La semana que viene será la última licitación de 2020, en la cual se buscarán $125.000 millones a través de Ledes, Lepase y Lecer. Luego se definirá el monto de devoluciones al Central.
Por: Estefanía Pozzo.
A solo siete días de que cierre 2020, las miradas empiezan a fijarse en 2021. El perfil de vencimientos de instrumentos de mercado para el año próximo que deberá enfrentar el Tesoro asciende a un total de $2,1 billones, confirmó a Ámbito una fuente oficial. La mayor parte de esos vencimientos se concentran en el primer y el tercer trimestre del año próximo.
Un informe elaborado por la Secretaría de Finanzas reveló que el perfil de vencimientos de 2021 concentrará una fuerte carga en enero y febrero, en cuyos meses el Tesoro deberá afrontar alrededor de $200.000 millones y $250.000 millones respectivamente; y también entre julio y agosto, meses en los cuales los vencimientos rondan los $230.000 millones y los casi $350.000 millones. En el extremo opuesto, los meses menos cargados son marzo, junio, noviembre y diciembre.
En lo que va de 2020, el Gobierno realizó 39 licitaciones. El próximo martes 28 será la última de 2020, a través de la cual el Tesoro buscará colocar $125.000 millones entre una Letra a descuento (nueva) y una Lepase (S31M1) que vencen el 31 de marzo y dos Lecer a descuento, una que vence el 21 de mayo (X21Y1) y otra en septiembre (X13S1). La próxima semana, el Tesoro enfrentará el vencimiento de una Lede (S30D0) por $125.304 millones, de acuerdo a información relevada por la Oficina de Presupuesto del Congreso. El resultado de esa licitación le permitirá a Economía, según le comentó una fuente a este diario, definir el monto que devolverá al Banco Central en concepto de Adelanto de Utilidades, una decisión anunciada por Economía a comienzos de noviembre.
A lo largo de este año, el Ministerio de Economía se propuso como objetivo revitalizar el mercado de capitales local, que venía golpeado después del reperfilamiento anunciado en agosto de 2019 por el ministro Hernán Lacunza en medio de tensos días cambiarios. El camino, con algunos traspiés en febrero debido a la decisión de postergar el pago del bono dual (AF20), comenzó a consolidarse con los meses y el Tesoro diseñó instrumentos de inversión más atractivos al mercado, siempre en un contexto de rígidos controles cambiarios que dificultaron las opciones de dolarización de las carteras.
El saldo de las licitaciones realizadas entre enero y noviembre permitió al Tesoro un financiamiento extra a sus obligaciones por $336.000 millones. En ese mismo tiempo, el Tesoro Nacional emitió $2,1 billones en letras y bonos soberanos. El porcentaje de roll over fue de 61% en el primer trimestre del año, saltó a 102% en el segundo y subió a 127% en el tercero. La marca de octubre, que llegó a un porcentaje de refinanciación de 246%, estuvo impulsada sobre todo por la colocación dólar linked, un instrumento que el mercado recibió con apetito en medio de renovadas presiones cambiarias. En noviembre el porcentaje de refinanciación llegó al 105%.
Otra de las operaciones que llevó adelante la Secretaría de Finanzas, que conduce Diego Bastourre, fueron distintos canjes. “Hasta el momento se emitieron y canjearon a través de operaciones de mercado un total de más de $3 billones en nuevos instrumentos en pesos”, dice el documento publicado por la administración nacional, al tiempo que remarca que “estas acciones permitieron descomprimir el horizonte de vencimientos en el corto plazo”. A través de estos canjes, Economía consiguió pesificar títulos en dólares por un total de u$s6.700 millones.
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