Los legisladores que se encontraron con Astiz y otros represores de la última dictadura preparan un documento escrito para leer ellos mismos en un plenario de comisiones. Cuál es la explicación de Benedit y Montenegro, los organizadores del viaje a la cárcel.
Mauricio Caminos
Los diputados de La Libertad Avanza que visitaron a represores condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza están dispuestos a romper el silencio público que guardan desde que estalló el escándalo, hace casi dos meses. Citados la semana que viene para que hagan un “descargo voluntario” en el marco de un plenario de comisiones de la Cámara baja, los legisladores de Javier Milei están preparando un escrito que leerán frente a la oposición, que reclama una investigación que determine una sanción disciplinaria por entrevistarse con genocidas.
A la estrategia la está definiendo principalmente Beltrán Benedit, quien organizó el viaje desde el Congreso al penal de máxima seguridad, en conjunto con el resto de sus pares en los que se apoyó para armar la visita a Alfredo Astiz y otros presos de la represión: Guillermo Montenegro, Adila Ferreyra y María Fernanda Araujo, supo elDiarioAR de una fuente involucrada directamente en la polémica.
El documento consensuado entre esos cuatro diputados buscará dar su propia versión de los hechos, luego de la interna oficialista que terminó con las otras dos participantes –Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci– culpando a sus compañeros por haber sido engañadas para ir a entrevistarse con los condenados. En el medio, se conoció además que los legisladores estaban en conversación con el cura Javier Olivera Ravasi para gestionar una serie de iniciativas parlamentarias que permitan la excarcelación de los genocidas.
La voz libertaria consultada al respecto negó rotundamente, bajo condición de anonimato, que exista un plan de esas características en el Gobierno y en el Congreso. Sí planteó que se revisen los procesos judiciales “porque están mañados”, aseguró sin dar más detalles. “Vamos a contar toda la verdad”, desafió la fuente sobre la reunión de comisiones.
El grupo de libertarios envuelto en la polémica fue convocado para los próximos días por el plenario de los cuerpos de trabajo de Poderes, Peticiones y Reglamento y de Asuntos Constitucionales, que conduce la macrista Silvia Lospennato. Aún sin fecha confirmada, será una jornada cargada de tensión porque los oficialistas se enfrentarán cara a cara con la oposición del kirchnerismo y la izquierda, que exige hasta su expulsión de la Cámara.
Si bien la intención libertaria es leer un documento, los diputados estarán dispuestos a responder preguntas de los opositores. “Si hay preguntas las vamos a contestar, pero no queremos prestarnos a ningún circo”, recogió este medio en la bancada de LLA. Otra voz de un importante despacho mileísta confirmó que está en estudio que los legisladores vayan efectivamente a las comisiones, pero evitó dar precisiones.
Los diputados romperían así el pacto de silencio al que se sumieron cuando se filtró su visita al penal. La principal fuente consultada aseguró que hubo un pedido explícito dentro del bloque oficialista para que no se expresen en su momento, tanto en el recinto como ante los medios de comunicación. Según pudo reconstruir elDiarioAR, no hubo hacia los responsables de la visita ninguna orden directa por parte de Javier Milei o su hermana Karina para que no hablen, pero sí fue una estrategia que se tejió en el seno del bloque, que conduce Gabriel Bornoroni y donde también tiene mucha ascendencia el titular de Diputados, Martín Menem.
La versión de los legisladores, sobre todo de Benedit y Montenegro –a su vez ex mano derecha de Victoria Villarruel–, estaba a punto de conocerse cuando estalló el escándalo. La filtración de la noticia y la polémica que generó los instó a replegarse. Curioso es que ambos legisladores querían sacar un comunicado apenas después de concretarse la visita a Ezeiza, que fue el 11 de julio. Pero abortaron esa acción por dos episodios ajenos a ellos y que generaron mucha atención mediática: el intento de atentado a Donald Trump, el 13 de julio, y la coronación de la Selección Argentina en la Copa América, el 14. “Con semejantes hechos nadie nos iba a dar bola”, justificó la voz legislativa.
Según pudo recoger este medio, la visita a Ezeiza se armó a partir de una serie de invitaciones que recibió Benedit vía mail y notas por parte del círculo de allegados de los presos. Querían que los libertarios conocieran, en su calidad de diputados nacionales, sus condiciones de encarcelamiento. Varios oficialistas ya habían hecho una primera incursión a Campo de Mayo, en los primeros meses de la gestión de Milei.
Ante la posibilidad de ir a Ezeiza, Benedit entró en contacto con el titular del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez. Así lo expuso él mismo en el grupo de chat de LLA. En ningún momento, afirmó la fuente consultada ayer por elDiarioAR, se habló con Patricia Bullrich para que facilitara el viaje.
Sin embargo, una vez en el complejo de Ezeiza destinado a las mujeres –los genocidas están alojados allí en un pabellón especial–, el grupo de seis diputados y sus asesores tuvieron muchas facilidades para ingresar. Se les pidieron sus DNI pero nunca el celular, algo extraordinario en el sistema de ingresos de visitas.
De ahí provino la foto en la que se ve a cinco de los seis legisladores con el nutrido grupo de condenados por delitos de lesa humanidad. En esa imagen, además de Astiz, quien se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas, también se los ve a Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601) o Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (exmarino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), entre otros.
Los libertarios tuvieron primero una reunión con la responsable del complejo y recién después se entrevistaron con los represores. Al parecer no estaba definido a quiénes iban a ver puntualmente. La fuente aseguró que se pusieron a disposición “de los presos que querían participar en la reunión”.
Finalmente hubo una decena de represores en el encuentro. La entrevista fue en muy buenos términos. “Contaron cómo vivían. Eso era un geriátrico”, le dijo la voz parlamentaria a este medio. La fuente confirmó que Benedit y el resto de los legisladores recibieron varios sobres con documentación por parte de los presos, pero negó que allí hubiera un proyecto de ley para excarcelarlos. “Era información sobre sus causas. Pidieron que revisemos sus procesos porque algunos están ahí sin condena”, señaló el legislador.
La versión que los libertarios preparan para leer en el marco de las comisiones coincide con el mensaje que Benedit transmitió en el grupo de WhatsApp libertario apenas se reveló el viaje a la cárcel. En su momento hizo una justificación que abona la idea de eximir de responsabilidades judiciales a los genocidas. “Fuimos a ver excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”, escribió en su momento el diputado por Entre Ríos. Rechazó enfáticamente el calificativo “represores”, dijo que denunciará a los jueces que los condenaron en el Consejo de la Magistratura e hizo alusión al propio Milei: “El Presidente combate en la política a esta ideología 'terrorismomarxista'”.
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