De la devaluación del 45%, entre el 25% y el 35% se trasladaría a los precios finales según el rubro. A eso se suman el aumento de la energía y el transporte. El interés bancario llegaría al 38%
Siete de la mañana del jueves 17. Repartidos en las distintas casas de cambio de Ciudad un puñado de mendocinos hacen fila para comprar dólares, luego de que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, anunciara el fin del cepo y esa moneda que supo costar $9,80 –precio oficial– rondará los $14,50. Algunos llevan unos pocos pesos para transformarlos en billetes verdes y otros se acercan a preguntar cómo hacen para comprar libremente.
Pero la preocupación generalizada es cómo la devaluación del peso, que rondaría el 45%, repercutirá en los precios. Economistas mendocinos aseguran que se trasladará un aumento de entre el 25% y el 35% dependiendo de los distintos rubros. Los sueldos no sólo deberán absorber esto, sino que tendrán que sumarle el alza de las tarifas de los servicios (en la provincia de electricidad, micros y taxis) y quienes vayan a vacacionar al exterior sentirán una suba en sus paquetes turísticos. También trepan los intereses de las tarjetas de crédito, el combustible y algunos planes de ahorro del automotor.
“En esto la clave es la credibilidad en el Gobierno y por lo que se está viendo los empresarios están confiando y por tanto si bien van a trasladar algo de este incremento a los precios, no va a ser el 50% del aumento que tuvo el dólar. Yo creo que trasladarán un promedio del 25% de esa suba, pero eso también dependerá de cómo el Presidente administre esta medida, porque el rol del Estado será regular el precio del dólar y tendrá un papel fundamental el secretario de Comercio, Miguel Braun, para controlar los precios y contener la inflación”, vaticinó el economista independiente Sebastián Laza.
Para Laza, el valor del dólar va a fluctuar bastante en las próximas semanas y podría estabilizarse a mediados de enero.
Dolorosos primeros meses
Para aventurar la repercusión que tendrá el fin del cepo del dólar en el bolsillo de los mendocinos es necesario contemplar otras medidas que el Gobierno deberá tomar para paliar el déficit fiscal y combatir la inflación, como es actualizar el precio de las tarifas de los servicios. Si bien en Mendoza ya se conoce que en enero aumentarán el boleto de micros, que costará $6; la energía eléctrica en el 40% y la tarifa de taxis, que subió el 31%, a esto podrían sumarse aumentos en el gas o quita de subsidios.
“No nos han contado la película entera. Lo que resta es saber qué va a pasar con las tarifas, porque eso también repercutirá en la inflación y el poder adquisitivo. Todo esto nos da que en los próximos 3 o 4 meses vamos a tener una inflación mayor que la que tenemos. La devaluación que se generó será del 40% o 45%, y la historia nos indica que el pase a precios de esa devaluación sería del 35%”, calculó el economista Gustavo Reyes, titular de la Fundación Mediterránea y docente de Macroeconomía en la UNCuyo, quien comparó la medida con una “operación de apendicitis que no se podía postergar”.
Suben los intereses
A los ojos del especialista, una manera de mantener el mercado cambiario es aumentar las letras del Banco Central (LEBAC) al 38% anual, que elevaría los intereses de los depósitos de ahorristas en plazo fijo, aunque también los intereses de las tarjetas de crédito.
“Esta medida beneficia al que tiene pesos, porque por ejemplo si deposita $100, en un año tendrá $138 y la pregunta es si después de este fin del cepo, el dólar ¿va a subir más que esto? Cada vez que esto pasó, la frase fue “la codicia le gana al pánico”. La contracara es el que está endeudado, porque le subirán las tasas y necesitará más dinero para pagar. Lo mismo ocurrirá con aquel que tenga muy saturada su tarjeta de crédito y esté pagando el mínimo, porque van a aumentar los intereses”, explicó Reyes, quien se animó a calcular que si todas estas medidas logran bajar el déficit fiscal, “los primeros meses van a doler, pero la economía podría mejorar en los próximos 6 meses”.
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