El blue descendió a $1.195 y el MEP, a $1.187, mientras el CCL cayó a $1.228 y se acercan al oficial ($994), la menor brecha en cinco meses. El blanqueo de capitales, la recesión que desalienta la importación y la caída de la inflación disminuyen el apetito por la divisa, al menos hasta fin de año. Debaten si el Gobierno aprovechará para unificar el mercado cambiario o al menos liberar algunas restricciones.
Alejandro Rebossio
Primero fue el dólar Bolsa o MEP (Mercado Electrónico de Pagos) bajando este jueves de la barrera de los $1.200 por primera vez en cinco meses, desafiando el preconcepto no siempre cumplido de que siempre la moneda norteamericana sube en la Argentina. Al día siguiente fue el turno del blue. Y el contado con liquidación (CCL) quedó al borde de hacerlo. El MEP, que se obtiene triangulando bonos, cerró este viernes a $1.187, 0,3% abajo; el tipo de cambio de las cuevas, a $1.195, con caída del 0,8%; y el que usan las grandes empresas e inversores, a $1.228, con una merma de 0,4%. Están cada vez más cerca del oficial, que cuesta $994, y este achicamiento de la brecha cambiaria al 21% lleva a preguntarse si será el momento en que Javier Milei cumpla su promesa de liberar el cepo, objetivo que en campaña electoral había planificado para el primer día de gobierno, es decir, hace diez meses.
El dólar blue perforó el piso de $1200 y aseguran que el "veranito cambiario" seguirá
En las sociedades bursátiles no opinan sobre el blue, dado que es ilegal, pero sí sobre el MEP y el CCL, que son legales y que suelen corren en tándem con el primero. “Las últimas semanas los dólares financieros (MEP y CCL) cayeron y esperamos que esta tendencia de fortalecimiento del peso continúe en octubre con el ingreso de los dólares del blanqueo junto con un Banco Central que para sorpresa del mercado continúa comprando dólares en el MULC (Mercado Único Libre de Cambio, el oficial, donde funciona el comercio exterior)”, comenta en el mesa de Invertir En Bolsa (IEB). En un banco atribuyen la capacidad de compra de la autoridad monetaria a la recesión que desalienta la importación. En IEB ven “una ventana de carry trade”, es decir, la bicicleta financiera, invertir en colocaciones en pesos mientras el dólar está quieto o cae hasta que un día, cuando se percibe que cambia la tendencia, se vuelve a adquirir la divisa. Ojo que esta recomendación rige para octubre, “en el que la tasa en pesos le gane al movimiento del dólar”, aclaran en la sociedad que preside Juan Ignacio Abuchdid.
“En cuanto a la liberación de restricciones es una incógnita, podrían haber algunas ya que el Gobierno demostró últimamente ir en esa dirección a medida que bajó la brecha”, barajó IEB sobre el cepo. “Lo que sí nos parece que las probabilidades de eliminar la restricción cruzada entre CCL y MULC es muy poco probable”, se refiere a la prohibición de operar en la plaza oficial para aquellos que lo hacen en el CCL. Sólo está permitido que los exportadores liquiden el 20% de sus ventas en el contado con liqui.
En otra de las principales sociedades de bolsa responden que “hay muy poco apetito de las empresas y los grandes inversores por dolarizarse”, por un lado, y, por otro, “el éxito del blanqueo, que si bien no suma reservas netas para el Banco Central porque son depósitos, sí le suma reservas brutas y eso le da un margen mayor de maniobra para mantener más tiempo el cepo”. “Genera tranquilidad que haya más dólares en el sistema. Y la gente quiere vender dólares ahora porque sabe que en los próximos meses el Central va a tener fuerza”, agregan.
Ian Colombo, asesor financiero de Cocos Capital, juzga “posible que la tendencia del dólar se mantenga estable y con una presión bajista de mediano largo plazo”. “Si bien es cierto que durante los primeros días de esta semana se vio algo de volatilidad al alza, llegando a cotizar a $1.225 rápidamente se pudo ver que fue un techo de corto plazo, terminando la semana en torno a los 1.190. Consideramos que las variables a seguir de cerca son principalmente tres: uno, el flujo de dólares que ingresa al mercado gracias al blanqueo, sumando más de US$13.000 millones de depósitos privados que ingresan a la economía real o al mercado; dos, expectativas de Inflación a la baja, considerando el próximo dato de inflación de septiembre que se conocería la próxima semana; tres, la consistente compra de dólares por parte del Central, acumulando varios días de compras por más de US$100 millones en el MULC. Dicho esto, las variables que determinarían el rumbo del dólar, parecen estar alineadas con la expectativa del Gobierno y cada vez parece menos imposible llegar a una convergencia de los diferentes tipos de cambio para fines de año”, concluye Colombo.
La baja de los dólares constituye una victoria para Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, que los aplacaron después del subidón de julio y contra los pronósticos de economistas que temían una escasez de divisas a fin de año. Habrá que ver cómo continúa la película y cómo impacta en una economía real en la que cada vez más la producción de bienes y servicios, desde manufacturas hasta turismo, software o lo audiovisual, cuesta más caro en dólares en la Argentina y eso la desincentiva. La buena noticia del fortalecimiento del peso también tiene su contraparte.
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