Matías Moreno

En medio de las turbulencias que provoca en Juntos por el Cambio la disputa por las candidaturas de 2023, Mauricio Macri ratifica que está dispuesto a jugar a fondo para reforzar la identidad de Pro dentro del conglomerado opositor y conducir la discusión ideológica sobre el futuro perfil del espacio. Mientras sus herederos se enredan en un laberinto de pujas internas y pases de factura, el expresidente se siente cómodo en el papel de guardián del “cambio”: convencido de que hay un resurgimiento de la cosmovisión del liberalismo económico en la sociedad, reivindica sin tapujos el rumbo de su gestión nacional y busca darle su impronta al plan del próximo gobierno, en caso de que Juntos por el Cambio vuelva al poder. Por eso, machaca con que el “populismo light no será una opción” en 2023 y no oculta su hartazgo con el “discurso cínico progre” o las posturas “políticamente correctas”.

Anoche, Macri volvió a marcarles la cancha a sus aliados tras los chispazos con el ala progresista de la UCR, sobre todo, con Gerardo Morales y Martín Lousteau. Alertado sobre la aprobación de la reforma previsional para los empleados estatales en Tierra del Fuego -podrán jubilarse con 55 años de edad hasta el 2027- el cofundador de Cambiemos y exmandatario lanzó una ofensiva con artillería pesada.

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En un mensaje que difundió a través de sus redes sociales, Macri no solo apuntó contra los representantes del oficialismo en el distrito, donde gobierna Gustavo Melella, aliado de la Casa Rosada, sino que también criticó con dureza a los legisladores de la UCR que votaron a favor de los cambios en el sistema previsional. “Una vergüenza lo que hicieron los legisladores de Tierra del Fuego del FDT y Juntos por el Cambio. Flexibilizaron requisitos de jubilación para empleados públicos y podrán jubilarse con veinte años de aportes sin importar la edad. La fiesta la pagan los que trabajan. O somos el cambio o no somos nada”, remarcó Macri.

LA OPOSICIÓN INSISTE EN TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA

Poco después, el fundador de Pro reforzó su mensaje: dijo que la reforma “proyecta sobre toda la sociedad una idea muy negativa de obsolescencia de las personas” y que las jubilaciones anticipadas son “una catástrofe para las cuentas estatales y una injusticia para los trabajadores de otras provincias”. Bullrich y Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) se sumaron a las críticas a los representantes locales de Juntos por el Cambio.

Los apuntados por el fundador de Pro en su mensaje son Federico Sciurano, exintendente de Ushuaia e integrante de Evolución Radical, la fuerza de Lousteau, y Liliana Martínez Allende, titular de la UCR local. En el entorno del expresidente aseguran que Macri no buscó marcarles la cancha a Lousteau y Morales después de que lo desafiaran en el acto del sábado pasado de la UCR en Costa Salguero. Afirman que apenas se enteró de la votación en Tierra del Fuego decidió salir a diferenciarse y manifestarse en desacuerdo con la reforma. “No fue en tono político, sino que salió por el fondo de la cuestión. Considera que la medida está mal”, señala uno de los colaborados más cercanos de Macri.

El mensaje de Macri, que provocó la reacción de Melella -le pidió que se informara mejor sobre los alcances de la reforma y lo trató de “repetidor de frases hechas” y “discípulo del ajuste”-, agitó la interna de la oposición en Tierra del Fuego. El régimen de promoción económica y fiscal para las industrias en Tierra del Fuego ya había generado un cruce entre la Coalición Cívica y la UCR hace un par de semanas.

Horas antes de que el exjefe del Estado activara la ofensiva contra sus socios, el diputado nacional Federico Frigerio (Pro), uno de los referentes locales del macrismo junto a Héctor “Tito” Stefani, su rival interno en la pelea por la candidatura a gobernador, había hablado con Macri y Patricia Bullrich, entre otros referentes nacionales del espacio, para alertarlos sobre el impacto de la reforma en las arcas de la provincia.

Furioso con la actitud de sus aliados de la UCR, que avalaron las modificaciones, Frigerio acusó a Melella de hacer “populismo previsional” que “llevará al colapso a las cuentas provinciales”. Y dijo que los legisladores radicales son “cómplices” del oficialismo local. “Están otorgando privilegios a algunos empleados del sector público en detrimento de los trabajadores del sector privado”, subrayó el diputado de Pro, quien considera que Melella fundió “la caja de jubilaciones”.

Frigerio advirtió que “para solventar el mayor gasto” por la reforma subirán “las contribuciones patronales, los aportes personales y se cobrará un importe extraordinario a los nuevos trabajadores estatales”. También aventuró que los cambios podrían desatar una “catarata” de demandas judiciales contra el Estado provincial.

El diputado les transmitió a Macri y a Bullrich que la jugada contaba con el acompañamiento de los radicales. “Es una fiesta populista”, bramó. En el macrismo local acusan a sus socios de tener una postura concesiva con el oficialismo y haber negociado con Melella fondos y cargos en las estructuras del Estado. “Somos la única oposición en el distrito”, insistió.

Macri, Rajoy, Uribe y Piñera disertaron en un foro organizado por la consultora Abeceb.Télam

Desde el radicalismo rechazan esas versiones. Sciurano, alfil de Lousteau en el distrito, despegó a los jefes nacionales de la UCR de la jugada. De hecho, Lousteau se encuentra en Irlanda, donde participa de un ciclo de charlas con economistas. A Morales, que no está de acuerdo con la reforma, no lo había advertido sobre la votación. “Es pan para hoy y hambre para mañana. Es pegarse un tiro en el pie”, dijeron cerca del jujeño.

Sciurano advirtió que no se inmiscuirá en las internas de Juntos por el Cambio. Defendió su aval a la reforma con un informe en el que desgrana el impacto de los cambios y compara los beneficios del sistema jubilatorio fueguino con el de la Anses. Según el representante de Evolución Radical, un empleado estatal fueguino aporta de su salario un 27% más que un privado -que está bajo la órbita de la Anses- en sus treinta años de contribución. Además, sostuvo que un docente estatal fueguino -que puede jubilarse a 50 años- aporta al sistema previsional el 16% de su salario, mientras que uno privado, el 11%.

Pese a las justificaciones de sus socios, Stefani se sumó a la ola de críticas: “Es una medida irresponsable de un dirigente que solo administra la cosa pública, pero no gestiona en las áreas fundamentales para el desarrollo de la provincia”, sostuvo.

Para el diputado de Pro, Melella está “hipotecando el futuro de los trabajadores”, ya que la reforma, a su criterio, no es sostenible porque “la caja” previsional fueguina es deficitaria. “Es una medida cortoplacista y populista, que apunta a una cuestión electoral y tiene poco que ver con las problemáticas de los fueguinos”, indicó Stefani. En paralelo, alertó sobre la situación del sistema educativo: “Esto se reflejará en menos y peor empleo para los fueguinos”, alertó.

Mientras el tablero de Juntos por el Cambio se mueve al ritmo de la interna entre Larreta y Bullrich, con epicentro en la Capital, Macri mueve sus piezas. Frente al desafío de Morales y Lousteau, presume de sus vínculos con otros exponentes del radicalismo como Alfredo Cornejo, Rodrigo De Loredo, Martín Tetaz o Gustavo Valdés. De hecho, el expresidente se mostró con esos cuatro dirigentes de la UCR durante los últimos días, cuando la espuma por el homenaje a Alfonsín aún no había bajado en Juntos por el Cambio.

Es más, Cornejo, que confrontó con Morales por el tenor de las críticas que le dirigió a Macri durante el acto del sábado en Costa Salguero, también rechazó la reforma previsional en Tierra del Fuego. “Es una irresponsabilidad que hayan sacado esa ley”, dicen cerca del exgobernador de Mendoza. En sintonía con Macri, Cornejo advierte que no se puede aumentar la presión sobre las arcas públicas. Cerca de Morales despotrican contra el mendocino: le recuerdan su paso por el kirchnerismo y lo acusan de ser “empleado” del expresidente. “No vaya a ser que termine con Milei”, advierten.

Tras el lanzamiento de su nuevo libro, Macri continúa con su cruzada para imponer su cosmovisión -insiste en que Juntos por el Cambio debe definir el “para qué” pretende volver a gobernar- y mostrarse como el garante del “cambio”. Esa avanzada tensiona el vínculo entre el Pro y la UCR y la CC.

En el entorno de Macri repiten que el expresidente pretende fortalecer la unidad de la coalición opositora, pero que no pueden descuidar el concepto del “cambio”. Inquieto por la irrupción de Javier Milei, Macri no quiere que el Pro pierda frescura y busca revalorizar su fisonomía.

Anteayer, al participar del Foro de Abeceb “El Otro Cambio Climático”, donde estuvo junto a los exmandatarios Mariano Rajoy (España), Álvaro Uribe (Colombia) y Sebastián Piñera (Chile), Macri remarcó que “todo lo políticamente incorrecto es cagar a la gente”. Y advirtió que el próximo gobierno deberá impulsar “todas las reformas necesarias, con coraje”. “El año que viene se acaba el populismo en la Argentina por varias décadas”, afirmó.