El convenio con Chevron afectó la performance electoral del FPV y del MPN
En los últimos días, el petróleo se tiñó de rojo. Más de una veintena de heridos -entre ellos, aborígenes mapuches y estudiantes- y un docente con una bala de plomo en el pecho tras una brutal represión volvieron a poner en el plano nacional que detrás de la aprobación del acuerdo entre YPF y la provincia en la Legislatura aparecen oscuros negocios de miles de millones de dólares, con valiosos recursos naturales que cuestionan el relato oficial.
Neuquén es rico. En abril de 2011, el Departamento de Energía de los Estados Unidos difundió el informe "World Shale Gas Resources: an initial assessment of 14 regions Outside the United States". El documento ubicó a la Argentina como el tercer país del mundo con mayor cantidad de recursos potenciales de gas no convencional, con una posibilidad de recuperación de 774 trillones de pies cúbicos (tpc), detrás de China (1275 tpc) y Estados Unidos (862 tpc). La cuenca neuquina tiene algo más de 440 tpc, lo que la ubica como una de las más importantes entre todas las relevadas.
A contramano del kirchnerismo y sus aliados -entre los que se cuenta al gobierno provincial que conduce Jorge Sapag-, todos aquellos que criticaron el pacto entre YPF y Chevron desde sus múltiples ópticas (la propiedad de los recursos estratégicos, la cuestión mapuche y ambiental, el temor al fracking , el oscurantismo de la letra chica o las desprolijidades institucionales, entre otras) obtuvieron buenos resultados electorales en las primarias.
"Esto fue un plebiscito contra YPF-Chevron", dijo tras conocer los resultados electorales Guillermo Pereyra, el sorpresivo triunfador de las internas del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el mismo partido de Sapag. Con ese resultado, el sindicalista petrolero y aliado de Hugo Moyano, que ganó la posibilidad de llegar al Senado tras ganarle a la lista kirchnerista que encabezaba la vicegobernadora, Ana Pechén, tiene las puertas abiertas para la gobernación en 2015 y complicar la mayoría del kirchnerismo en el Senado.
Sin embargo, Pereyra, que supo ser del riñón de Sapag, al que todavía llama "compañero", aclaró que la derrota fue del kirchnerismo, "que va en caída libre" y no del gobernador. El Frente de Izquierda -que hizo una elección histórica en la provincia al sumar más de 20.000 votos y quedar en quinto lugar- advirtió que la estrategia opositora de Pereyra frente a la política hidrocarburífera de la provincia fue "puramente electoralista".
"TIROTEAR A YPF"
"Quieren tirotear a YPF", denunció Sapag, tras los incidentes del miércoles. El MPN que conduce el gobernador sigue representando a más de la mitad de la provincia. Sin embargo, la alianza de Sapag con el kirchnerismo lo desangra internamente. Primero se alejó Pereyra por "falta de espacio" y luego perdió a un alfil en el debate energético: Rubén Etcheverry.
En abril, Etcheverry renunció a su cargo de vicepresidente de la empresa provincial Gas y Petróleo de Neuquén. El ex subsecretario de Energía, en la última gobernación de Felipe Sapag, ganó su interna como precandidato a diputado en la tercera fuerza provincial Compromiso Cívico Neuquino, que conduce el intendente de la ciudad de Neuquén, el radical Horacio "Pechi" Quiroga y que agrupa a la UCR, ARI y Pro. "Después de 50 años de defensa provincial de los recursos nacionales, él [por Sapag] se pone de rodillas con Cristina", dijo Etcheverry, en diálogo con LA NACION.
"Vaca Muerta es el futuro del país en materia energética, pero con este acuerdo la gente está segura de que hay algo turbio", afirmó el experto, quien criticó, además, la adjudicación directa por plazos que exceden lo que marca la ley provincial. "Chevron no es la mejor empresa. Hace poco iban a sacarle todas las áreas. Todo es poco transparente", explica el técnico, al asegurar que "no hay que demonizar al fracking , sino controlarlo como se debe".
Pese a que sigue siendo la segunda fuerza provincial si se toma la totalidad de votos, el Frente para la Victoria fue el gran derrotado en las últimas PASO en la provincia y se encamina a sufrir una dura derrota en las legislativas del 27 de octubre. El símbolo de la pérdida de poder del Gobierno fue el resultado que cosechó el senador Marcelo Fuentes, el hombre que reavivó el fuego de la re-reelección de Cristina Kirchner, punta de lanza de la fallida "democratización de la Justicia" y ex jefe político de Néstor Kirchner en sus años de militancia durante los 70.
Con algunas divisiones internas, Fuentes terminó tercero en la elección, superado por el MPN y Compromiso Cívico Neuquino. En el FPV se esperanzan con que los votos que cosechó la vicegobernadora del MPN podrían hacer más competitiva la candidatura de Fuentes en octubre. Sin embargo, el golpe fue tan grande que, por ejemplo, si se repitieran los resultados de agosto en la capital neuquina, el kirchnerismo no lograría renovar ninguno de sus nueve concejales.
"Esta inversión rompe ese mito del aislamiento y quienes se oponen son los mismos que toleraron que los españoles se llevaran la totalidad de la producción con la depredación de Repsol y no hicieron nada", aseguró Fuentes, y festejó: "Se rompió el mito del aislamiento de la Argentina".
Comentá la nota