Desde hoy el Partido Justicialista (PJ), Distrito Jujuy, es conducido por sus nuevas autoridades. Bajo la presidencia del actual vicegobernador de la provincia, Carlos Haquim, elegido el pasado martes por el Consejo Provincial del PJ como su máxima autoridad, la normalización de una de las principales fuerzas políticas a nivel local se hizo realidad. El proceso electoral se vio coronado con las recientes deliberaciones llevadas a cabo por el Congreso y el Consejo partidario, cuyos miembros eligieron la nueva conducción del peronismo jujeño.

Cabe mencionar que en cónclaves concretados de manera simultánea, el Consejo eligió a Carlos Haquim como presidente y a Gaspar Santillán como vicepresidente. En tanto, el Congreso hizo lo propio eligiendo a Marcelo Llanos como titular del órgano y a Carlos Moya y Leonardo Quintar, como vicepresidente primero y segundo respectivamente. Este paso institucional que dio el justicialismo provincial era ineludible, atendiendo a que el 31 de marzo caducaban los mandatos de las anteriores autoridades encabezadas por Eduardo Fellner.

En la ocasión y ya consagrado como presidente del PJ, Haquim, tras recibir los efusivos saludos de los consejeros y congresales partidarios reunidos en la sede de avenida 19 de Abril, brindó un mensaje claro y contundente a los presentes y a los afiliados justicialistas, entregando incluso un discurso plagado de esperanzas, reparador y reivindicatorio de la función histórica que cumplió desde su creación el Movimiento Nacional Justicialista, a partir de las enseñanzas y la doctrina legada por Juan Perón y Eva Duarte, fundadores de la principal fuerza política de Latinoamérica.

En un encendido discurso, el flamante presidente del justicialismo jujeño recalcó que las internas fueron una muestra de la avidez que tenían los afiliados de participar luego de muchos años de una elección partidaria y determinar con su voto quienes serían sus representantes. Al mismo tiempo confirmó todo lo expresado durante la campaña electoral junto a su aliado político y actual gobernador Gerardo Morales, de trabajar por un Jujuy unido, en paz y por la reconstrucción de una provincia devastada por sus anteriores gobernantes.

Asimismo, no dejó dudas que su lealtad hacia el mandatario provincial será indeclinable hasta el último día que les toque de gestión. “Hemos asumido un compromiso con la sociedad y no nos apartaremos de ello. Vamos a trabajar por una vida digna para los jujeños y vamos a ser rigurosos con la corrupción, denunciando a los funcionarios que cometan ilícitos y colaborando con la Justicia en la investigación de todos aquellos actos de corrupción cometidos por la anterior gestión y que terminaron con la defraudación al Estado y a sus habitantes”, apuntó.