hasta el día 11, muestran que la tendencia de crecimiento del stock no se detuvo. La devaluación del peso que sobrevino con la salida del Cepo dejó al dólar oficial en niveles muy similares a los que pagaban los turistas durante el cepo, contando el 35% a cuenta de Ganancias. La diferencia está en que el nuevo tipo de cambio no incluye ninguna devolución al año siguiente, como sí ocurría con el recargo que imponía la AFIP.
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