Versiones contradictorias surgieron ayer desde el oficialismo pejotista que pretendieron instalar el hecho de que la discusión tribunalicia había concluido con un fallo de la Cámara Electoral Nacional que no admitió la vía de la queja. Los tiempos de la Justicia no son los de la política y en el ámbito de la Cámara Electoral hay otras presentaciones sin resolver, mientras se espera que en las próximas horas se eleven desde Corrientes dos nuevas apelaciones por decisiones adoptadas por el juez local. En los hechos, la cuestión ha sido y es de naturaleza política, y fue el propio desarrollo del cronograma electoral el que terminó por deslegitimar el proceso in totum con una serie de tejes y manejes al amparo de una Justicia que declaró zona liberada a las oficinas de la Junta Electoral, lo cual dio lugar a ruidosas manifestaciones, toma del edificio y otras expresiones que pudieron haberse evitado en beneficio de la imagen del partido.
ESTA ES UNA CARRERA LARGA. El apoderado de Vamos Compañeros relativizó una información amplificada por algunos medios respecto a la suerte de la interna peronista. Lo que se difundió es sólo el rechazo a la vía de la queja, pero quedan tres apelaciones pendientes y una firme decisión de avanzar tanto en el campo del derecho como en el de la política. El tiempo dirá. Ayer un grupo de intendentes no logró poner en caja a Colombi. Le dejaron la iniciativa de la fecha sin reparar en que una ley vigente lo acota en este sentido. Lo concreto es que hasta ahora legisladores, intendentes y autoridades partidarias no logran la definición de una estrategia con poder de fuego para enfrentar al Gobierno provincial, que sigue jugando como el gato con el ratón frente a un peronismo que no logra ordenar su casa.Anoche el apoderado de la agrupación justicialista Vamos Compañeros, Juan Carlos Morales, relativizó por completo una decisión de la Cámara Electoral Nacional que no abrió la instancia de la queja. "Era una decisión posible, conforme a la normativa de la ley de los partidos políticos", señaló, aunque "debe tenerse presente que hay otras cuestiones por resolver entre las cuales están dos recursos de apelación que se presentaron ayer a última hora y que serán elevados al Tribunal de Alzada para su oportuna decisión, en tiempos imposibles de precisar", remarcó.
El doctor Morales remarcó que esto, antes que una lucha tribunalicia, pasa por la batalla cultural de instalar en la sociedad un proceso viciado, poco claro, que nada tiene que ver ni con el voto directo, ni con la necesaria unificación del partido mediante la participación del afiliado.
"Nuestro sector no convalidó desde el principio esta práctica perniciosa para el sistema democrático y de ello no nos arrepentimos", puntualizó, porque "quedó a la vista de que aquellos que con buena fe intentaron participar sufrieron toda clase de atropellos, que quedaron expuestos a la opinión pública en desmedro de la necesaria legitimidad que un peronismo que quiera ser opción de poder debe mostrar hacia afuera".
"Todo lo que pasó era lo que pensábamos que iba a pasar. Las cosas que nacen mal no pueden terminar sino mal", puntualizó el abogado esquinense que espera que para después de Semana Santa se esté en condiciones de resolver tres apelaciones a distintas resoluciones del juez, a la vez que confirmó que tramita por ante el Juzgado Federal de Juan Carlos Vallejos, con intervención del fiscal federal Flavio Ferrini, una causa penal iniciada al juez Carlos Soto Dávila y al Secretario Electoral.
En este contexto de una fuerte judicialización que por separado alcanza al PJ nacional, en instancias del Juzgado de la doctora Ana María Servini de Cubría respecto al llamado Congreso de Avellaneda, sigue latente la posibilidad de que antes de las elecciones provinciales pueda producirse una decisión del Consejo Nacional de designar un interventor político, tal como lo anticipara el doctor Duhalde y lo confirmaran los dos vicepresidentes del nuevo Consejo Nacional.
En este marco, la estrategia de mantener abierta la disputa tribunalicia sin dar certeza a la llamada lista única, apunta a mostrar la subsistencia del conflicto que embarga al PJ, prueba de lo cual se dio cuando la mayor parte de los intendentes del peronismo, con notorias ausencias, dejaron en claro que cada Intendencia tomará las decisiones que crea convenientes más allá de lo que el partido disponga.
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