Esto fue está consignado en el relevamiento hecho por el Indice de Calidad Legislativa para Semanario Parlamentario.

En el Senado, no presentaron ningún proyecto de ley los oficialistas Marcelo Fuentes y Ruperto Godoy. Tampoco presentaron proyectos de ley los senadores Jaime Linares, Arturo Vera y por supuesto Carlos Menem -que tampoco asistió a ninguna sesión durante el año- y el radical Pablo Verani, quien falleció en el transcurso de 2013.

Menem tampoco había presentado proyectos de ley en 2012.

En la Cámara baja, los diputados que no presentaron ni un solo proyecto de ley fueron los oficialistas Eric Calcagno, José María Díaz Bancalari, Carlos Eliceche (en rigor, solo participó de la sesión de extraordinarias de febrero, y renunció luego para ocupar un cargo público en su provincia), Fabián Francioni, la tucumana Miriam Gallardo, María Teresa García, Claudia Giaccone, Daniel Giacomino, Graciela Giannettasio, José Herrera, Sandra Mendoza, Beatriz Mirkin (igual que Eliceche, sólo participó de la sesión de febrero y luego renunció para ser ministra en Tucumán), Manuel Molina, Mariela Ortiz, Liliana Ríos, Rubén Rivarola, Roberto Robledo, Agustín Rossi (se fue del Congreso antes de mediados de año), el tucumano Juan Salim, Silvia Simoncini, José Villa y Walter Wayar.

Tampoco presentaron proyectos los opositores Mario Barbieri, Hugo Castañón, Omar De Marchi, Hipólito Faustinelli, Daniel Germano, Mabel Müller y Raúl Rivara.

De todos estos, los que tampoco habían presentado proyectos de ley el año anterior son Hipólito Faustinelli, Fabián Francioni, María Teresa García, Graciela Giannettasio, José Herrera, Sandra Mendoza, Mariela Ortiz, Liliana Ríos, Rubén Rivarola, Silvia Simoncini, José Villa y Walter Wayar.

Mientras que por tercer año consecutivo, el senador sanjuanino Roberto Basualdo fue el legislador que más proyectos de ley presentó en la Cámara alta, en tanto que en Diputados por primera vez, Olga Guzmán fue la más destacada en la materia, en el que fue su último año de mandato.

Parlamentario aclaró que no necesariamente es la elaboración de iniciativas la única función -ni mucho menos la principal- de los legisladores, que amén de presentarlas deben trabajar en las comisiones para mejorar los proyectos, o discutirlos en el recinto cuando los mismos tienen la fortuna de llegar a esa instancia.

La fortuna, sí, pues viene haciéndose repetido que en general los proyectos que presentan los legisladores no reciben la prioridad que sí tienen los del Ejecutivo. Y tampoco es similar la suerte de la que gozan las iniciativas del oficialismo que las de la oposición.

Es aquí donde se vuelve a dar la discusión sobre calidad o cantidad. ¿Es mejor presentar muchos proyectos sobre un amplio abanico, o una mínima cantidad muy bien analizada y con posibilidades concretas de transformarse en ley? Acá no hay una respuesta definitiva, sino que ambos pensamientos son válidos, y en última instancia está en la conciencia de cada legislador saber si pecó por exceso o escasez.