Por segunda vez consecutiva, la Cámara de Diputados no trató ningún proyecto. La semana pasada fue porque no hubo quórum; esta vez porque el Frente Cívico y Social se levantó del recinto molesto por una decisión de la presidencia del cuerpo que no les permitió expresarse en el punto Comunicaciones.
La decisión causó el malestar del bloque opositor, que mediante su presidente, Julio Salerno, planteó que entre los bloques lo que se había acordado únicamente es que las comunicaciones pasaran al final del Orden del Día. A sus dichos se sumaron los planteos del diputado Juan Pablo Millán, quien le recriminó al presidente Néstor Tomassi que le diera la palabra. Ante la negativa de Tomassi, la mayoría del bloque abandonó el recinto quedando solamente Salerno, y los diputados José Sosa, Pablo Sánchez, Miguel Vázquez Sastre, Silvina Acevedo y Rubén Herrera. Los frentistas justificaron su presencia para rendirle homenaje a Horacio Pernasetti (padre); posteriormente Salerno pidió un cuarto intermedio para ordenar la sesión, pero al momento de reanudar el plenario todo el bloque dejó el recinto.
El oficialismo, a través de su presidente Roberto Perrotta, catalogó el accionar del FCyS como “lamentable” y como un “papelón legislativo”. El diputado señaló que el FCyS “siempre busca generar conflicto”. Por su parte, la diputada Silvia Moreta (FPV-PJ) aseveró que la decisión de la presidencia es “busca ordenar la sesión” y que en ningún momento se “cercenó la posibilidad de expresarse al FCyS”.
Por su parte y en conferencia de prensa en la oficina 219, el bloque opositor aseveró que lo que se leyó “es una comunicación de la Presidencia que no tiene ningún valor” y que en ningún momento el FCyS “aceptó la decisión autoritaria de la Presidencia”. Por último, los diputados frentistas afirmaron que desde el oficialismo “se quiere poner un cepo a nuestras opiniones en el recinto”.
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