No fueron de ocio sereno los primeros días de las mini vacaciones para la fórmula ganadora de las elecciones en Mendoza.
Gozaron de las euforias del triunfo del domingo, pero en el arranque de la semana la adrenalina política los volvió a convocar al insomnio. Ambos reiteraron la disciplinada pertenencia al modelo nacional y a la incontrastable fuerza de CFK, que sin dudas los puso en la Gobernación del Barrio Cívico.
No era para menos: Pérez y Ciurca consiguieron 37,8 % de los votos mendocinos para la Gobernación, casi 16 puntos por debajo de la catarata de la Presidenta (aquí ella consiguió casi 53 %, delante de Rodríguez Saá, que anduvo rondando el 20 %). Y a unos 9 puntos por sobre el candidato radical, segundo en la contienda local.
Ninguno de los intendentes peronistas -que renovaron sus feudos- pudo ni acercarse aquí a la catarata de Cristina. Poniendo los tropiezos afuera, ellos se excusan en que el escaso renacimiento local viene de la gestión Jaque, que aquí nunca pudo levantar presión en el fervor popular.
Jaque jura que el triunfo es por su gestión -Pérez fue su ministro de Obras- pero afuera fruncen el ceño. Los intendentes sacan pecho y en el PJ se solazan, pero la verdad es que Cristina no sólo superó con holgura en votos a la fórmula para la Gobernación: ningún intendente peronista consiguió igualar la catarata de la Presidenta (sí 2 radicales, Alfredo Cornejo de Godoy Cruz y Ricardo Manzur en Rivadavia).
Pérez cometió casi un desliz político el domingo -al menos para criterio del mendocino medio- cuando esa noche adelantó que va a escuchar a la oposición, pero que va a designar su gabinete sin extra partidarios y que los nominará luego de ver las fichas que mueve Cristina y su entorno.
Es que ya en esas primeras horas, chicos de La Cámpora lo asediaban para conseguir puestos en el gabinete y en las reparticiones. Algunos intendentes del PJ y el propio Ciurca se encocoraron y salieron a decir que ‘no bancan presiones‘ y que ‘los pibes son muy jóvenes para un ministerio‘. Para colmo, la CGT local arrimaba sus propias demandas de cargos.
Antes de irse unos días de relajo, Pérez reiteró su militante pertenencia al Modelo del Nuevo Relato y a la conducción presidencial, obvio. No faltaron analistas de sello local que al otro día le imputaron obsecuencia militante y una visión de Mendoza condicionada a la decisión del Puerto.
Y no se fue sereno: antes de irse a las sierras de Córdoba Paco Pérez invitó temprano en un hotel céntrico a los periodistas más políticos a hablar del futuro. El saldo es conocido: cuando les preguntamos su estrategia para que Mendoza recobre su perdido liderazgo político regional, montaron en una indisimulada molestia que los llevó a mediocridades y exabruptos de chato vuelo político y confrontación inútil (‘Vendedor de humo‘, le dijeron a Gioja; ‘Petisa bien vestida‘ a San Juan).
Grave error en una provincia que percibe desde hace tiempo que la estrategia social, política y económica del Oeste debe ser regional e integrada, no confrontativa entre vecinos. Pocos desconocen aquí que El Flaco lidera lo suyo, guste o no (al menos más que Jaque). Mandó modestas disculpas por Twitter desde Córdoba, adhiriendo al mensaje conciliador de Gioja (‘Es mejor construir puentes que levantar muros‘).
Primera derrota y facturas
El PJ tuvo otra prueba de fuego el jueves. Como a lo largo de toda su historia, en Mendoza la administración del agua escasa es un tema existencial, muy sensible. Y a la hora de decidir el juicio (Jury) al Superintendente de Irrigación -por irregularidades graves en el manejo del agua, en la concesión de pozos subterráneos y en la tramitación de obras- tanto los ministros de la Corte designados por el justicialismo, como todos los legisladores del palo, votaron para impedir el juicio.
Perdieron: 11 a 10 y Eduardo Frigerio -hombre impuesto a Jaque hace 4 años por el poderoso asesor presidencial, Juan Carlos ‘Chueco‘ Mazón- irá nomás a la investigación correspondiente.
Para peor, los medios recrearon la historia de dependencias -políticas y electorales- de Jaque y el propio Pérez, respecto del grupo ‘Azul‘ de Mazón tanto en 2007 como ahora en la última campaña.
Aquí dicen que ese factor, podría darle a Pérez apoyo político y recursos para mejorar su futura gestión con mejores resultados concretos que la de Celso Jaque (iría de embajador en Chile). Otros previenen que ‘tendrá las manos atadas a la Rosada y a los pibes de La Cámpora‘.
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