Al cierre de la presente edición el juez Darío Alarcón confirmó que no presentaba heridas de arma blanca, que tuvo un infarto masivo y que sufría de una cardiopatía.
El brutal ataque se produjo ayer a la 1 de la madrugada en la intersección de Bolivia y Avenida del Libertador. A causa de los golpes, Soria presentaba múltiples lesiones en su cuerpo, principalmente en la cabeza y en el rostro; le fracturaron la nariz y una de las versiones señalaba que podría haberse ahogado con su sangre mientras permanecía tendido en la calle.
Con profundo dolor, su esposa, Elsa Carabajal, en diálogo con EL LIBERAL expresó: “Hoy a la mañana me entero que lo mataron a mi marido, no sé quién, es un golpe que recibió en la cabeza. Él fue temprano a verla a su madre, en el barrio Villa del Carmen, porque estuvo enferma con un problema de presión. Después me dijo que iba a ensayar y después me encuentro con esta noticia”.
“Me había dicho que iba a volver a las 20, pero a esa hora comenzó a llover, entonces pensé que iba a volver cuando pare. Lo esperamos con los chicos en el comedor, y luego supuse que iba a volver más tarde; pero no volvió”, señaló casi entre lágrimas.
Consultada sobre si sabía qué hacía su marido en la zona donde fue agredido, manifestó: “No sé por qué vino al barrio General Paz, lo encontraron en Bolivia y Av. Libertador. Alrededor de la 1 lo auxiliaron los policías, pero yo me enteré recién como a las 4 porque comencé a averiguar. Yo estuve por el lugar y los vecinos dicen que sintieron un fuerte golpe, pero como llovía no se veía claro, sólo estaba él tirado en la calle”, aseveró la mujer. “Quiero justicia por mi marido, que se investigue, que se sepan las causas, quiénes fueron los autores y quién lo llevó allí”, finalizó.
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