Los expertos alertan del empeoramiento de la salud de miles de españoles ante dos pandemias que, ahora, se han fusionado: la de la COVID-19 y la obesidad. El confinamiento ha sido uno de los agravantes de esta situación, pues fue entonces cuando el aburrimiento, la ansiedad y las pocas opciones de ocio en el exterior trastocaron los hábitos alimentarios. El 15 de mayo es el Día Europeo contra la Obesidad.
A la obesidad y el sobrepeso, que ya se consideraban una pandemia, se ha unido la COVID-19 para acentuar el grave problema de salud ya existente.
Esta situación se ha dado, indican desde Cinfa, debido a los malos hábitos alimentarios adoptados durante el confinamiento y que se han mantenimiento en el tiempo.
“La ansiedad producida por la incertidumbre económica y sanitaria, o el aburrimiento pueden hacernos comer peor, picar más y consumir más bebidas alcohólicas o azucaradas. Además, pedir comida rápida a domicilio es ahora una práctica mucho más frecuente”, detalla el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.
Esto conlleva numerosos riesgos para la salud que favorecen la aparición de enfermedades, como las cardiovasculares, diabetes tipo 2 y diferentes tipos de cáncer, entre otras.
“Tampoco debemos olvidar el impacto que tiene en los niños, tanto por la incidencia de la obesidad infantil como por el aprendizaje que ellos hacen de lo que es una alimentación saludable”, recuerda el experto de Cinfa.
En la actualidad, seis de cada diez españoles tienen exceso de peso, según la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
En concreto, alrededor de un 20-25 % de la población sufre obesidad y un 30-35 %, sobrepeso, de acuerdo con estas estimaciones.
Más riesgo de un cuadro grave
Según Cinfa, existen diversos estudios que muestran que la obesidad es un factor de riesgo en caso de contraer covid.
Esto supone una mayor tasa de hospitalización, indican, así como un aumento de ingresos en UCI y el desarrollo de consecuencias graves para la salud, e incluso, la muerte.
“Por tanto, existen más razones que nunca para poner de nuestra parte y prevenir el exceso de peso con pautas de alimentación saludable y de vida activa“, incide Maset.
Diez recomendaciones1. Come de todo y en las cantidades adecuadas
Apuesta por la dieta mediterránea, con un alto consumo de cereales, frutas, verduras y legumbres, elevada presencia del pescado y algo menos de carnes blancas y lácteos y un consumo bajo de carnes rojas. También es recomendable que la ingesta de grasas sea de origen vegetal, como el aceite virgen de oliva o los frutos secos.
2. Evita los picoteos entre horas
Si realizas cinco comidas al día, te mantendrás saciado y lejos de la nevera. Desayuna fuerte, almuerza, come bien, merienda y cena ligero, siguiendo horario regulares y, si es posible, planificando con periodicidad semanal lo que tomarás en cada comida.
3. Haz la lista de la compra con antelación
Es la mejor manera de asegurarte de que llenas tu nevera de alimentos saludables y, sobre todo, de no caer en las tentaciones que nos encontramos mientras empujamos el carrito del supermercado. También es buena idea hacer la compra con el estómago lleno y marcarse un tiempo límite para llevarla a cabo.
4. No abuses de la comida rápida a domicilio
Generalmente, los menús típicos de las aplicaciones o servicios de comida a domicilio suelen ser ricos en grasas saturadas y carbohidratos y su valor nutritivo, bajo. Intenta reducir al mínimo la ingesta de comida rápida y, en su lugar, investiga nuevas recetas de platos sabrosos, saludables y fáciles de preparar. Puedes involucrar a los niños tanto en la elaboración de la lista de la compra como a la hora de comprar o cocinar.
5. Cocina sano
Apuesta por técnicas como la cocción, el vapor, el horno o la plancha y evita en lo posible las frituras y las salsas. Y procura dejar la sal en el salero, así protegerás tu corazón. Puedes sustituirla por apio, vinagre, limón o especias. Además, puedes dejar preparado un bol de frutas cortadas para que si te apetece “picar”, este plato ya lo tengas preparado y a mano.
6. Hidrátate adecuadamente y modera el consumo de alcohol
Tu organismo precisa de unos dos litros diarios de líquidos para mantenerse en forma, y más ahora que vuelve el calor. Intenta beber de seis a ocho vasos de agua al día, aunque también puedes tomar zumos naturales -sin abusar-, infusiones y caldos. En la medida de lo posible, prescinde de las bebidas azucaradas y alcohólicas.
7. Mantente activo
Con o sin pandemia, la batalla contra el sedentarismo comienza por tener la voluntad de moverse más en las acciones cotidianas del día a día, usando las escaleras en lugar del ascensor o desplazarnos andando y aparcar el automóvil. Y en primavera, no hay excusa para no practicar actividad física: montar en bicicleta, correr, patinar, pasear, etc.
8. No te pares ni en casaEFE/Mario Ruiz
Si estás confinado o en cuarentena, no tienes por qué renunciar al ejercicio. Por ejemplo, puedes caminar dentro de casa durante diez o quince minutos varias veces al día, bailar o realizar tablas de ejercicios o estiramientos. También puedes llevar a cabo actividades como pilates, zumba o aeróbic siguiendo vídeos en Internet. Además, practicar un hobby, aunque no suponga un gasto calórico, te mantendrá distraído y alejado del picoteo.
9. Duerme al menos ocho horas al día
El descanso es fundamental para nuestro cuerpo, pero, además, el insomnio y la falta de sueño están relacionados con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Por ello, trata de dormir ocho horas al día y siguiendo siempre horarios regulares.
10. Si tienes niños, no descuides su alimentación
Una alimentación correcta desde la infancia es determinante para protegernos de la obesidad, y es en esta edad cuando se adoptan los principales hábitos alimentarios, en los que la familia cumple un papel crucial.
Comentá la nota