Dólar, inflación y desempleo: los síntomas de una economía enferma que despertó a la CGT

Dólar, inflación y desempleo: los síntomas de una economía enferma que despertó a la CGT

El gobierno de Javier Milei enfrenta un escenario económico crítico: caída del consumo, inflación persistente y un aumento del desempleo que golpea a los sectores más vulnerables. Mientras el ajuste destruye el poder adquisitivo y la recesión se profundiza, la CGT, tras meses de pasividad, anunció medidas de fuerza. La crisis social y laboral, sumada a la especulación financiera, aviva el descontento en las calles y pone a prueba la resistencia del movimiento obrero.

Por: Adrián Murano.

Javier Milei cierra el verano con un escenario económico devastador: inflación persistente, desplome del consumo, caída de la actividad y un mercado laboral en crisis. Contra el relato celebratorio del presidente y su cohorte digital rentada, los indicadores muestran un panorama de recesión profunda, con miles de empresas cerradas y una creciente precarización del empleo. El tsunami que agitó las calles en las últimas semanas y despertó de su letargo a la CGT.

 

Los datos del INDEC sobre el último trimestre de 2024 confirmaron el deterioro del empleo. La desocupación subió al 6,4% y la subocupación alcanzó el 11,3% de la población económicamente activa. En términos absolutos, 209.422 personas perdieron su trabajo entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, y más de 12.675 empresas cerraron sus puertas, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

Un caso testigo. La empresa ceramista Canteras Cerro Negro, una de las más grandes del país, despidió a 96 de sus 400 trabajadores por el derrumbe de la construcción. La actividad, la más dinámica en la creación de empleo, está afectada por la paralización de obra pública que enorgullece a Milei. Su alegría se nutre de la tristeza de los pueblos que, como Olavarría con Cerro Negro, asiste al cierre parcial o total de sus fábricas.  

La recesión se siente con fuerza en todos los sectores. En lo que va de la gestión libertaria, el consumo acumuló una pérdida del 10,2%, la inversión en infraestructura se desplomó un 17,4% y la capacidad instalada de la industria apenas alcanzó el 55%. Datos de una economía en caída libre.  

Motosierra al bolsillo  

El poder adquisitivo de los salarios se redujo unos 20 puntos porcentuales en los 15 meses de Milei. Al salario mínimo le fue aún peor: medido en dólares acumula una caída cercana al 33%, según un informe del Centro RA, dependiente de la UBA. A propósito: los docentes universitarios acumulan una pérdida del 70% de su salario real. Y las jubilaciones, como se manifiesta cada mipercoles desde hace un año, quedaron 15% por debajo del nivel de 2023.

El gobierno propicia el derrumbe del salario poniendo techo a las paritarias por debajo de la inflación, que aparece desacelerada en términos mensuales, pero sigue minando el poder de compra. En la tercera semana de marzo, los alimentos aumentaron un 2,4%, el mayor incremento en más de un año. Carne y bebidas encabezaron las subas, lo que impacta de modo directo en los consumos de los sectores más vulnerables.

El contraste con el sector exportador es brutal. Botón de muestra: mientras un millón de niños se acuestan sin comer, según Unicef, y la venta en carnicerías cayó otro 5% en febrero, Argentina batió récord de exportación de carne en 2024, con más de 900.000 toneladas enviadas al exterior. Los trabajadores del sector, como es usual, no se benefician de esa renta extraordinaria: la Federación de Trabajadores de la Carne decretó un paro total de actividades para la semana que viene tras meses de pérdida salarial y falta de acuerdo paritario.

La especulación al poder

Mientras la industria agoniza y las pymes cierran, los bancos y los fondos especulativos multiplican sus ganancias. El modelo Milei–Caputo favorece a los grandes jugadores financieros. En 2024, la bicicleta del carry trade dejó ganancias del 32% en dólares, el mayor rendimiento en 21 años. 

El Banco Central, en tanto, sigue perdiendo reservas: en apenas siete jornadas se desprendió de más de 1200 millones de dólares, una sangría que refleja la incertidumbre sobre el esquema cambiario y el próximo acuerdo con el FMI.  

La aceleración de la crisis sacó a la CGT de su siesta conciliadora. El jueves por la noche, el triunviro que conduce a la central obrera anunció dos jornadas de lucha el 9 y 10 de abril. Se decidió más por impulso de supervivencia que por convicción. “Las bases venían pidiendo confrontación” reconoció a El Destape Omar Maturano, secretario general de los maquinistas ferroviarios. La decisión, es cierto, creció desde el pie, pero empalmó con las necesidades de supervivencia de la cúpula. Héctor Daer y su mesa chica precisa mostrar músculo de cara a la discusión de las listas electorales del peronismo y, dobre todo, a la renovación de autoridades en la central, una interna picante donde empresarios disfrazados de representantes gremiales, como Luis Barrionuevo y otros "gordos", buscan afianzar posiciones en la conducción cegetista para limitar el vínculo con los sectores más combativos, como la UTEP, cercana a Juan Grabois.

La motivación política de los dirigentes -que el gobierno explotará a discreción- no le resta valor a la movida. La convocatoria de la CGT ayuda a desfragmentar el reclamo social, partición que resultó vital para Milei en el primer año de mandato. 

La necesidad política del presente requiere la unión de todas las fuerzas disponibles para hacer frente a un gobierno cruel y brutal. Ya vendrá el tiempo de decantar a los cómplices y funcionales al desastre en curso para evitar que la tragedia se repita.

Otra vez son las Madres y Abuelas las que marcan el camino: en una decisión histórica, el próximo 24 de marzo todos los organismos de derechos humanos marcharán juntos para ponerle freno a la remake patética que pretende encarnar Milei.

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