Si bien las proyecciones de los ingresos tributarios marcan una mayor recaudación, habría un déficit del 0,93% del PBI.
La situación Fiscal del Sector Público Nacional no Financiero (SPNNF) durante 2019 transcurrió en la primera mitad del año relativamente acorde con las metas fiscales fijadas en términos de Resultado Primario, pero mostrando mes a mes, y sobre todo después de las elecciones primarias, los efectos nocivos de la crisis en la actividad económica sobre la evolución de los recursos recaudados a nivel nacional.
En el acumulado hasta septiembre, el resultado primario alcanzó un superávit de $ 22.892 millones, equivalente a un 0,11% del PBI. Respecto a la evolución posible de las cuentas fiscales, se pueden tomar como punto de referencia las proyecciones del cierre esperado para 2019 plasmadas en el proyecto de presupuesto nacional 2020, que marcan que se buscaría lograr la meta de resultado equilibrado.
Este resultado en rigor sería un déficit primario de -0,48% del PBI, del cual el acuerdo con el organismo permite descontar ciertos gastos en rubros sociales y de capital, es decir los “ajustadores”. Según estas proyecciones, los ingresos tributarios que vinieron creciendo un 45,7% nominal en el acumulado enero-septiembre deberían acelerarse al 56,3% en el último trimestre del año (de modo que sólo caerían un 0,05% del PBI respecto a 2018). Por su parte, los recursos no tributarios finalizarían el año un 0,21% del PBI por encima del año pasado.
Siguiendo las proyecciones oficiales, al cierre del año, el gasto primario resultaría un 1,68% del PBI inferior al del pasado año. Ahora bien, un escenario considerado como una alternativa más probable consideraría una menor velocidad de crecimiento nominal para los recursos tributarios. Si estos ingresos tributarios y de la seguridad social crecieran un 40,8% interanual en el último trimestre, redondearían una suba para todo el año del 44,4%1, por lo que medidos en términos del PBI mostrarían una caída de 0,51 puntos respecto a 2018.
En este contexto, aun manteniendo los escenarios oficiales para los diferentes rubros del gasto, el resultado primario anual para 2019 equivaldría a un déficit del 0,93% del PBI. Este sería un piso de déficit anual puesto que ya se está considerando una desaceleración importante del gasto. La diferencia con la meta con el FMI una vez que se tienen en cuenta los ajustadores sería de 0,45 puntos porcentuales, es decir unos $ 100 mil millones.
Estos datos le permitirían a la administración saliente “cerrar” su año en noviembre con un resultado primario acumulado positivo, que sería “entregado” a la nueva administración. Concretamente, todo el déficit de diciembre verificaría una brecha fiscal primaria de alrededor de 1 punto del PBI, que expresado en pesos alcanzaría alrededor de $ 200 mil millones. El próximo gobierno deberá definir de arranque cómo financia este desequilibrio.
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