El oficialismo provincial espera hasta último momento para definir su lista en función de los candidatos que elija el Frente de Todos e impulsa una campaña que destinará más recursos ahí donde el albertismo cuenta con mayor densidad.
A menos de dos semanas de que venza el plazo dispuesto por la Justicia Electoral para la presentación de candidatos en el oficialismo provincial sólo hay versiones respecto de quienes serán los elegidos del Centro Cívico, y apenas las candidaturas de Alejandra Vigo al Senado y Natalia de la Sota a Diputados se dan por sentadas.
En el Frente de Todos el panorama no difiere demasiado. Se sabe que Carlos Caserio liderará la boleta con la que buscará renovar su lugar en la Cámara Alta, y se presume que Martín Gill terminará consintiendo ocupar una candidatura testimonial en el primer renglón del tramo Diputados, aunque esto comprometería drásticamente sus posibilidades de jugar, en el 2023, por dentro de la renovación peronista con el visto bueno de Juan Schiaretti.
El resto son especulaciones. Versiones y trascendidos. Lo cierto es que, al margen de la disputa interna por la configuración de la lista, ninguna de las dos fuerzas quiere mostrar las cartas antes de tiempo.
Entre tanto, Hacemos por Córdoba ya trabaja desde hace semanas en la campaña, y se prepara para afrontar los días más álgidos en la búsqueda de votos. En la Capital, la mesa de dirección de campaña fue definida hace casi un mes, y en estos días se están conformando las mesas de cada seccional.
En el interior, el oficialismo provincial ya configuró ocho mesas regionales y digita una campaña diseñada departamento por departamento para disputar los apoyos al Frente de Todos, rival directo con el que peleará el segundo lugar. El primero, se descuenta, será para Juntos por el Cambio, que si se divide podría terminar acaparando toda la representación en el Senado, dejando fuera del podio a alguna de las ofertas peronistas.
En esa lucha palmo a palmo entre el oficialismo provincial y su par nacional, el primero calibra cada movimiento en función de la disputa que se dará en cada región de la provincia.
La mesa encargada de guiar las acciones de campaña en el departamento General San Martín, por caso, se mantiene expectante ante la posibilidad de que Martín Gill, secretario de Obras Públicas de la Nación e intendente de Villa María en uso de licencia, termine quedando confirmado como candidato del FdT. Y en el caso de que eso sucediera, estudia la posibilidad de proponer al ministro de Producción Eduardo Accastello, o a su ex esposa y ex intendenta de aquella ciudad (al igual que Accastello) Nora Bedano, como candidatos de la boleta de HpC.
En la mesa del departamento Colón, segundo más poblado de la provincia, entienden que el albertismo ha cosechado más fidelidades de las esperadas, y desde la Jefatura de Campaña pretenden que Facundo Rufeil asuma un mayor protagonismo abroquelando a los intendentes de la región detrás del Centro Cívico. No es una tarea fácil. Se trata de uno de los departamentos en los que la nación ha volcado más fondos.
En Punilla, departamento de procedencia de Caserio, las instrucciones son que Matías Montoto, intendente de Huerta Grande, trabaje para sumar adhesiones peronistas sin interferir en Carlos Paz, donde Esteban Avilés trabajará juntando a los socios de HpC.
Santa María, por su lado, será el escenario de una de las batallas más duras, entre los hermanos Torres y Walter Saieg, ex intendente de Alta Gracia y dirigente alineado con el albertismo. El interés del PJ en este departamento es muy grande, ya que ven que Saieg se está moviendo mucho. Es probable que la Provincia inyecte fondos en el departamento durante la campaña, aunque la Nación ya lo viene haciendo.
La mesa regional de San Justo, de momento, es conducida por el vice gobernador Manuel Calvo, que al igual que Ignacio García Aresca, sucesor de Martín Llaryora en San Francisco, tiene chances de terminar en la boleta. El que no sea candidato quedará a cargo de liderar la mesa junto a la legisladora llaryorista Alejandra Piasco, que conserva una relación correcta con Calvo.
La mesa regional del norte es, probablemente, la que enfrenta una tarea más compleja. Allí el FdT ganó nueve departamentos en las PASO y cinco en las Generales de 2019. HpC cuenta con el intendente de Cruz del Eje, Claudio Farías, como principal referente, mientras el FdT tiene a Gustavo Eslava y a Tania Kyshakevych, aunque ésta última, al igual que Saieg de Santa María, habría retomado el diálogo con el oficialismo provincial según algunas versiones.
La Jefatura de Campaña descuenta que Farías trabajará fuertemente en Cruz del Eje, pero extender ese esfuerzo a otros municipios de la región demandaría volcar a mayores recursos provinciales y ofrecer mayor contención política a los dirigentes de la zona.
La mesa encargada de coordinar en el sur provincial, entre tanto, es una de las mejor plantadas por el volumen político del oficialismo en esa región. El único peligro, menor, podría provenir da la construcción que Gill haya logrado entablar con los intendentes de la zona. Y de cuanta afinidad logre mantener el albertismo con dos personalidades del sur provincial: Adriana Nazario y Roberto Urquía.
Por Felipe Osman
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