Demoró más de una semana en dar a conocer los nombres de su lista. Y hay maniobras solo destinadas a mellar la imagen de Baragiola. Raverta celebró una decisión de la Justicia Electoral y Montenegro sumó apoyos.
Hay que reconocerle a Carlos Arroyo cierta coherencia. En 2015 tuvo un plan secreto y en 2019, cerca del epílogo de su mandato, se mantuvo en la senda del hermetismo: durante diez días no se supo prácticamente nada sobre la lista de concejales con la que intentará ser reelecto.
Surge sin embargo una diferencia notoria: el arquitecto de aquella estrategia electoral que lo depositó en la intendencia casi sin dar pistas de lo que haría en el gobierno no es el responsable del nuevo comportamiento enigmático. Para decirlo sin rodeos, el lugar de Emiliano Giri lo ocupa Guillermo Arroyo.
La noche del cierre de listas el hijo del intendente dejó trascender que él sería el primer candidato a concejal de la Agrupación Atlántica. Diez días después anunció que no forma parte de la nómina y que el primer precandidato es el director de Protocolo, Hernán Tillous. El reemplazo obedece a una ocurrencia de último momento. Guillermo Arroyo decidió que no quiere seguir en el Concejo. Imagina que rendiría mejor en un puesto vinculado a la comunicación, una de las áreas en que cree que el gobierno de su padre ha fallado. La forma en que se comunicó la lista no parece insinuar ninguna mejoría.
En su flamante rol de vocero de la Agrupación Atlántica, partido que ahora preside, ventiló además el motivo por el que su padre eyectó del gabinete al director de Cooperativas, Hernán Alcolea: el funcionarioestaba almorzando con el secretario de Cultura, Christian Rabe, y el de Tecnología, Sergio Andueza, cuando Tillous y el subsecretario de Legal y Técnica, Gustavo Gil de Muro, participaban de una audiencia por el acampe que cercaba a la Municipalidad. Una foto de ese mitin habría terminado de enfurecer al intendente.
Cada vez más alejado de Arroyo, Giri salió en defensa del funcionario caído en desgracia y habló de una señal “poco transparente”. Estrujó así una de las banderas que al intendente siempre le gustó levantar: la de la transparencia.
Lo cierto es que desde el cierre de listas de hace dos semanas ya emigraron del gabinete dos hombres del PRO: Agustín Neme, que forma parte de la lista de Guillermo Montenegro, y Alcolea, que tampoco ocultaba esa preferencia partidaria por encima de la candidatura de Arroyo. ¿Serán los últimos o apenas fueron los primeros?
En la materia que tanto preocupa a su hijo, el intendente tuvo esta semana un acierto tangible y un error grosero. Logró algo que no solía conseguir ni cuando formaba parte de Cambiemos: anunció junto a un funcionario nacional un evento trascendente. Recibió a Hernán Lombardi, el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, y confirmó la llegada de Tecnópolis Federal en las vacaciones de invierno. Eran asuntos que, sin ser intendente, ya se había acostumbrado a capitalizar Montenegro. Pareció un premio excesivo para un jefe comunal que venía de adjudicarle el cierre de la planta de Zanella en el Parque Industrial al gobierno nacional.
El yerro aludió a otro anuncio. En uno de los días más fríos del año, en el que la agenda pública se centraba en los padecimientos de los que duermen en la calle y las vicisitudes de quienes quieren ayudarlos, Arroyo anunció con escaso sentido de la oportunidad un refugio para perros.
La novedad electoral más importante de la semana no tuvo nada que ver con todo aquello. La justicia Electoral aprobó la subdivisión del circuito 370, cuya amplitud obligaba a vecinos de diversos barrios del sur y el oeste de Mar del Plata a concurrir a votar a establecimientos educativos demasiado alejados de sus casas. Al reclamo de un nuevo formato, impulsado por Fernanda Raverta, se habían sumado en su momento la Defensoría del Pueblo y Maximiliano Abad. La candidata kirchnerista siempre observó esas incursiones como una intromisión en su propuesta, por eso apenas la anoticiaron de la subdivisión salió a difundirla. Intuye que no solo beneficiará a los vecinos de ese sector en el que se calcula que habitan 60 mil personas,sino que también le reportará réditos electorales.
Montenegro anotó por su parte el respaldo presencial de Patricia Bullrich. Antes de ser víctima de un video falso, la ministra de Seguridad se sumó a la campaña del candidato del PRO y dejó en claro su preferencia por él en la PASO contra Vilma Baragiola. El diputado también había abrochado una foto con el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, y en el cierre de la semana compartió el anuncio de la biblioteca pública virtual con el ministro de Gestión Cultural bonaerense, Alejandro Gómez.
La radical es consciente de que los respaldos para el diputado seguirán llegando en cadena, pero confía en que eso no alcance a dar vuelta las encuestas. Se ilusiona, además, cuando ve a los principales sectores de la UCR encolumnados tras su candidatura. Tras la desprolijidad de la noche del cierre de listas, los radicales se han convencido de una cosa: solo volverán a gobernar Mar del Plata de la mano de Baragiola.
La concejal contó en los últimos días con una colaboración impensada: Hernán Mourelle, el personaje más impopular del gobierno de Arroyo, ha decidido hacer campaña en su contra. El secretario pagó una publicidad en Facebook para denostar a Baragiola por una ordenanza que aprobaron todos los bloques destinada a condonarle una deuda a la Biblioteca Popular Juventud Moderna, una institución histórica de la ciudad. El custodio de los recursos públicos recogió en esa andanada más críticas y reproches que gestos de aprobación.
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