Habrá más de 130 líderes mundiales en una sesión que pondrá el foco en Siria. Además de los presidentes de los EEUU y Brasil, en Nueva York habrá discursos de Irán, Francia, Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay y la Argentina, entre otros
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, será la encargada de pronunciar el primer discurso en el plenario, tal como lo marca la tradición, tras las palabras iniciales del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El mandatario estadounidense, Barack Obama, su homólogo iraní, Hasan Rohani, el jefe de Estado francés, Francois Hollande, el colombiano Juan Manuel Santos, la argentina Cristina Kirchner y el uruguayo José Mujica son otros de los oradores previstos en la sesión de apertura.
Siria es el tema que está en boca de todos en Nueva York, en momentos en que la comunidad internacional observa con impotencia el agravamiento del conflicto que ha dejado más de 100.000 muertos y dos millones de desplazados en 30 meses.
Los Estados Unidos y sus aliados comenzaron desde el domingo por la noche a desplegar intensas gestiones diplomáticas para avanzar en una solución a esta guerra civil.
Obama amenazó recientemente con una intervención militar en represalia por un ataque con armas químicas de Bashar al Assad, aunque frenó esa opción tras un compromiso con Rusia, aliado y protector del régimen sirio, para que Damasco destruya su arsenal de ese material.
Ese plan ruso-estadounidense podría conducir a la aprobación de la primera resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria tras tres intentos bloqueados por Moscú, pero las negociaciones entre ambas partes para acordar ese texto permanecían estancadas, dijeron diplomáticos este lunes.
El escollo está en la inscripción o no del texto de la resolución en el marco del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas. Éste prevé medidas coercitivas que van de las sanciones económicas al uso de la fuerza, en caso de no cumplimiento de sus compromisos por parte de Siria.
Rousseff pedirá nueva gobernanza mundial de internet
Antes de la intervención de Obama, se espera un fuerte discurso de Dilma Rousseff contra la política de espionaje mundial, que motivó la anulación de una visita de Estado de la mandataria brasileña a Washington prevista para el 23 de octubre.
Rousseff cuestionará la gobernanza de internet altamente dependiente de los Estados Unidos, en busca de mayor protección contra acciones como las que hizo públicas el ex consultor de Inteligencia estadounidense Edward Snowden.
Esta cuestión del espionaje ha afectado a numerosos gobiernos latinoamericanos, por lo que seguramente se convertirá en un punto de consenso a lo largo de los discursos de los líderes regionales en Nueva York.
En la jornada del martes, contará con la presencia de Santos, Kirchner, Mujica, la costarricense Laura Chinchilla y el paraguayo Horacio Cartes, pero América Latina no tendrá, en cambio, en la tribuna al mexicano Enrique Peña Nieto, quien canceló su viaje debido al desastre climático que afecta a su país.
De su lado, Venezuela pidió a Ban Ki-moon "garantías" para que el presidente Nicolás Maduro y su comitiva sean "respetados" cuando asistan a la Asamblea General.
Irán muestra a los EEUU voluntad de diálogo sobre programa nuclear
En paralelo al conflicto sirio, hay otro tema que ocupa buena parte de los debates y negociaciones diplomáticas: el programa nuclear iraní, sobre el cual el nuevo mandatario, Hasan Rohani, intenta convencer a Occidente de las buenas intenciones de su país.
Muestra de la voluntad de diálogo de Teherán, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, se reunirá el jueves al margen de la Asamblea General de la ONU con sus homólogos del 5+1 (los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), informó el lunes la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton.
En la reunión, estará presente el secretario de Estado norteamericano John Kerry, algo sin precedentes desde que la cuestión nuclear se convirtió en un contencioso entre Irán y los Estados Unidos.
Rohani, que reemplazó al confrontativo Mahmud Ahmadinejad, podría incluso reunirse con Obama, lo que significaría un avance impactante entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas desde 1979.
"Estamos abiertos a contactos con el gobierno iraní a varios niveles si cumplen sus obligaciones de responder a las preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa nuclear", señaló en ese sentido el asesor adjunto de seguridad nacional estadounidense, Ben Rhodes, en el avión que transportaba a Obama desde Washington a Nueva York.
La cita anual de la ONU en Nueva York servirá además para pasar revista a los puntos calientes del planeta (Malí, Yemen, Libia, República Democrática del Congo), en un mundo convulsionado y bajo la amenaza del terrorismo, como lo mostró el sangriento ataque del fin de semana en Nairobi.
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