Roxana cuenta en el texto que es mamá de una nena de dos años, pero tuvo que retirarse de su hogar por violencia que sufrí en forma continuada durante largos años, y a pesar de haber hecho denuncias en todos los organismos que conoce, no pudo terminar con esta situación. «A todo esto, por no volver con él, mi ex decidió castigarnos una vez más del modo más cruel que puede tener una persona, o mejor dicho un padre: dejando a su hija en la calle», dice y aclara que vendió la casa en la que vivían y se compró un auto. «Como resultado de esto, mi hija y yo no tenemos actualmente dónde vivir», señala.

Además describe que el agresor es empleado de planta del Ministerio de Desarrollo Social y se capacitó en temas como la violencia de género. «Con estas capacitaciones obtuvo el puntaje para ingresar a planta», aseguró por lo cual cuestiona: «¿Cómo analizaron los antecedentes de Walter Daniel Colla, si tiene denuncias desde 2011 y en 2014 fue ingresado en planta?».

Es así que Roxana le recuerda a Soneira, quien participó de la marcha por #NiUnaMenos, que se entrevistó con ella sin tener más respuestas de que se comunique con la línea 137. «Yo podría haber sido una menos y por librarme de ese infierno me quedé sin hogar y no tengo trabajo», expresa con muestras de desesperación. Es así que solicita que tome cartas en el asunto, y que, con los recursos del Gobierno y del Ministerio que dirige puedan darle una solución habitacional y un trabajo digno para poder mantener a su hija.