El diputado provincial del GEN-Progresistas, Jorge Santiago, impulsa una ley que formaliza ese ámbito de asesoramiento específico, donde se podrán “realizar denuncias y consultas sobre violencia laboral”.
La iniciativa, concretamente, en el artículo primero: “Crear en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral”.
El legislador rojense explicó que las funciones de esa Oficina, que dependerá del Ministerio de Trabajo bonaerense, serán las de “capacitar y difundir la problemática de la violencia laboral en los sectores públicos y privados; realizar investigaciones dirigidas a una mayor y mejor comprensión del fenómeno de la violencia laboral y, especialmente, a su adecuada prevención, incluyendo la elaboración de documentos de trabajo y datos estadísticos que permitan evaluar su impacto y evolución”.
Asimismo, el diputado y vicepresidente II de la Cámara, señaló que el nuevo ámbito estará facultado para “recibir todo tipo de presentación que contenga consultas y denuncias, con las debidas garantías de confidencialidad, discreción, imparcialidad, celeridad y procurando resguardar al máximo la identidad de los involucrados”.
La Oficina tendrá como misión “asesorar a la o el denunciante sobre los derechos que pudieren asistirle y los ámbitos para su ejercicio”, y establecerá vínculos de colaboración con organismos y entidades -públicas o privadas- que tengan similares objetivos a los asignados a la presente Oficina, como también con la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral dependiente de la Nación.
El diputado Santiago toma como referencia la Ley 13.168, sancionada en diciembre de 2003 sobre violencia laboral y que entiende como tal a la inequidad salarial, y fundamenta: “Dada la incidencia cada vez mayor, en el marco de las relaciones laborales, de conductas encuadradas en la calificación de violencia laboral, que atentan contra la dignidad e integridad psicofísica de los trabajadores, han llegado al punto de ser considerada por numerosos autores internacionales como el flagelo del Siglo XXI”.
Finalmente, Santiago reflexiona que “la violencia laboral no sólo se atenta contra la integridad del trabajador en su marco de desempeño, llegando al extremo de provocar su renuncia y enfermedad, sino que, obviamente, tales graves consecuencias repercuten en sus otros ámbitos de pertenencia y en su propio entorno familiar. Basándonos en ese daño que en muchos casos resulta irreparable, solicito a los Señores Legisladores su acompañamiento en el presente Proyecto de Ley”.
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