Sostuvo que el legislador opositor que “evidencia su nerviosismo por las imputaciones que se le realiza, y en lugar de explicar detalladamente y ejercer su defensa ante los organismos judiciales como cualquier ciudadano y ante la sociedad como toda persona pública, elige efectuar elucubraciones desatinadas, conjeturas conspirativas que solo pueden existir en su vasta imaginación, y realiza asociaciones absolutamente inconexas y indudablemente inconsistentes”.

“La serenidad es un buen remedio –agregó- para cuando se atraviesa situaciones difíciles. La ira no es buena consejera nunca. La prudencia y la reflexión siempre. Los hombres y mujeres de la política que circunstancialmente ocupamos un cargo no debemos sentir que poseemos privilegios y tenemos la obligación, como cualquier ciudadano, de responder en tiempo y forma los requerimientos de la justicia”.

Samaniego consideró que “con declaraciones teatralizadas el diputado intenta aviesamente desviar la atención de la investigación de la que es objeto, maniobra que muchas veces es utilizada ante la escasez de argumentos y la ausencia de elementos probatorios de la legalidad de las acciones que están siendo examinadas”

Finalmente, indicó que “frágil favor a nuestra convivencia democrática le hace la afrenta y la diatriba que se efectúa desde sentimientos ignominiosos; desde las filas del justicialismo no encontrará respuesta agresiva a sus constantes e irresponsables injurias y vilipendios, lo que exigimos con firmeza y convicción, es respeto hacia las instituciones y las personas, máxima cordura en sus declaraciones, y estricto acatamiento a los solicitudes de la justicia sin pretextos ni subterfugios”.