De Angeli en Azul: En la mañana de ayer, en cercanías del Gran Hotel Azul, el ruralista fue objeto de un par “huevazos” por integrantes del sindicato de la carne de nivel nacional.
Desde esta columna siempre hemos estado en contra de todo tipo de escrache, razón por la cual también nos oponemos a este.
Obviamente no olvidamos que el agredido De Angeli, en mas de una oportunidad también agredió de palabra la investidura de la Presidenta de la Nación y a su esposo en reiteradas ocasiones, también los ruralistas agredieron de manera por demás de cobarde al jefe de la bancada del Frente para la Victoria Agustín Rossi, y como si estas muestras fueran poco, realizaron con su lock-out y corte de rutas el desabastecimiento a todo el país.
Hoy los medios locales, en una clara posición de apoyo a la gente del campo olvidaron mencionar estos hechos, que son de vital importancia a la hora de evaluar lo sucedido.
Nadie justifica lo hecho por los matarifes, pero tampoco dejar que el árbol no nos deje ver el bosque.
Es lógico que este chacarero, devenido en hombre público y alentado por la oligarquía vacuna, va exagerar los dos huevazos y va a transformarlos en dos bombas atómicas, ayudado por los obsecuentes que se manifiestan a cada rato sobre su agresión.
Los presentes en lugar saben que no fue el ataque de los israelíes a los barcos con ayuda comunitaria a la Franja de Gaza, sin embargo de igual manera no disimulan sus simpatías con el sector agrario que es uno de los sectores donde más aire se les ha dado.
Nadie tiene dudas del mal accionar de los dirigentes gremiales, tampoco nadie tiene dudas de el pasado de gente que hasta pidió en un programa de Grondona, que nuestra presidenta renunciara. (como el presente, Hugo Bioicatti)
Un hecho para lamentar con medios monopolizados y directamente ligados al campo que carecieron de las más elementales reglas del periodismo que es la de ser imparcial.
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