Ayer fue el día del recibimiento a toda pompa, con trato de emperador, y visitas amables a la Ciudad Prohibida de Beijing. Hoy era el día difícil, en el que Donald Trump --en su segunda jornada en China-- debía discutir con su par chino Xi Jinping los dos temas que los enfrentan: Corea del Norte y Comercio. Pero lejos de la retórica explosiva del norteamericano, Trump eligió prodigar elogios a su anfitrión, marcado un fuerte contraste con las críticas del pasado en esas cuestiones.

Es cierto que Trump también exhortó a Xi a "trabajar muy duro" para convencer a Corea del Norte en su denuclearización. Y también es cierto que Trump criticó el galopante déficit comercial que EE.UU. mantiene con el gigante asiático. Pero inmediatamente aclaró que eso "no es culpa de China".

La visita a China de Trump es parte de su larga gira por Asia, que ya lo llevó a Japón y Corea del Sur, y continuará mañana en Vietnam donde, según Moscú, se reunirá con Vladimir Putin.

Un frente unido contra Corea del Norte

"El tiempo pasa, tenemos que actuar rápido", dijo Trump sobre Corea del Norte. "Le pido a China que se implique plenamente", pidió.

Aunque China aprobó las últimas sanciones de la ONU contra Corea del Norte y prometió aplicarlas, Washington le pide que haga más para asfixiar económicamente a Pyongyang.

"China puede arreglar este problema fácil y rápidamente", aseguró Trump en tono afable.

Aunque se mantuvo evasivo sobre la forma de hallar una "solución" para la península coreana, Trump insistió en la necesidad de formar un frente unido para combatir a Kim Jong-Un.

"El mundo civilizado tiene que unirse para hacer frente a la amenaza norcoreana", insistió, pidiendo a todos "los países responsables" dejar de financiar o comerciar con el "régimen asesino" de Pyongyang.

"Le pido a Rusia ayuda para solucionar esta situación que es potencialmente dramática", añadió Trump.

El magnate fue recibido este jueves por Xi con gran pompa en el imponente Gran Salón del Pueblo.

"Nuestra reunión esta mañana fue excelente. Hablamos de Corea del Norte y creo, al igual que usted, que existe una solución", declaró Trump dirigiéndose al líder chino.

Hasta los dos mandatarios no escatimaron halagos mutuos, ante las espinas del superávit comercial de China y la crisis con Corea del Norte.

Xi, quien ha instado en varias ocasiones a Estados Unidos y a Corea del Norte a negociar para resolver de forma pacífica la crisis, dijo a Trump que sus países deberían "fortalecer la comunicación y la coordinación en los principales temas internacionales y regionales, incluyendo Corea del Norte y Afganistán".

Comercio

China y EEUU, tradicionalmente enfrentadas por el crónico superávit comercial chino, acercaron hoy posturas.

Trump deslizó que la actividad comercial china es "muy injusta" para EE.UU. Pero, aclaró: "Yo no le reprocho nada a China. Después de todo, ¿quién puede reprocharle a un país que se aproveche de otro para el bien de sus ciudadanos?". Y tiró la pelota hacia la cancha de Barack Obama.

Dijo: "En cambio le reprocho a las precedentes administraciones, que permitieron que este déficit comercial incontrolable se formara y creciera".

Sus palabras contrastan con las promesas de campaña cuando prometió reducir el desequilibrio de la balanza comercial con China y acusó a Beijing de "robar" millones de empleos a Estados Unidos.

Aunque no hubo grandes anuncios sobre la forma de reequilibrar la balanza comercial, Trump se felicitó por los acuerdos comerciales sellados estos días, por un monto total de más de 250.000 millones de dólares.

Entre los acuerdos firmados destaca el del gigante estadounidense Boeing para venderle a Beijing 300 aviones, por un precio de catálogo total de 37.000 millones de dólares.

En sus declaraciones Xi dijo que China daba la bienvenida a la comunidad empresarial internacional.

"Seguir abriéndonos es nuestra estrategia a largo plazo. No vamos a estrechar ni a cerrar nuestras puertas. Vamos a seguir abriéndonos más y más", dijo.