La salida de Posse y la llegada del exministro del Interior a la Jefatura de Gabinete impondrá una nueva forma de ejercicio del poder. Habrá mayor eje en la gestión y se redefinirá la relación con el Congreso. La AFI, bajo el ala de Karina Milei.
Martín Dinatale
Desde la simple gestualidad expuesta en una reunión ofrecida en un café porteño con casi todo el gabinete hasta la definición puertas adentro de imponer agilidad a la gestión, mayor transparencia y diálogo la decisión de Javier Milei de realizar un cambio de Gabinete implicará en adelante la intención de virar abruptamente en la estrategia de ejercicio de poder del Gobierno.
El Presidente llegó ayer a Estados Unidos para emprender una seguidilla de reuniones con los empresarios top de las tecnológicas de Silicon Valley pero en Buenos Aires dejó un mandato firme: la salida de Nicolás Posse en reemplazo por Guillermo Francos en la jefatura de Gabinete significó una movida que va más allá de los nombres y buscará impregnar a la Casa Rosada otro rítmo y "un empujón en la gestión", como dijo el nuevo jefe de ministros.
Nueva etapa
"Es una nueva etapa de una gestión que continúa", sintetizó Francos en su primera conferencia para inaugurar los tiempos que se vienen y la despedida a un esquema cerrado, poco dialoguista y hermético que tuvo la era de Posse.
En la reunión de Gabinete que lideró ante la ausencia de Milei, el flamante jefe de Gabinete designado impartió el mensaje presidencial que "se terminó la etapa de revisiones". Ahora habrá más diálogo hacia afuera con la oposición y se buscará agilizar al máximo la gestión. Esto va en contra de la idea de que "todos los funcionarios están bajo análisis" que Milei había lanzado la semana pasada ante la inminente salida de Posse.
Francos fue directo cuando habló del pedido expreso de Milei con el cambio de Gabinete. "El Presidente me ha pedido impulsar la gestión en combinación con la situación política", dijo. No hacía falta aclarar demasiado: el Gobierno necesita cuanto antes aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal para avanzar con el proceso de reformulación del Estado que se propuso Milei y dar muestras de gobernabilidad hacia afuera.
Según coincidieron ante El Cronista al menos cuatro funcionarios de peso del Gabinete la nueva gestión de Francos en la jefatura de Gabinete buscará evitar el "embudo" de decisiones y resoluciones sin firmar que Posse frenaba. El secretario Legal y Técnico, Javier Herrera Bravo fue víctima de esa saturación de decretos y resoluciones que Posse taponaba.
La idea ahora es darle mayor dinamismo al gobierno y transparencia. Ello implicará imponer el esquema dialoguista que viene desplegando Francos desde la aprobación en Diputados de la ley bases.
De hecho, ayer el designado jefe de gabinete se trasladó al Senado para avanzar en un acuerdo final con la oposición dialoguista que le permita a La Libertad Avanza aprobar de una vez la ley Bases y el paquete fiscal. Allí habló con los senadores dialoguistas junto a Victoria Villarruel.
Cómo queda la reestructuración de la Jefatura de Gabinete
El propio Francos lo graficó: "Voy a trabajar y seguir conversando con los distintos sectores para encontrar los mejores caminos para la Argentina", dijo.
Para imponer este esquema la Jefatura de Gabinete se encamina a una reforma profunda del Gobierno. Francos absorberá el actual Ministerio del Interior con las secretarías a cargo y a la vez buscará descentralizar la jefatura de ministros. Esto es: de las ocho secretarías quedarán la mitad, estiman. Para ello se prepara un decreto para modificar la ley de Ministerios.
A la vez, el Gobierno se dispone a evaluar el gabinete que dejó Posse con el vicejefe de gabinete, José Rolandi incluido. Pero las revisiones terminarán allí. "No habrá más ministros o secretarios bajo revisión", aclararon a El Cronista dos funcionarios de peso.
En esta etapa se reformulará también el accionar de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) donde se eyectó a Silvestre Sivori, quien dependía directamente de Posse y varios funcionarios, incluida la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, señalan como el motor de operaciones de espionaje interno del propio gobierno. En adelante la AFI dependerá directamente de la hermana del Presidente aunque el reemplazante de Sivori no se definió aún.
La incógnita sobre el ministerio para Sturzenegger
La llegada inminente de Federico Struzenegger es otra de las novedades en esta nueva era del gabinete de Milei. El Presidente quiere que el economista de su confianza tenga una secretaria o Ministerio a cargo. Se buscará que esta nueva figura con cargo en el gabinete lleve adelante el proceso de modernización, reestructuración y reformas que Milei tiene aun en mente. Hay unas 3000 normas por derogar que llaman las "leyes hojarasca" o en deshuso.
La incógnita central que transita la idea del desembarco de Sturzenegger en el Gobierno es por estas horas dilucidar cómo será su convivencia con otros dos tres economistas en el Gobierno, dos de peso como Milei y Luis 'Toto' Caputo y la tercera con menor peso pero con impronta propia como es la canciller Diana Mondino. La definición del lugar y las formas que tendrá Sturzenegger se darán al regreso de Milei de Estados Unidos.
En la evaluación inicial que ayer hacían muchos funcionarios de la nueva era en el gabinete de Milei quedó expuesto un balance de ganadores y perdedores.
Ganadores y perdedores
Entre los ganadores se ubicaban sin dudas a los dialoguistas Francos, la vicepresidenta Victoria Villarruel, Mondino y Mariano Cúneo Libarona. Estos funcionarios son los que apostaron desde el inicio de la gestión por una esquema más abierto y aperturista.
La convocatoria al Consejo de Mayo que lanzó Milei en Córdoba para acordar propuestas del Pacto de Mayo forma parte del primer desafío de este sector más allá de la aprobación de la Ley Bases en el Senado.
Este sector cuenta como triunfo inicial la aprobación en Diputados de la ley Bases con acuerdos transversales alcanzados. Pero el reto del Senado es mayor. Confían en el apoyo de los gobernadores aliados a la Casa Rosada.
Por otra parte, en el bando de los perdedores Posse y Sívori dejan el gobierno bajo la idea de que el esquema hermético, poco transparente y ajeno al diálogo fracasó en los primeros cinco meses de gestión Milei.
Este sector contaba con el visto bueno de otros duros o halcones como Patricia Bullrich, Santiago Caputo o Sandra Pettovello. Quizás estos funcionarios viren rápidamente a la nueva etapa que se abre. La etapa de la adaptación inmediata es una enseñanza que aprendieron varios funcionarios del mismo Milei.
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