Entre marzo de 2022 y julio de 2024 se producirán 37 vencimientos de cuotas de capital de los cinco tramos de préstamos recibidos durante el macrismo. El dilema de maximizar las medidas para contener la salida de divisas
Si se comparan las ventas de dólares para importaciones registradas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) con los valores FOB registrados por el INDEC, surge una diferencia de 3200 millones de dólares entre 2020 y 2021. En parte, esto explicaría por qué fue tan difícil para el Banco Central juntar reservas. Este dato surge de un informe realizado por el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES).
“El hecho notorio se dio en 2020, ya que las importaciones cayeron un 14 por ciento en plena pandemia mientras que los pagos se aumentaron un 22,0%”, explicó a BAE Negocios Tomás Paez, integrante de GERES.
La cuestión de las reservas sigue en el centro de la escena del crecimiento proyectado (y necesitado) para este 2022 y las metas pautadas con el FMI.
“Creo que en 2022 habrá menos dólares para financiar importaciones, sobre todo cuando se lo compara con los 6200 millones de diciembre”, sostuvo a BAE Negocios la economista Marina Dal Poggetto, de la consultora EcoGo. La afirmación viene a cuenta de la aceleración registrada entre diciembre y enero de este año, donde sabresalió cierto componente especulativo según la interpretación que realizaron desde el Banco Central y la Unión Industrial Argentina.
“El precio de la soja y las lluvias amortiguaron en el margen la escasez pero nuestras cuentas dan que habría 4000 millones de dólares menos que en 2021. En este sentido, creo que sí se morderá el arrastre estadístico y la economía crecerá muy poco en promedio”, agregó la economista.
Hay una pregunta que se repite: cómo se hará para agrandar una torta que debería alcanzar para mejorar la actividad, aumentar reservas en casi 5000 millones de dólares, según lo pautado con el organismo y pensar en su re distribución hacia áreas y sectores vulnerables.
Para el ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, este año la Argentina podría aumentar sus reservas internacionales en 3326 millones de dólares. En esta cuenta incluye los supuestos desembolsos extras de casi 5000 millones que haría el Fondo correspondientes a lo que ya se pagó durante el año pasado.
De todas maneras, el detalle de esos desembolsos forma parte del secretismo que inunda la negociación. Con un dato relevante: entre marzo de 2022 y julio de 2024 se producirán 37 vencimientos de cuotas de capital de los cinco tramos de préstamos recibidos durante el macrismo, mientras que lo que resta pagar de los intereses del stand-by asciende a los casi 1800 millones de dólares, otro lastre que erosionará las cuentas del Banco Central.
También sigue sin clarificarse cómo se hará para reducir el déficit y aumentar el gasto público en términos reales sin aumentar impuestos, al menos en la cuantía del Aporte Solidario a las Grandes Fortunas. Para el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IpyPP), que dirige Claudio Lozano, los resultados fiscales de 2021 serían una “anticipación del ajuste en el marco de la negociación con el FMI”.
“El acuerdo que se está terminando de definir con el FMI le impone a la Argentina una reducción del 40% del déficit primario al 2023 y del 70% al 2024 y restricciones más duras en el plano de la emisión. Esto implica un ajuste de casi 9000 millones de dólares que difícilmente provengan de una mejora en la ´eficiencia´ tributaria”, sostuvo a BAE Negocios Ana Rameri, coordinadora del IPyPP.
“Sin expansión del gasto en materia de política de ingresos y contención salarial, la perspectiva del consumo no será muy alentadora para sostener el crecimiento hasta ahora experimentado en la producción, cuestión que se agrava con la suba prevista de las tasas de interés. De concretarse el acuerdo con el Fondo, los limitantes para el crecimiento vendrán por las condicionalidades fiscales y monetarias”, concluyó la economista del organismo que conduce Lozano.
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