Dirigentes descreen que los linchamientos vayan a ocurrir en Salta

 Dirigentes descreen que los linchamientos vayan a ocurrir en Salta
Diario El Tribuno consultó a un sacerdote, al padre de una víctima de la inseguridad, a una psicóloga y a un sociólogo. También opinaron un empresario, la titular de un centro vecinal y una mujer policía.
Los intentos de linchamiento de supuestos delincuentes por parte de los vecinos son situaciones por las que ya pasaron varias provincias: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, La Rioja y Río Negro.

En Salta y Jujuy aún no se registraron casos, y para dirigentes sociales de un amplio espectro la posibilidad de que ocurran es muy baja. “La gente aquí es tranquila”; “nuestras pautas culturales son distintas a las de Buenos Aires”, son algunas de las frases que expresaron en una consulta de diario El Tribuno que abarcó a las dos provincias. Sin embargo, advierten que el clima social está enrarecido, que la inseguridad, la marginalidad, la falta de oportunidades laborales y el narcotráfico pueden oradar la paz social en esta parte del país.

PADRE JESUS OLMEDO. Párroco de La Quiaca (Jujuy). “Las golpizas no están bien, no se puede tomar la justicia por mano propia. De esto hay una doble lectura: si la gente ha llegado a ese extremo es porque no ha habido respuesta de quienes tienen que actuar, entonces no se puede condenar a uno ni a otro. A la vez, el Estado, la Policía o quien corresponda se tienen que poner las pilas con la seguridad, y al mismo tiempo ver qué hacen con todos los chicos que están drogándose y que son los que están haciendo esas barbaridades a la gente. En la zona donde estamos no creo que sucedan (los linchamientos), porque aquí la gente aguanta todo, somos pacíficos. Aquí el problema es la situación social, hay hambre, miseria, no hay trabajo... en muchas cosas está clarísima la ausencia del Estado. Esto es una década perdida totalmente; se ha perdido la dignidad de muchas personas, el sentido de la fraternidad, de la igualdad, el sentimiento de vivir en una situación mejor en un país como Argentina: rico pero con muchas desigualdades”.

DANIEL BETZEL. Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salta. “No creo que sucedan aquí (las golpizas), realmente el salteño siempre fue mucho más prudente. Evidentemente da impotencia ver que una persona que delinquió entra y al rato sale de la cárcel. La verdad que habría que revisar el Código de Contravenciones. Pero de ahí a un linchamiento, no creo que esté el clima para eso en Salta. Es complicado opinar sobre esto porque no tuve la sensación de inseguridad que, por ejemplo, se vive en Buenos Aires, donde todos los días hay robos y ataques, y la gente vive en una paranoia constante. La verdad que uno cree que puede controlarse en una situación límite, pero no lo sé”.

MARIA ELISA MORENO. Presidenta del Centro Vecinal del barrio Los Perales - Jujuy. “No estoy de acuerdo con protegerse por manos propias. Tenemos que buscar una estrategia entre vecinos, la Policía y el Gobierno. En nuestro barrio no creo que se llegue a esto. Los vecinos estamos trabajando con la Policía, a través de la Dirección de Coordinación Vecinal, en el proyecto de autoprotección vecinal con alarmas comunitarias. Estas alarmas ya se colocaron en varios barrios y han dado resultado, sirven para pedir la asistencia policial ya sea porque sucede algo o de manera preventiva”.

MARCELO IBARRA

Sociólogo de la Universidad Nacional de Salta

“Obviamente estoy en contra de las golpizas. Una de las razones por las cuales vivimos en sociedad o en estado de derecho es porque hay mediaciones que nos permiten, ante ciertos conflictos, resolverlos. Hay varias cuestiones a considerar al analizar esto. Por un lado, entiendo que son eslabones de violencia que estallan frente a cierta conflictividad en la sociedad o cierta deslegitimación de algunas instituciones públicas, como la policía y la justicia; a la vez, el debate sobre esta cuestión está enrarecido debido a las posturas que se conocieron en relación con el anteproyecto del Código Penal. Hoy los hechos suceden en un marco de discusión política poco feliz, ya que sin conocer en profundidad la reforma uno se encuentra con dos posturas: una promoviendo el endurecimiento de las leyes penales, y otra tratando de garantizar al máximo el derecho de las personas que delinquen. Hay una especie de ansiedad pública y un marco de discusión extraño que no permite escuchar ni construir consenso, sino más bien defender posiciones y atacar posturas.

BEATRIZ FLORES. Policía de la División Comunitaria (Salta). “No tenemos información de que haya habido golpizas de vecinos. Trabajamos más bien desde la parte preventiva en los barrios y ante cualquier hecho vamos con un equipo interinstitucional, ya sea con patrullajes o con talleres, si hay casos de violencia familiar, etc.”.

RAUL CORDOBA. Miembro de la Comisión de Familiares contra la Impunidad de Salta. “No estamos de acuerdo con que las personas tomen justicia por mano propia, porque justamente lo que hemos demostrado desde la comisión, en estos dos años y medio, es que a pesar de la situación que nos ha pasado nosotros buscamos seguir los carriles de la Justicia; es el Estado el que tiene la obligación de proteger a los ciudadanos y hacerles valer sus derechos. En Salta podrían ocurrir linchamientos. Sucede que la forma en que se reproduce el mensaje de inseguridad produce en la sociedad una reacción como esta. La gente reacciona porque sabe que el Estado tiene una serie de vericuetos por los cuales no se visualiza una justicia rápida, eficaz y, sobre todo, condenatoria.

MARIA GIARDINA. Psicóloga del Hospital “Néstor Sequeiro”, de Jujuy. “El riesgo está en todos lados, porque se viene fogoneando incluso desde los medios cuando se repite mucho la misma noticia. No hay que apelar a ese tipo de cosas (las golpizas) porque para eso la sociedad civilizada en la que vivimos tiene leyes y tiene el Poder Judicial para que las leyes se cumplan. De ninguna manera justifico este tipo de acciones porque la gente que delinque es primero gente y después delincuente. Además, la gente que delinque sale de la misma sociedad. Jujuy se hace eco de todo, pero creo que el jujeño es más criterioso porque tenemos valores más arraigados que los porteños o los rosarinos. La gente que participó de un linchamiento lo hace porque se junta en masa. De a uno seguramente no lo haría porque lo que la masa gana en voluntad lo pierde en inteligencia”.

Comentá la nota