El jueves próximo debe realizarse la asamblea para elegir al sucesor de Hallú, pero los estudiantes amenazan con boicotearla como ocurrió en años anteriores; aún no se conoce dónde se concretará
Después de dos mandatos al frente de la universidad más grande del país y la que tiene más alumnos -unos 320.000 estudiantes-, Rubén Hallú decidió hace poco menos de dos meses no postularse a un tercero, como parecía ser su intención.
Para suceder a Hallú hay dos candidatos. Por un lado, el actual vicerrector y decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Alberto Barbieri, quien hasta el momento parece contar con el apoyo mayoritario de los consejeros, por lo que no tendría dificultades para ser el próximo rector de la UBA. Por el otro, Federico Schuster, filósofo, docente y ex decano de Ciencias Sociales, impulsado por esa facultad, Ciencias Exactas y Filosofía y Letras.
La asamblea universitaria, que el jueves próximo deberá elegir rector y vicerrector para el período 2014-2018, está integrada por los representantes de todos los claustros universitarios elegidos en los últimos meses y que asumirán en marzo próximo.
Los electores son 236 en total: 204 profesores, 52 graduados, 52 alumnos y 28 miembros del Consejo Superior (los 13 decanos y cinco representantes por cada claustro docente, alumnos y graduados).
Pero aún se desconoce dónde se realizará la asamblea. Desde hace varios meses fue descartado el Colegio Nacional de Buenos Aires, que figura en la convocatoria oficial, dados los anuncios hechos por las agrupaciones estudiantiles de izquierda de intentar impedir la realización de la asamblea.
Hallú es quien debe decidir y comunicar el lugar elegido, que tiene que ofrecer condiciones de seguridad adecuadas para los 236 consejeros electores. Lo hará,d icen, 48 o 24 horas antes de la realización de la asamblea.
Se rumorea que se hará en alguna dependencia del Congreso de la Nación. Así ocurrió las dos veces anteriores, en 2009 y 2006. En 2006 las intespestivas interrupciones de los estudiantes demoraron la elección del rector durante ocho meses. Lo hicieron recurriendo a la violencia y a irreverentes interrupciones de las asambleas. En 2009, hechos similares retrasaron la elección de graduados y profesores durante una semana.
Esta vez, las mismas agrupaciones impulsaron hace pocas semanas la toma de las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía y Ciencias Exactas, con la intención de impedir la elección del claustro de graduados y docentes. Pero los comicios se hicieron igualmente.
La semana pasada, la FUBA -conducida por representantes del Partido Obrero y de otras agrupaciones de izquierda- anunció para los próximos días el lanzamiento de una "campaña de democratización" de la UBA que incluye marchas, clases públicas y mesas en las principales arterias de la ciudad. Buscan "difundir la lucha por la democratización, juntar firmas de la población y repartir un volante" con la posición de esa organización estudiantil.
"UNA FARSA"
Estos estudiantes consideran que la asamblea electiva es "una farsa". En la página web de la FUBA informan el texto del volante que se distribuirá por las calles. Aseveran que la asamblea universitaria es "una puesta en escena ilegítima e irrepresentativa de la universidad, ya que la pequeña casta de decanos y funcionarios que la integran, y que llegan a cobrar salarios de $ 40.000 mensuales, sólo es elegida por menos del 1% de los integrantes de la UBA".
El principal motivo del malestar estudiantil es, según afirman, lo que consideran una insatisfactoria representación estudiantil en el Consejo Superior. Por eso, creen inválido el sistema actual, hasta tanto no sea reformado. Sistema que, de todas formas, aceptan para la elección de los decanos.
"La UBA es profundamente democrática. No hay universidad en el mundo donde haya una representación de docentes, graduados y estudiantes como tiene la UBA", dijo a LA NACION Alberto Barbieri. Y agregó: "Es cierto que tenemos que debatir el sistema participativo para adecuarlo a las necesidades de nuevas realidades; pero no sólo hay que discutir espacios de poder, sino también de qué forma logramos una mejor universidad".
MÉTODOS
Barbieri recordó que durante estos años de gestión de Hallú se modificaron cinco de los seis capítulos del estatuto de la UBA. Si no se reformó el referido al sistema de gobierno fue, según dijo el candidato a rector, "porque hubo una metodología para impedir que se hagan las asambleas" en las que se tratarían esos cambios. "Estamos en contra de esa metodología. El debate hay que hacerlo en el marco de la democracia", subrayó.
Lo mismo opina su contrincante en el ring político universitario, Federico Schuster. "Nosotros creemos que la asamblea universitaria es democrática según las reglas que rigen la universidad y que creemos que hay que cambiar, pero hay que trabajar desde adentro para lograrlo."
Y, refiriéndose a los jóvenes de la FUBA, Schuster dijo: "Un sector no puede pretender que los cambios se hagan según lo que ese sector plantea y que, si no es así, no son válidos. Evidentemente, hay sectores que tienen miedo al cambio, pero el cambio es parte de la posibilidad de ser mejor universidad".
La oposición a Barbieri, por parte de la FUBA, radica también en dudas sobre su supuesta vinculación con el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido. Martha Linares, presidenta de la FUBA, dijo a la prensa que "el futuro rector Barbieri asume de la mano de Julio De Vido; es un referente de la corrupción en los organismos estatales haciendo negociados de manera alevosa con la universidad pública".
CANDIDATOS A DIRIGIR LA UBA
Alberto Barbieri
Dr. en administración
Lleva dos períodos como decano de la Facultad de Ciencias Económicas y desde 2010 es vicerrector en la actual gestión de Rubén Hallú al frente de la UBA
Federico Schuster
Filósofo
Fue decano de la Facultad de Ciencias Sociales entre 2002-2006 y 2006-2010. Es docente y es el candidato del kirchnerismo a conducir la universidad
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