En el marco de un acto de presentación del libro "BASES para el desarrollo de la Provincia de Buenos Aires", el Director Ejecutivo de ANSES, Diego Bossio, encabezó un acto en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata.
En declaraciones a NOVA, el funcionario oriundo de Tandil, indicó que: “el candidato político lo va a ordenar la Presidenta de la Nación”, y luego agregó: “Como un hombre de este modelo, y respetuoso de la conducción que históricamente tuvo el peronismo, en base al liderazgo de Cristina Kirchner, nosotros somos responsables y criteriosos en sus decisiones”.
Ante la polémica que se ha originado entre los presidenciables por el Frente para la Victoria Daniel Scioli y Florencio Randazzo, Bossio opinó: “Me parece que son cuadros políticos a los cuales respeto. El gobernador ha acompañado a Néstor Kirchner como vicepresidente, ha sido dos veces gobernador de la provincia de Buenos Aires electo popularmente. Ha hecho un esfuerzo muy grande para encarar cuestiones muy complejas”.
También destacó a Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos y candidato a presidente, y lo consideró como “alguien que tiene vocación y ganas”, y en referencia a Randazzo expresó que “lo aprecio” y que “ha transformado la gestión”. Destacó los trabajos realizados en materia de trámites de DNI, pasaportes y la renovación de trenes.
Finalmente, en relación a su deseo de conducir los destinos de la provincia, Bossio dijo a esta agencia de noticias: “Tengo vocación, sería para mí un gran honor gobernar la provincia de Buenos Aires, pero también es una gran responsabilidad, y no hay lugar para la improvisación”.
“Uno forma parte de un espacio político que lidera la Presidenta y en ese marco, uno va a tratar de aportar o ser una opción más para tratar desde el peronismo conducir los destinos de la provincia”, sentenció.
Enemigos íntimos
Llamó la atención de los presentes el trato distante que se dispensaron el intendente de La Plata, Pablo Bruera, quien estaba acompañado por su hermano Gabriel, actual concejal, y su antecesor en el cargo, el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak.
No solo no se saludaron, sino que evitaron mirarse o cruzarse. Alak se dio un fuerte abrazo con Bossio, al término de la conferencia de prensa, mientras que Pablo enfiló para el auditorio del Coliseo para evitar encontrarse con el Turco, ya que a ambos los une un odio visceral.
Los presentes
Entre quienes concurrieron al evento de claro tinte kirchnerista, se pudo observar al concejal platense Germán Beltrano, su par alakista el Mono Tangorra, el ministro de Educación nacional Alberto Sileoni, y el director del IPS y concejal de Almirante Brown, Mariano Cascallares, aspirante a la intendencia de ese municipio del Conurbano.
Hubo también mucha presencia de intendentes de la provincia, como Mario Secco de Ensenada, Gastón Arias de Brandsen, Tony Delfino de Suipacha, Jorge Ferraresi de Avellaneda, Ricardo Casi de Colón –quien casualmente se encontraba lejos de una botella de alcohol, su principal vicio- Mariano West de Moreno (uno de los impulsores de los saqueos en la época de De la Rúa), Aníbal Regueiro de Presidente Perón, Marcelo Racciatti de Lezama, y el Vasco Veramendi, acusado en Ranchos, su municipio, de diversos hechos de corrupción.
Golpe a golpe
También llegó a último momento el diputado bonaerense por La Cámpora, José Ottavis, a quien su ex esposa, Laura Elías, reiteradamente lo ha ligado a la violencia de género y lo ha denunciado por haber incrementado notablemente su patrimonio económico.
"Me divorcié de Ottavis por cuestiones de violencia de género; fui golpeada durante mucho tiempo por él", indicó Laura Elías en declaraciones la prensa.
"La última vez que Ottavis me golpeó fue en 2009, ya estaba divorciada, y fue delante de dos policías en la puerta de mi casa: me sacudió del brazo, me rasguñó y me pegó una trompada en el brazo", dijo. Una verdadera joyita.
Comentá la nota