La división en el PJ se profundizó el Día de la Lealtad

La división en el PJ se profundizó el Día de la Lealtad

Los alperovichistas sugirieron que irán a la caza de los amayistas; y estos acusaron a los oficialistas de no sentir el sentimiento peronista.

 

Durante el acto por el Día de la Lealtad tronó el “crack” en el peronismo local. Veladamente, el alperovichismo anunció que lanzará una caza de brujas contra los seguidores del intendente de la capital, Domingo Amaya, que secundaron a los radicales en los cuestionamientos judiciales a los resultados de la elección provincial del 23 de agosto. “Esa traición no la podemos perdonar. Podemos aceptar que cambien de partido, pero no que les nieguen la posibilidad del voto a los tucumanos”, bramó la titular del Partido Justicialista (PJ), la senadora Beatriz Rojkés, esposa del gobernador,José Alperovich. Rumores dan cuenta de que podrían avanzar con la desafiliación o expulsión de los amayistas que pasillaron tribunales en pos de la nulidad de esa elección.

Durante el acto, el gobernador electo, Juan Manzur, dejó en claro cuál será el trato hacia los díscolos. “El peronismo está acá; todos son bienvenidos. Y los que tomaron otro rumbo deberán explicarle a la historia y sus tradiciones”, arremetió, ante la consulta de LA GACETA. ¿Y si quieren volver?, se le preguntó: “las puertas están abiertas, pero hay mucho que explicar”.

El presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, remarcó que un sector se encolumnó tras un radical. “Hay peronistas que formaron parte de la alianza con José Cano”, afirmó. El propio Amaya secundó al diputado, como candidato a vicegobernador. Amado recordó que el amayismo optó por no participar en los comicios de renovación de autoridades del PJ. “Se abrieron todas las instancias para aquel que piense distinto. No lo hicieron”, destacó. Insistió con que el PJ no echó al intendente; pero sugirió que a este no le será sencillo regresar. “Él cerró la puerta. El cuerpo orgánico deliberará qué se puede hacer en caso que quiera volver. Depende mucho de él. Tuvo las posibilidades, pero decidió estar con los radicales en lugar de estar con el peronismo”, laceró.

El ex legislador alperovichista José Cúneo Vergés también lanzó dardos contra el amayismo. “En el peronismo, la lealtad tiene dos anclajes: el primero, con su doctrina; el segundo, en el cumplimiento de las directivas de la conducción”, explicó. Admitió la división del PJ; y dijo que algunos no fueron leales a la conducción. “Es necesario que los dirigentes revisen con prudencia sus actos y hagan una profunda autocrítica”, indicó. Pero se mostró más indulgente: “la unidad del PJ es esencial; los hombres deben ceder en sus diferencias”.

De la vereda del frente

El amayismo no tardó en salir a responder a Rojkés, en particular, y al alperovichismo en general. “Como tucumano me avergüenza que ‘Betty’ Alperovich sea senadora por mi provincia. Como peronista siento doble vergüenza, que una persona que se jacta de tener 10 mansiones lleve el título de presidenta del PJ. Quienes no pueden ni caminar por Tucumán y se van con el mote del Gobierno más corrupto de la historia de nuestra provincia no pueden ni deben merituar el comportamiento de los compañeros”, disparó el legislador Alfredo Toscano, en referencia al episodio en que la senadora discutía con una víctima de las inundaciones. Toscano insistió con recordar aquel incidente: “como peronista jamás le diría ‘vago de miércoles’ a un tucumano que sufre las consecuencias de un desgobierno; esta señora avergonzó a los tucumanos en todo el país”.

También ironizó con el origen político de los Alperovich-Rojkés. “Yo nací llevando en el corazón la marcha peronista; y luego, cantándola. No tengo que esperar a tener 50 años para que me la enseñen. Ojalá esta familia deje de hacer daño a los tucumanos y a los peronistas”, manifestó “Freddy” Toscano.

Un poco más sutil, aunque igualmente dura, fue la legisladora Beatriz Ávila, esposa del intendente electo de la capital, Germán Alfaro, hombre clave en la estructura del amayismo. “El peronismo no es un hombre; es una doctrina, un sentimiento que anida en el corazón de los humildes, de los que no toleramos la injusticia, de los que queremos una vida mejor para nuestro pueblo. Quien conduce debe saber interpretar ese sentimiento, y para ello es necesario sentirlo; sólo quienes sentimos el peronismo podemos interpretarlo”, afirmó. Y siguió, lanzando munición más gruesa: “el peronismo da dignidad a los trabajadores, a los humildes, no se sirve de las necesidades del pueblo para su beneficio propio”. Advirtió que resulta urgente reestructurar el peronismo, pero aclaró que deben impulsarla “quienes sientan el peronismo”. “De nada servirá si esta es llevada adelante por aquellos para quienes la palabra ‘compañeros’ es una palabra más y no un sentimiento de solidaridad que nos une a todos los peronistas”, puntualizó.

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