En un 2013 electoral, los espacios políticos se rearman mirando de reojo a las listas. Las internas jugarán en el recinto. Cómo será el año legislativo en la Cámara de Diputados. El massismo quiere agrandarse, el sciolismo buscar más nombres. La estrategia de la UCRSe inicia un año legislativo en el que el tema electoral jugará un rol fundamental.
“El Gobernador quiere una Legislatura que le dé gobernabilidad”, dijo a La Tecla días atrás el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez. Daniel Scioli parece haber aprendido la lección, y para las venideras elecciones quiere evitar lo que hoy le sucede en la Legislatura.
Es que el mandatario bonaerense tiene actualmente sólo siete diputados fieles, del total de los legisladores que integran el oficialismo. Ellos son: Martín Cosentino, Rodolfo “Manino” Iriart, Alicia March, Guido Lorenzino, Iván Budassi, Raúl Pérez y Jorge Scipioni; a estos tres últimos se les vence el mandato este año.
“Está todo el mundo detenido hasta saber qué pasará: si vamos a ser amigos o no de los kirchneristas, si Massa va a ser oposición o no”, afirmó a este medio uno de los alfiles del Gobernador. Los hombres de Daniel Scioli saben que los demás diputados del Frente para la Victoria están, en mayor o menor medida, alineados con Balcarce 50.
A pesar de este panorama adverso, los laderos del Gobernador sostienen que para 2013 cuentan con “incorporaciones virtuales”. Dan por sentado que los cuatro legisladores de Unión Celeste y Blanco van a jugar con ellos.
Si bien hoy los sciolistas se encuentran en el mismo bloque que el kirchnerismo, sostienen que todo puede cambiar de un momento a otro: “Hasta abril va a estar todo congelado, pero ahí, si el Gobierno nacional no envía señales, puede que todo estalle. El armado de la lista será clave en la continuidad del bloque”.
El nuevo presidente de bancada del denarvaísmo, Gonzalo Atanasof, dijo a La Tecla que “esperamos el discurso del Gobernador en la asamblea legislativa. La coparticipación es un gran tema”.
El diputado platense indicó que seguirán siendo oposición, y agregó que será el Fren-te Renovador el que juegue con el FpV. “Se pasaron al oficialismo”, ironizó al ser consultado por la salida de varios nombres de UCyB.
La cámara Baja tendrá un nuevo actor para este año, ése que llegó a la película como secundario y quiere terminar siendo protagonista antes de que expire el primer semestre. El Frente Renovador es el bloque que conformaron diputados opositores que se sumaron al espacio del intendente de Tigre, Sergio Massa.
Entre los últimos días de 2012 y los primeros meses de 2013, el ex jefe de Gabinete logró cooptar a siete dirigentes. Ellos son: Rubén Eslaiman (presidente del bloque), Jorge Solmi (vicepresidente), Ramiro Gutiérrez, Mónica López, Verónica Couly, Carlos Acuña y María Torresi (la mayoría termina el mandato en 2013, sólo Eslaiman y Gutiérrez tienen asegurada la continuidad hasta 2015). Pero el objetivo del jefe comunal de Tigre es seguir sumando adeptos, y la idea es intentar convencer a aquellos nombres que todavía no están del todo definidos.
“Nosotros aspiramos a que en mayo seamos la segunda minoría dentro de la cámara, detrás del Frente para la Victoria”, se-ñaló a La Tecla una de las flamantes incorporaciones. Agregó que “necesitaríamos ser trece, porque si bien con once legisladores nos alcanzaría, si el radicalismo se junta termina siendo más que nosotros”.
A pesar de esto, el Frente Renovador no tiene tan fácil pasar la docena de diputados, pero sí podría sumar los once. El diputado de la Séptima, Ricardo Lissalde, que el año anterior se fue del denarvaísmo y formó su unibloque, Alternativa Peronista, ya fue tentado por allegados al intendente de Tigre; el dirigente saladillense dejó la puerta abierta.
Los otros nombres que tentarán desde el Frente Renovador son los moyanistas Héctor Martínez y Hugo Mancini, sin embargo, la concreción de este pase dependerá de cómo se defina el líder camionero; mientras tanto, los gremialistas continuarán solos, al menos hasta abril (ver recuadro Moyano, entre Scioli y Massa).
En tanto, otro diputado massista reveló que “buscamos sumar tres o cuatro legisladores del FpV”. No obstante, desde el kirchnerismo y el sciolismo aseguraron que en ninguno de los espacios se vislumbran salidas del bloque.
En la Unión Cívica Radical las internas ya son una constante, y en este año electoral hay tres hipótesis posibles en cuanto a cómo jugarán los diputados provinciales. La convención del 2 de marzo será clave para el futuro de los legisladores. La primera de las opciones, pero la menos posible que suceda, es continuar con la actual conformación: un bloque integrado por los possistas y alfonsinistas y el otro por los dirigentes de Nuevos Aires.
Otra posibilidad es la de volver a unirse y hacer un interbloque con dos cabezas; la disputa pasa por quién sería el presidente, ya que Ricardo Jano y Walter Carusso no quieren ceder la presidencia.
La última alternativa dependerá de la decisión de Gustavo Posse. Si en la convención del próximo mes el intendente de San Isidro hace oficial su deseo de jugar con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, todo cambiará. Si esto ocurre, el alfonsinismo ya tiene decidido alejarse de Posse y, de esta manera, conformar un bloque radical con todos los nombres del centenario partido, a excepción de los dirigentes del jefe comunal.
“Si siguen insistiendo con el PRO, los legisladores de Posse se tendrán que ir”, confió a La Tecla un dirigente de Alfonsín. Hoy, los diputados del mandatario de la zona norte del GBA son: Walter Carusso, Roberto Filpo y Aldo Mensi; este último, sin embargo, no quiere jugar con el PRO y, por eso, está más cerca del alfonsinismo.
Por su parte, en el FAP y la Coalición Cívica todo seguirá igual, a pesar del acuerdo electoral entre ambas fuerzas para las próximas elecciones legislativas. En el bloque Pro Peronismo quedaron ocho diputados, y hasta el momento afirman que seguirán jugando así, aunque nada se descarta (ver recuadro El juego del PRO).
El año legislativo estará atrapante, y en los despachos de la Legislatura las especulaciones y negociaciones serán una constante. Nadie quiere ceder protagonismo, y todos buscan definir la estrategia lo antes posible; como siempre, habrá ganadores y perdedores.
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