El retorno a la actividad en la comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuentas, ahora con la presidencia de Nicolás Lauría, fue el escenario para acentuar las diferencias que se agudizan, día a día, entre el Municipio y la Provincia. El Ejecutivo solicitó autorización para comprometer fondos de futuros ejercicios -incluidos los del Ente Municipal de Servicios Urbanos- para afrontar las erogaciones que demande la regularización de la deuda contraída con el Instituto de Previsión Social (IPS). 

“Lo que estamos trabajando ahora es por las contribuciones patronales del 2014 al 2018 que este Municipio dejó de pagar. En un contexto donde se reconoce poco la ayuda de la Provincia a la ciudad, donde permanentemente se hace hincapié de una supuesta discriminacion”, expresó la edil del Frente de Todos, Virginia Sívori, quien agregó: “Fue voluntad, evidentemente, del IPS trabajar un convenio que al Municipio le convenía”. 

El acuerdo plantea un plan de pago de 36 cuotas y una reducción del interés del financiamiento del 80%. A sabiendas que, se trata de “un capital de 98 millones de pesos” y “se sumaron 215 millones más por intereses”, precisó Sívori, quien sumó: “A partir de ahora vamos a tener que ser más explícitos para no dejar que estos discursos confundan un poco a la ciudadanía”. 

En ese sentido, el presidente del bloque Vamos Juntos, Agustín Neme, retrucó: “Acá hay una deuda contraída, el Instituto no le da ningún beneficio al Municipio. Hay una gestión de ambas partes para que la deuda se subsane. Nada tiene que ver con otras cuestiones”. 

Ante este contexto, el edil pultista, Horacio Taccone, ofició de mediador. “En un funcionamiento ideal de las instituciones, que estamos muy lejos de eso, no sería necesario destacar este hecho. Se lo hace porque del otro lado se viene argumentando presuntas discriminaciones que no le hacen bien a la ciudad”, sentenció. 

En concreto, oficialismo y oposición votaron de forma unánime el pedido del Ejecutivo para saldar la deuda contraída, en la gestión anterior, con el IPS. Pero, una vez más, todo momento para la política parece ser tierra fértil para sembrar diferencias.