Lo que se dice en las mesas: el mercado no termina de entender la Fase 2 pero ya anticipa la Fase 3

Lo que se dice en las mesas: el mercado no termina de entender la Fase 2 pero ya anticipa la Fase 3

Se escuchan muchas quejas en los encuentros entre hombres y mujeres del mercado con clientes, gestores e inversores sobre los sorpresivos anuncios del equipo económico. Recalculan pronósticos para el segundo semestre.

En los últimos días de lo único que se habla es de la mentada Fase 2 del programa económico del gobierno libertario. Innumerables análisis en pos de desentrañar los pormenores y posibles efectos de la promocionada Fase 2. Se escuchan muchas quejas en los encuentros entre hombres y mujeres del mercado con clientes, gestores e inversores sobre los sorpresivos anuncios homeopáticos del equipo económico, donde la comunicación parece no ser precisamente su mayor fortaleza.

Los jefes de research obligados a recalcular los pronósticos del segundo semestre, sobre todo, en lo vinculado al tema cambiario. Sigue dominando el interrogante sobre cuándo se terminan de levantar las restricciones cambiarias. Se reconoce el desempeño en cuanto a la disciplina fiscal y la performance del primer semestre mientras la atención se posa en el posible número que arroje el blanqueo.

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También se pondera, con sus más y sus menos, la política monetaria que busca contener la expansión de dinero y recuperar la demanda de dinero. Algo parecido con la inflación que parece haber dejado de ser “el” problema a monitorear donde la baja de la tasa mensual de inflación bajo un ajuste de precios relativos allana el camino al equipo económico para nuevos ajustes.

Entonces ¿dónde está el problema? ¿Por qué el mercado se manifiesta poco convencido, descreído con el accionar del ministro Caputo y sus adláteres? Allí surge el consenso, no hay grieta, el tema pasa por las debilidades del sector externo, en particular, de la posición actual y futura de las reservas internacionales. A todos les preocupa la presión sobre las reservas que se viene en el segundo semestre donde empezarían a jugar en contra el dólar blend y los pagos por importaciones. El Banco Central (BCRA) compra poco y las reservas caen, sentenció el economista jefe de una de las legendarias gestoras locales muy vinculada con los mercados globales.

Este tema tensionará el mercado cambiario y encima el tipo de cambio real ya no seduce, el precio de la soja en declive y el real brasileño se debilita. Por eso, decía un colega en el mismo Zoom, ¡cómo no va a subir el riesgo país y caer las acciones! Los bonos soberanos en dólares no hacen más que evaluar la situación de las reservas del BCRA. Con este panorama en las mesas de operaciones las conversaciones giran en torno a cómo posicionarse frente a este problema de las reservas.

El tema del oro del BCRA, también desprolijo en todo aspecto no solo comunicacional, tampoco juega a favor de bajar la incertidumbre por más que el Gobierno lo quiera mostrar como una jugada para garantizar los próximos vencimientos. Y si algo huele mal es la sensación que se respira miedo a la hora de hablar públicamente de la economía, todos temen represalias telefónicas y virtuales, algo impensado para un gobierno que criticó este accionar en administraciones pasadas, jactándose de la libertad desde su advenimiento al poder. Algo penoso.

Pero volviendo a las fases, como si fuera un partido de rugby, mientras terminan de entender la Fase 2 ya se habla de la Fase 3 que sería para setiembre-octubre según los recálculos de los researchs para cuando el Gobierno cierre la brecha, levante el cepo y sobrevenga algún sacudón cambiario. O sea, venga un ajuste del tipo de cambio oficial.

Claro que las LEFI estuvieron en el menú de los encuentros y conversaciones del mercado local y extranjero como así también datos de encuestas. Al respecto, en una de las más seguidas, la opinión pública frenó el descenso del tema inflacionario en el ranking de preocupaciones destacándose el tema de qué va a pasar con las tarifas.

A la hora del nivel de aprobación y de imagen, el sondeo mostró una leve caída del Gobierno y de Milei, incluso entre “los propios” (de LLA), que se asociaría con la presunción de que el Presidente negoció con “la casta”. De todos modos, la imagen sigue alta en torno al 46% cuando antes era del 49% a pesar de que la imagen negativa creció un poco, pero en el neto mejoró.

Con la gestión pasa lo mismo, empeora pero no tanto. En cuanto a los que acompañan a Javier Milei, la performance es heterogénea ya que por ejemplo la Vice, Victoria Villarruel, mejora su imagen de 49% a 52%, y donde más crece es entre aquellos que votaron por JxC, en todo segmento etario, y con una leve caída de la imagen negativa. Mientras que Patricia Bullrich, que había perdido pos PASO y en las generales y recuperó al apoyar a Milei en el balotaje, ahora logra niveles positivos similares a los de 2021/22 y también le bajó la negativa. En síntesis, la opinión pública sigue confiando en que la inflación se resolverá y le otorga, aún, crédito a Milei para continuar con estas políticas, o sea, la sociedad parece seguir “bancando” el ajuste y extiende el plazo de tolerancia a 6 meses.

Acá se ve cierta dicotomía ya que para el mercado “la cosa parece no funcionar” mientras que, todavía, para la opinión pública Milei está haciendo las tareas correctas, lo que se necesita. Este es el gran activo de Presidente, para los politólogos, quienes consideran que la inflación es el gran indicador y que el dólar altera los nervios de un segmento particular, sobre todo, de JxC.

Si bien están ganando terreno en el ranking de preocupaciones el desempleo y la pobreza, y los economistas suelen comparar la situación macro con la del 2019, en ese tiempo el desempleo era la principal preocupación para el 55% de la gente y hoy es el 23% mientras que por ejemplo las tarifas lo era para el 22% y hoy lo es para el 19%. También el índice de confianza en el Gobierno de la UTDT se mezcló en los análisis, reflejando que pese a haber caído al mínimo de la era Milei todavía refleja la resiliencia del apoyo social. Así comparan que la caída de casi 10 puntos en los primeros 7 meses de la actual gestión es menor a las del mismo período de las dos presidencias de CFK y la de Macri (17% promedio entre las 3).

Sobre el debut de las LEFI, por ahora, destacan la suba de tasas Remu y Cauciones por efecto IIBB (ingresos brutos). Por ejemplo, la caución en pesos a 1 día operó cerca del 35,4% promedio en BYMA (+200 puntos que la caución a 3 días) mientras las Lecap septiembre a 4,1% de tasa efectiva mensual y la de octubre 4,2%, lo que confirma que el mercado acertó que la tasa de política monetaria se mantendría sin cambios. Al respecto, un grupo de mesadineristas de los noventas evaluaron la última colocación de Letras del Tesoro que obtuvo $670.000 millones de financiamiento neto que irá a la cuenta en el BCRA, con la primera ausencia de letras cortas desde abril y donde el interés de los inversores por instrumentos de cobertura fue, como se preveía, acotado en un contexto con indicadores de inflación de alta frecuencia bajistas y una política monetaria y cambiaria que profundiza el rumbo de los últimos meses. Ahora la mirada está en la próxima licitación de mediados de agosto donde el Tesoro enfrentando vencimientos por casi $1,3 billones.

Un grupete de sub-30 y 40 del mercado criollo de vacaciones en Río de Janeiro temían cruzarse con el “Toto” Caputo en el Galeão (el aeropuerto internacional) quien desembarcaba para participar de la previa del G20, aunque tuvieron contactos con miembros de otras delegaciones que llegaron prematuramente a la cidade maravilhosa.

Amén de los diálogos sobre el panorama electoral en EE.UU. y las implicancias para los mercados, los visitantes extranjeros, incluso los criollos, se mostraron sorprendidos por el descubrimiento de un instituto de investigación que encontró cocaína en varios tiburones (en sus hígados y músculos) del litoral carioca. Varias especulaciones sobre cómo podía ser posible, pero los expertos brasileños se inclinan por la posibilidad de que los escualos hayan atacado algunos barcos de narcotraficantes que transportan la carga en el casco de buques o bien la droga haya llegado al mar vía las cloacas y desagües producto de laboratorios clandestinos.

Era el tema de conversación más colorido de la previa que lo que iba a ser la Fed. Si bien en la ciudad carioca hay una abundante presencia de fuerzas de seguridad, por el evento internacional, los visitantes criollos notaron más efectivos, sobre todo, en los hoteles de las delegaciones que comentaban la suba del tipo de cambio en Brasil vinculada con la incertidumbre sobre el recorte de gastos públicos del Gobierno de Lula que trepaba a más de 5,5 reales, pero para los visitantes apenas llegaba el “troco” a 5 reales, siempre y cuando los billetes verdes sean nuevos porque si no la paridad bajaba a menos de 4,9 reales. Uno de los financistas argentinos, que parece estaba desarmando el “canuto”, se quejaba que en el Free Shop no le aceptaban los “cara chica”.

En una cena, en el hotel boutique Arpoador, se habló del “pagamos como sea” del Presidente Milei hasta del dato de inflación del hijo del Mingo (PriceStats) que cayó al 2,6% -sin varios servicios pero que da una buena idea de cómo se mueve la inflación subyacente-. En la comida interpretaron que Milei como Economía querían despejar dudas sobre los vencimientos de enero (intereses de Globales y Bonares) más unos u$s2.800 millones de capital.

Es clave cómo empiece la negociación con el FMI, y el rol del Director del Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdés, criticado públicamente por Milei. Uno de los comensales, con línea directa a la mesa chica de los Sherpas del G20 y según la agenda oficial de la jefa del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, no figuraba ninguna reunión con el “Toto” quien si no logra tener un "face to face" en las reuniones a puertas cerradas, quizás tenga que viajar a Belém, donde la estadounidense participará tras el G20 de una reunión organizada por el BID por la cuenca amazónica. Por lo que ya se ha visto, Janet vino a bajar línea revalorizando a la vice Kamala Harris destacando el liderazgo de la Administración Biden-Harris en materia de cambio climático.

Otro comensal adelantó la novedad de un regreso: vuelve el Summit de The Economist Group al país, esta vez de la mano de la gestora Puente, y será en octubre para debatir el futuro de los negocios en el Cono Sur y explorar las perspectivas de crecimiento de la región y su papel en la economía mundial. La última edición tuvo lugar en 2018.

A la hora del café volvió al tapete la nueva política monetaria de Milei-Caputo sobre la que se opinó que dado que el BCRA apunta a controlar la Base entonces la variable de ajuste será la tasa, pero el nuevo esquema plantea una incógnita sobre donde debería estar la tasa real en el largo plazo. Allí se recordó que cada vez que se intentó controlar la Base, la tasa de corto fue endógenamente establecida y las tasas largas encontraron un límite vinculado con expectativas inflacionarias descendentes y crecimiento económico.

Hoy esas tasas de largo plazo superan el 8,5% en tanto que las de los instrumentos que vencen en 2025 están por encima del 5%, por ende, si la economía se normaliza entonces se deberían ver tasas reales de largo plazo más bajas porque de lo contrario habrá un impacto mayor sobre la actividad que no sería socialmente tolerable. Al cierre el comensal con nexos en el G20 comentó sobre la fuga de dinero de los fondos de mercados emergentes globales explicando que son los fondos de renta variable gestionados activamente en Europa los que registran las mayores salidas, encadenando la undécima salida mensual consecutiva.

Además sumó el dato que el mercado de futuros descuenta con una probabilidad implícita del 95% que la Fed recortará las tasas 50 puntos este año y sigue anticipando en torno a 100 puntos de recortes el próximo año, el primero en septiembre, pero también valoran los riesgos de un posible segundo mandato de Trump. En tal sentido, agregó que, según los mercados de apuestas, Donald Trump sigue siendo el favorito para ganar, pero las probabilidades implícitas de que triunfe han disminuido en 10 puntos porcentuales, del 65% al 55%, lo que las coloca a la par con el candidato ganador promedio en esta etapa del ciclo electoral, pero a diferencia de Biden, que estaba por debajo del rango de ganadores anteriores, las probabilidades implícitas de Kamala Harris están dentro de ese rango.

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