Así lo indicó el médico cirujano Diego Fernández, presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplante, en una entrevista con Radio Mitre Mar del Plata. Evaluó como positiva la sanción en Diputados de la “Ley Justina” y aseguró que con el sistema actual, se pierden muchos donantes ante la negativa de las familias.
El médico cirujano Diego Fernández, presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplante, afirmó en una entrevista con Radio Mitre Mar del Plata, en el marco de la reciente sanción en la Cámara de Diputados de la llamada “Ley Justina”, que la donación de órganos en la ciudad se incrementó un 30% desde 2012.
El profesional de la salud indicó que desde la Fundación que preside se trabajó “fuertemente” en ese sentido en el Hospital Interzonal de Agudos, que es el “gran centro de donación de órganos”. “Allí se implementó un hospital donante y se incluyó un grupo del INCUCAI porque recibe la mayor cantidad de accidentados en la vía pública”, agregó. Sin embargo, precisó que en los últimos cinco años la incorporación de nuevas personas que expresaran su voluntad de convertirse en donantes entró en una meseta.
Sobre la reciente sanción en la Cámara de Diputados de la llamada “Ley Justina”, Fernández evaluó que desde el punto de vista médico, esperan que la ley sea positiva y que los trasplantes van a crecer. “Con el sistema actual, perdemos muchos donantes ante la negativa de las familias”, aseguró. En ese sentido, indicó que hoy hay en el país ocho mil pacientes en lista, de los cuales un tercio se muere en la espera del órgano que necesita.
Tras la promulgación y posterior reglamentación de esta ley, todos los argentinos mayores de 18 se transformarán en donantes de órganos salvo que expresen su voluntad en contrario.Sobre cómo preparar a quienes pierden a un ser querido y deben enfrentar esta nueva situación jurídica, Fernández aventuró que habrá equipos de psicólogos que acompañarán a los familiares y les aclararán cómo es el proceso, “para que entiendan que es para bien de toda la sociedad”. “La muerte encefálica es la muerte completa, y van ayudar para que otras siete u ocho personas permanezcan con vida”, destacó.
El médico se refirió a la película “Animal”, filmada en la ciudad, que muestra la dificultad de su protagonista, interpretado por Guillermo Francella, para conseguir un trasplante de riñón, y que ante la desesperación intenta comprarlo. “La fantasía de comprar de órganos deja un pensamiento irreal en la mente de la gente y genera dudas”, expresó.
Fernández fue claro en cuanto a la imposibilidad de hacer trasplantes de órganos ilegales ya que son procedimientos muy complejos, en los que intervienen unos 60 profesionales, y requieren de un posoperatorio de mucho cuidado. “No hay ni una sola denuncia por trasplante clandestino en todo el país”, enfatizó, y precisó que “los órganos no se pueden mantener mucho fuera del cuerpo humano”.
“El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) regula todo con una lista muy trasparente, el paciente que peor está es el que recibe el órgano y eso está avalado por análisis clínicos”, indicó. Además, la ley establece que los donantes vivos tienen que ser familiares y sino deben requerir autorización judicial, por lo que la venta de órganos no es una posibilidad.
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