La discusión sobre la herencia: Macri defiende sus números y Fernández prepara su informe

La discusión sobre la herencia: Macri defiende sus números y Fernández prepara su informe

El debate por el legado que dejará la gestión macrista es parte de los cruces de la transición; el presidente electo dará a conocer en diciembre su propio balance

 

El peso de la herencia provocó un nuevo cortocircuito entre el presidente electo, Alberto Fernández, y el gobierno de Mauricio Macri. La presentación de un informe que elaboraron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sobre los resultados de la gestión económica actuó como disparador para otro contrapunto en medio de una transición que aún no comenzó.

En el trabajo, que se tituló "Sin magia, sin mentira, sin ficción", el ministro coordinador y el titular del Palacio de Hacienda afirmaron que el país está "listo para crecer", ya que se "revirtió la herencia de 2015". Ahí, los funcionarios repasaron lo que consideraron que son los puntos más salientes de los cuatro años del macrismo, como el equilibrio fiscal primario, la reducción de la presión tributaria, menos retenciones a las exportaciones, menos impuesto al cheque a cuenta de otros tributos y la disminución de los impuestos al trabajo para crear empleo.

Horas después de que se diera a conocer el informe, desde México, donde visitó al presidente Andrés Manuel López Obrador, Fernández le pidió al gobierno nacional "parar con la mentira" y acusó al ministro coordinador de escribir "absurdos informes" y de presentar "una Argentina que no existe". Además, el mandatario electo prepara junto a su equipo su propio "informe sobre el estado de la Nación", que va a presentar los primeros días de diciembre.

Mientras aún no avanzan las conversaciones entre los equipos de Fernández y Macri -en la Casa de Gobierno están a la espera de la llamada de los equipos del Frente de Todos-, la discordancia entre ambos volvió a crecer. Eso se suma a los antecedentes de distancia e histórica frialdad.

No se trata de un tema menor. La discusión sobre el legado que dejará Macri es parte de una lucha pública que busca preparar el terreno para poder tomar medidas que puedan resultar antipáticas para gran parte del electorado kirchnerista.

Es por eso que desde ambos sectores intentan marcar el terreno, aunque siempre con el objetivo de no romper puentes. En ese sentido, tras las primeras críticas de Fernández, Lacunza bajó un tono el tenor de las palabras.

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"Este momento de la Argentina no es para polemizar, sino para cooperar. La de 2015 y esta son dos herencias no deseables", lanzó en las últimas horas el responsable de Hacienda, uno de los coordinadores de la transición junto con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Según Lacunza, "no importa tanto quién tiene razón, lo mejor que podemos hacer los argentinos es que el Gobierno termine bien, con la mayor cantidad de recursos posibles, para que el próximo gobierno pueda empezar con menos restricciones".

Entre los puntos que más molestaron se destacó el relacionado con la inflación. Es que en la presentación Peña y Lacunza justificaron los malos resultados en esta materia. "La Argentina tiene una historia crónica con la inflación, pero que, en realidad, es el reflejo de otros problemas", decía al respecto el documento que hizo circular la Casa Rosada en los últimos días sobre el alza en los precios, que este año cerrará cerca del 60 por ciento y superará el 300% acumulado de IPC en cuatro años.

Equilibrio fiscal

Ordenó las cuentas en el resultado primario a costa de un fuerte ajuste del gasto

 

Según datos de ASAP, Mauricio Macri finalizará su mandato con un resultado primario deficitario del -0,6% del PBI y un resultado financiero también negativo de -3,8% del PBI. Flores, de ASAP, subrayó que el mayor ajuste del gasto para alcanzar el equilibrio en el resultado primario -base del acuerdo del Gobierno con el FMI- se produjo recién durante los dos últimos años del mandato actual. En el presupuesto 2020, el Gobierno vaticina un superávit primario del 1%.Cristina Kirchner, al cierre de 2015, finalizó su gobierno, según datos de ASAP, con resultado financiero del -5,1% del PBI y resultado primario del -3,8% del PBI.

 

Inflación sin metas

Lejos de los objetivos pautados, en 2019 el índice del IPC duplicará el de 2015

 

El gobierno de Macri pautó metas de inflación no bien arrancó su mandato: para el último año de gestión proyectó un índice de un dígito, cercano al 5%. Al cierre del ejercicio 2019, la inflación trepará al 52,8%, según las proyecciones del Ministerio de Hacienda. Las metas originales tampoco se cumplieron en los años anteriores: en 2016 alcanzó el 41%, en 2017 bajó al 24,8% (el índice más bajo de la gestión macrista) y en 2018 subió al 47,6%. Para 2020, el Gobierno prevé que caiga al 34,2% promedio.Según los datos del Indec intervenido, en noviembre de 2015 la inflación interanual acumulada fue del 14,3%, mientras que según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad trepó al 26,9%.

 

Más deuda

Hubo fuerte suba del endeudamiento para financiar el déficit y el "gradualismo"

 

Según el Ministerio de Hacienda, la deuda bruta de la administración central (actualizada al primer trimestre de este año) ascendía a US$324.898 millones (el 88,5% del PBI). De ese total, el 55,7% es deuda contraída con el sector privado y organismos multilaterales y bilaterales. La mayor parte fue utilizada para cubrir el déficit y los pagos de vencimientos. "El Gobierno optó por la vía de tomar deuda para financiar el 'gradualismo' y no aplicar un ajuste más drástico del gasto", explicó Flores.En 2015 la deuda bruta totalizó US$240.655 millones (el 52,6% del PBI). De este total, el 22,5% del PBI era deuda con el sector privado y organismos bilaterales y multilaterales.

 

Dólar imparable

En cuatro años, luego de tres corridas, el tipo de cambio subió un 311%

 

Macri asumió con un dólar oficial a $9,85; tras anunciar el fin del cepo cambiario, el dólar trepó a $13,90. Ante la suba persistente de la divisa, el Gobierno subió las tasas de interés, lo que mantuvo el dólar por debajo de los $20 hasta fines de 2017. En diciembre de 2018, tras dos corridas cambiarias, la divisa alcanzó los 39,23. Con la última corrida, tras las PASO de este año, el dólar subió más de diez pesos y pasó de $46,54 a $57,20. Después superó los $60. La variación del tipo de cambio fue, en cuatro años, del 311%.En 2003, con el inicio de la gestión kirchnerista, el dólar cotizaba a $2,90 y en 2015 el dólar oficial cotizaba a $9,82; el dólar blue ascendía a $14,3).

 

Sin pobreza cero

Fue una de las principales promesas y uno de los fracasos más fuertes

 

Durante su campaña Macri prometió "pobreza cero"; al primer semestre de 2019 este índice trepó al 35,4% de la población urbana y afecta a 14,4 millones personas, informó el Indec. Es el peor dato desde 2007, según la Universidad Católica (UCA). La indigencia alcanza al 7,7% ,unos 3,1 millones de personas. Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, a diciembre de 2018 el 30% de los hogares percibió del Estado ingresos por programas sociales o asistencia alimentaria directa.En 2013, según el Indec intervenido, el 4,7% era pobre. En cambio, para el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (ODSA), en 2013 la pobreza fue del 27,4% y en 2015 trepó al 30%.

 

Empleo en la mira

La desocupación superó los dos dígitos y se mantiene en alza el empleo microinformal

 

La tasa de desocupación alcanzó, al 2° trimestre de este año, el 10,6% de la población activa (casi un millón y medio de personas), un punto más que en igual período de 2018. Según el ODSA, a fines de 2018 el 49,3% de los ocupados se desempeñaba en el sector microinformal (actividades de baja productividad, alta rotación y poca vinculación con el sector formal); mientras que el 35,8% pertenecía al sector privado y el 14,9% al sector público (empleados estatales y trabajadores con planes de empleo).El gobierno kirchnerista finalizó, según el Indec, con un índice de desempleo del 5,9% de la población activa, pero el ODSA difundió para ese año un índice de desempleo del 9,4%.

 

Vivienda y obras

Se mantiene el déficit habitacional, pero se progresó en el acceso a los servicios

 

Según el ODSA, a fines de 2018 el 27,1% de la población tenía problemas serios de vivienda (por sus condiciones precarias, de hacinamiento o de acceso a los servicios sanitarios). Empero, durante el gobierno de Macri se evidenció una mejora paulatina en materia de infraestructura respecto de la gestión anterior: el 70% de los hogares está conectado a una red cloacal; el 71,2%, a la red de gas natural, y el 89,7%, a la red de agua corriente, mientras que 79,4% tiene calles pavimentadas.A finales de 2015, el 27,8% de la población tenía viviendas en condiciones precarias, según el ODSA; el 87,9% accedía al agua corriente; el 64,7%, a la red cloacal, y el 71,1, a la red de gas.

 

Infancia difícil

Según el Indec, el 52% de los chicos están por debajo de la línea de pobreza

 

La proporción de niños en hogares que no logran cubrir las necesidades alimentarias por problemas económicos trepó, a fines de 2018, al 29,3% según el ODSA. El pico de suba se experimentó en el período interanual 2017/2018. Según el Indec, al primer trimestre de 2019 el 52,6% de los chicos de entre 0 y 14 años son pobres; un año atrás este índice era del 46,8%. Por otra parte, el 23,8% de los chicos habitan en viviendas precarias en términos de su construcción.Según el ODSA, a finales de 2015 el 19,5% de los niños y adolescentes sufrían problemas de inseguridad alimentaria, ya que el 30% de la población de niños de 0 a 17 años eran pobres.

 

 

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