Por Carlos Ferraro.
Será imposible en cualquier trabajo periodístico, por lo menos durante las próximas semanas, no referirse a la muerte del más grande jugador de fútbol de todos los tiempos. La tempranera muerte de Diego Armando Maradona, la sorpresa y el dolor que en diferentes grados atravesaron a toda la sociedad generan la inevitable mención. Pero -por presumir estas líneas de ser una columna política-, más allá de las consideraciones deportivas, sociales, sociológicas, culturales y hasta antropológicas, que merece el paso del "10" por la vida, no se puede obviar que la breve despedida del astro se recordará como uno de los mayúsculos papelones políticos de la historia argentina, que engendró con inusitada generosidad la "intelligentsia" mediática del Gobierno nacional y su desesperación por capitalizar el momento para satisfacer su angurria politiquera.
Ocurrió lo que debía ocurrir: pretender pasar más de un millón de personas por el cuello de botella de un salón de la Casa Rosa en menos de diez horas, no terminó en tragedia por un milagro. Y continuó con las derivaciones imaginables: de un lado, las figuras prominentes del Gobierno culpando al jefe de Gobierno de la Caba, a la policía, a la familia del ilustre deportista fallecido; del otro lado y defendiéndose por los hechos de una represión de alto calibre en las avenidas y calles de la ciudad, las autoridades porteñas se defendieron recordando el origen de la genial idea, lanzada irresponsablemente a contrario sensu del sentido común a que obliga el coronavirus, enrostraron que dentro del propio Palacio de Gobierno, con las principales autoridades del país allí reunidas, se sucedieron acontecimientos tan pe ligrosos como denigrantes para vida nacional.
En verdadero homenaje "al Diego" ojalá podamos comenzar a olvidar lo ocurrido ese viernes, y levantemos el recuerdo imperecedero del inimitable genio que dejó entre otras muchas enseñanzas: "Cuando yo me equivoqué, pagué, pero la pelota no se mancha", dijo. La maravillosa estatura eterna y mundial de Maradona ya se elevó por sobre las miserias y jamás podrá ser manchada por el estiércol con el que pretendieron usufrutuar su velorio y su sepelio, y menos aún por la vergonzante guerra de acusaciones que aún hoy persiste entre los protagonistas de una de las páginas más patéticas de la historia nacional.
A pesar del duelo nacional decretado, y de la consternación con que los argentinos sobrellevaban la dolorosa pausa, la realidad no daba tregua. En medio del luto oficial, ingresó al Congreso el proyecto del presidente Alberto Ángel Fernández para convertir en juez federal Nº 1 de la ciudad de La Plata, con competencia electoral, al actual juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, protagonista de la causa D'Alessio, matriz del proyecto de enredar a funcionarios y periodistas en la trama conocida como "Puf-Puf" para terminar volteando la "Causa cuadernos", hoy a punto de quedar en la nada. También por esas horas, en Senadores se aprobaron los cambios de la legislación vigente para poder elegir con nueva mayoría, nada menos que al Procurador General de la Nación.
Horas antes, el juez subrogante de Comodoro Py Marcelo Martínez de Giorgi no encontró ningún motivo para demostrar las supuestas multimillonarias defraudaciones en los subsidios al transporte por las cuales el exjuez Claudio Bonadio había procesado a la expresidente -hoy vice- Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, declarando su sobreseimiento. No sólo alcanza a la hoy vicepresidente, sino también a doscientas personas más, entre funcionarios y empresarios, supuestos partícipes de aquella defraudación al Estado. Figuras como Rodolfo Schiavi, Julio De Vido, José López y otros se vieron beneficiados. No se saber qué destino tendrá la investigación acerca de los 609 mil millones de pesos desaparecidos entre 2004 y 2014.
También, ocultas por las noticias del "Diez" se conoció que se irán del país, después de 50 años de actividad, empresas emblemáticas como Danone y Sodimac Home Center, agobiadas por la presión tributaria, la incertidumbre jurídica y el futuro incierto. Para esta semana, también se esperan informaciones relevantes acerca del "impuesto a los ricos" ya aprobado en Senadores, y todavía resuenan las "perlitas" de dos datos: las naftas volvieron a subir 2,5% y se anticipa que en diciembre volverían a trepar, mientras la actividad industrial cayó 3,8%.
Con una coalición gobernante pisando el acelerador y una coalición opositora debatiéndose en una densa nebulosa de desencuentros, Argentina ingresará al último mes del año, soñando con la llegada de vacunas contra el coronavirus, esperando la segunda ola de la pandemia, sin haber logrado zafar todavía de la primera.
En Jujuy, el esperado acto de inauguración de los laboratorios productores de aceite de canabis quedó suspendido -oportunamente- por las razones del duelo oficial nacional. La oportunidad le da tiempo al Gobierno de la Provincia para imaginar una salida elegante ante la caída del socio norteamericano que pidió su quiebra en el país del norte. Quizás busque otro socio o tal vez pueda gambetear con algún recurso nacional o local que sostenga esa sociedad del Estado, que como todas las que atraviesan momentos complicados, miran en el astillado espejo de lo que fue la trama ingenio La Esperanza alguna luz en el fondo del túnel. De todos modos, todo está listo en El Pongo y la inversión realizada no tendrá marcha atrás, aunque deba ralentizar su ritmo.
Los jueces en lo contencioso administrativo Sebastián Damiano y Fernando Pedicone, y su secretario Elbio Zubieta, notificaron que hicieron lugar al recurso de numerosos padres de estudiantes del secundario, que mediante una cautelar lograron que se quite validez a todo lo actuado con los sorteos para ocupar bancos dispuestos por la ministra de Educación Isolda Calsina. El fallo trae tranquilidad porque pone en suspenso por un tiempo lo que definimos con la decisión demasiado autoritaria e inconsulta que termina generando un problema donde no lo había. Es verdad que el gobierno educativo no puede estar sometido a una situación de asamblea permanente, pero los resultados de la gestión dejan a la vista situaciones indeseadas por todos, que finalmente, terminan golpeando en la mandíbula al mismísimo gobernador.
Ahora habrá reuniones mientras el final del año y el comienzo del nuevo ciclo lectivo les respira en la nuca a funcionarias, padres, alumnos y Justicia. Hablando de la Justicia, dos voces golpearon por estos días de duelo al Gobierno de Jujuy. La señora Milagro Amalia Ángela Sala Leyton de Noro volvió a manifestarse dolida por la forma en que la Justicia se habría olvidado de ella, o en todo caso, en que la política no resulta del todo efectiva todavía para arrancarle los grilletes con la cargó el Gobierno de Gerardo Morales y la Justicia jujeña. Y el exjuez de la CSJ, Eugenio Zaffaroni, como lo hace cada tanto, volvió a la carga con recomendar a la intervención al Poder Judicial local, proyecto extrañamente generado por un senador de la Provincia, como si esas actitudes extremas alguna vez hubiesen resuelto los problemas que dicen atacar. Pero, obviamente, el juego de la política y los intereses que jamás terminarán de conocer y comprender los ciudadanos de a pie siguen su curso.
El Gobierno sostendrá su posición de no aumentar un peso más de lo anunciado a los trabajadores estatales. Y estos sostendrán la indiscutible realidad de la caída del poder de sus salarios. "Si quieren volvemos a conversar con los docentes en febrero y con los demás en marzo" fue la propuesta oficial, como si dentro de tres o cuatro meses, estuviese por ocurrir un milagro en el país. Esta semana se retomarían conversaciones y buenos oficios desde ambas partes.
Y esta semana también se seguirá fatigando mesas de diálogo por el caso del transporte urbano que hoy, volverá a una relativa normalidad, mientras las soluciones estables y de fondo siguen hirviendo en el caldero de las imposibilidades de los empresarios, los trabajadores, y los usuarios, que de paso, miran como las multimillonarias cifras de subsidios que se tragan los transportes de la Caba y la provincia de Buenos Aires, transforman en ridículas y discriminatorias las ayudas del Gobierno central a las Provincias. El combo es gravísimo y por ahora, la crisis, queda en stand by. Mientras se asoma la Navidad, muchos jujeños que parecen vivir en un termo, siguen bregando por vivir un carnaval "como los de antes".
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