La diputada Karina Nazabal dijo que no le bajaron obras públicas en ocho años. Esto causó sorpresa enojos. La dama del ex intendente fue muy cuestionada por estar en el PJ nacional. Julián Álvarez habría dicho que su relación con el senador es “irreconciliable” y Depetris tuvo que tolerar acusaciones del ex intendente que buscaría la ruptura para quedarse con el sello del PJ.
Por Ricardo Carossino
Se suponía que el plenario del Justicialismo de Lanús iba a ser el encuentro de la unidad en el distrito para reconstruir las ruinas de la derrota. Se esperaban pases de factura, como en toda discusión política, pero lo que nadie imaginó (fuera del senador provincial Darío Díaz Pérez y la diputada provincial Karina Nazabal) era que había un plan organizado por el matrimonio que gobernó del 2007 al 2015 para provocar el rompimiento del espacio, justo en el momento en que el kirchnerismo ha explotado en mil astillas, después del sueño de las mil flores.
En estuvieron las tres primeras líneas: el diputado nacional Edgardo Depetris, Darío Díaz Pérez y Julián Álvarez. Luego estuvieron casi todas las segundas líneas: Héctor Bonfiglio, Juan Carlos Viscelino, Raúl Cosenza, Natalia Gradaschi y Norberto Carli. Ausentes: Omar López y Roberto Toti Crovella. Además estuvieron presentes todos los concejales del peronsimo.
Depetris llegó a Lanús para bajar el discurso de la unidad, ese obscuro objeto del deseo tan necesario hoy en el peronismo, pero que a niveles nacionales no está teniendo eco. El diputado nacional sabe que si la melodía desafinada del peronismo roto sale del Congreso y como un virus empieza a contagiar a la Provincia de Buenos Aires y a los Municipios, el 2017 será un desastre político para el Justicialismo.
Habrá más quiebres en el Congreso. Esta semana José LuísGioja lanzaría el bloque Partido Justicialista, con toda la clásica liturgia, pero con la idea de dirigentes remozados cantando la marcha.
Pero las derrotas provocan crispaciones, por usar una vieja palabra anti K que Clarín supo instalar años atrás. Y esas brocas, más que diferencias, explotaron en este plenario cuando se criticó, principalmente el rol de la diputada Karina Nazabal dentro del peronismo, porque la esposa del ex intendente Díaz Pérez supo renegar bastante del Justicialismo tradicional y abogó por las imágenes del Che Guevara y Chávez. Desde Raíz Social intentó construir un espacio de izquierda para generar juventudes revolucionarias que terminaron en nada.
Nadie parece olvidar ese pasado reciente de la ex secretaria local de Desarrollo Social y por empezar Roberto Carli (antes de que la diputada llegara al plenario) cuestionó de la falta de pergaminos para estar en la lista del PJ nacional, en un acuerdo que Díaz Pérez hizo con Fernando Espinoza.
El verdadero reclamo fue que el/la representante lanusense en la lista se dispuso de manera inconsulta y muchos reconocieron que no apoyaban la designación de la polémica dirigente del dariismo.
Quien salió a defender a la diputada fue el ex concejal Héctor “Lolo” Vélez, que en algún momento se unió a Nazabal, sabiendo que el poder territorial iba a comenzar a pasar por las decisiones de ella, cuando Díaz Pérez le dio plenos poderes para manejar la caja municipal.
Las otras críticas fueron contra el ex candidato a intendente Julián Álvarez de parte de una puntera de Chingolo, como Mirta Sequeira que chicaneó al ex secretario de Justicia. No es la primera vez que se oyen críticas al ex funcionario nacional de punteros que esperaban más bajadas a los barrios durante la campaña electoral.
Luego, Díaz Pérez y Nazabal llegaron dos horas más tarde, y la diputada “agarró” el micrófono, confió a Política del Sur una fuente objetable que estuvo presente, y le contestó a Carli (la señora venía bien informada de lo que estaba pasando en el plenario. Quizás la estrategia del matrimonio era dejar que todos hablaran, sin que ellos estarán, tener la data y preparar con tiempo las defensas.
Pero los argumentos de Nazabal provocaron, más que enojos, perplejidad porque criticó al gobierno nacional y se despegó del ex secretario de Obras Púbicas José López. De acuerdo a lo confiado a este medio, la diputada habría dicho que el gobierno no le había bajado obras públicas en ocho años. Dio a entender que Cristina Fernández había abandonado políticamente a su marido, cuando en 2011, luego del gran triunfo de CFK, la ex primera mandataria dio su primer discurso en Lanús, como lo hizo Néstor Kirchner en Valentín Alsina apenas salía del hospital allá por el 2010.
Cuando Nazabal hablaba y hablaba, una mujer se enardeció y le gritó que el gobierno de Díaz Pérez había sido un desastre y que no supieron gestionar. Esta mujer tuvo un ataque de nervios y trataron de sacarla del plenario.
Julián Álvarez empezó a “gritarle a Darío (Díaz Pérez)”, dijo esta fuente, “para que la pare, para que la calle, para que le saque el micrófono”. Todos habrían quedado sorprendido por la actitud política de la dama de Lanús, incluso los concejales y hasta, según asegura, la edila y cuñada de Nazabal, Luciana Agustavicius.
Al fin Díaz Pérez agarró el micrófono y trató infructuosamente de bajar el tono, pero a algunos dirigentes hasta le pareció una ironía. Habría hablado de amor, de unidad y como si fuera el líder del espacio dio por terminado el encuentro: “Acá se acabó, nos juntamos el martes que viene”.
Depetris quiso acercarse a hablar con senador provincial quien sin decir “agua va”, le disparó sin silenciador al diputado nacional: “Vos sos cómplice”.
El diputado nacional le recriminó que lo apoyó los últimos ocho años y hasta recordó que fue uno de los más leales en esa defensa, pero fue inútil. Díaz Pérez tendría la estrategia clara: la unidad lo perjudica porque Depetris toma el control del espacio y él pierde sus laureles tan criticados en los últimos cuatro años de gestión. Pero si el peronismo termina peleado, disperso, roto, quebrado, el senador se queda con el sello del PJ y eso le valdría para negociar en una futura unidad más adelante.
Por Díaz Pérez también generó que la relación con Julián Álvarez fuera irreconciliable, como habría afirmado el ex secretario de Justicia al término del encuentro, quien estaría buscando ser diputado nacional.
Todo quedó mal y le espera a Depetris una tarea titánica para unir tantos pedazos rotos por broncas y tantas voluntades individualistas que piensan en sobrevivir a la lamentable era post José López.
Ya a mediados de marzo había habido un plenario donde también se había hablado de unidad, donde el ex intendente había tenido otro tipo de discurso, pero la bomba López cambió muchas cosas en un peronismo que quiere demostrar su ADN para recuperarse.
Comentá la nota