Los presidentes de las cámaras empresarias coincidieron en su evaluación positiva de la convocatoria en Santa Cruz, lo mismo que los gremios. El Gobierno lo leyó como una recuperación de la iniciativa política. Hubo elogios y debates sobre inflación e importaciones.
“Es la primera vez que un presidente convoca a todos los sectores de la producción”, ponderó Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción. “Fue una reunión con buena onda”, había dicho antes que nadie el jefe de la Unión Industrial, Héctor Méndez. “Fue una buena reunión. Cada uno pudo manifestar los temas que tenía en agenda. Se conversó en general”, se sumó Jorge Brito, presidente del Banco Macro y de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), a quien la jefa de Estado había aludido en su discurso de la semana pasada en Tecnópolis, cuando planteó que quería hablar con “los titulares” y no con los suplentes que, según ella, conforman las listas de la oposición. “Fue excelente”, completó Carlos Heller, del Credicoop y la asociación de bancos públicos y cooperativos (Abappra).
El desfile mediático de los principales hombres de negocios le dio aire a la primera iniciativa política de la Presidenta después de las PASO. “Conseguimos crear un mejor clima, se termina esto de que el Gobierno es autista y se empieza a trabajar en temas concretos que van a recrear expectativas económicas”, se entusiasmó un miembro del gabinete ante este diario. El Diálogo Político y Económico continuará probablemente en dos semanas con encuentros sectoriales para profundizar los temas que dominaron la charla en el Obispado de Río Gallegos. Ayer no había definiciones al respecto, sino evaluaciones sobre lo ocurrido. “Hubo mucho ida y vuelta entre la Presidenta, los empresarios y los sindicalistas. Cristina tiraba un tema y cada uno daba su opinión en tono constructivo”, agregó otra fuente oficial.
No se produjeron encontronazos ni intercambio de ideas en tono subido, pero sí se generaron debates sobre algunos temas. Los más intensos se dieron en relación con las causas de la inflación y a la política de administración de las importaciones.
n “Si la inflación fuera del 25 por ciento, como dicen algunos, la economía no podría funcionar como lo hace. Acá debatimos mucho sobre el termómetro, sobre si se mide bien o se mide mal, pero se esconde lo fundamental, que es que los precios no los sube el Indec, sino los empresarios, y que la principal causa de la inflación es la puja distributiva”, argumentó CFK.
n “Si la inflación es del 10 por ciento entonces las paritarias podrían ir a un esquema del 15”, sugirió Eurnekian con algo de malicia, pero con tono neutro, como una propuesta al pasar. El tema se cerró ahí, mientras que los sindicalistas presentes, Antonio Caló, Hugo Yasky, Gerardo Martínez y Ricardo Pignanelli, insistieron con la necesidad de combatir el trabajo en negro y mejorar la capacitación de los trabajadores.
En ese punto, la Presidenta les pidió a los empresarios que redoblen esfuerzos para invertir en capacitación, ya que el año pasado sólo lo hicieron el 15 por ciento de las empresas, según indicó. Cristina Kirchner describió una situación económica favorable en un contexto internacional complicado. Destacó el aumento que vienen registrando las importaciones, del 11 por ciento interanual en julio, y dentro de las cuales las compras de bienes de capital crecieron 18 por ciento. Esto proporciona evidencia de la recuperación del proceso de inversión local.
El presidente de la Copal (empresas alimenticias) y director de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja, aprovechó la ocasión para pedirle a la Presidenta que destrabe 150 embarques que están demorados en la Aduana. CFK le dijo que se ocuparía del tema, pero que en un contexto de miles de declaraciones juradas de importación que se presentan todos los meses, que existan 150 expedientes con algún problema demuestra que el sistema de administración del comercio funciona con razonable fluidez y no se afectan cadenas productivas. Estos debates seguirán en las reuniones sectoriales y, dentro de un mes, en un nuevo encuentro de los mismos asistentes de anteayer.
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