El domingo a la madrugada, tres jóvenes fueron arrollados por un tren tras una pelea a la salida de un boliche. Ayer, tres acusados por el hecho fueron llevados a la fuerza a la policía por integrantes del grupo contrario. Reclamos ante la comisaría.
“Hasta ahora, lo único cierto es que hubo tres muertos luego de una pelea entre dos grupos, pero no se sabe concretamente si las víctimas fueron empujadas debajo del tren por las personas que los perseguían. Es una hipótesis que no está confirmada.” Consultado por Página/12, el comisario Gustavo Reales, de la comisaría de José C. Paz, negó que hubiera detenidos o demorados en la causa en la que se investiga el hecho ocurrido en la madrugada del domingo, en la estación ferroviaria de esa localidad. “Los amigos de las víctimas trajeron (por la fuerza) a tres personas a las que señalaron como integrantes del grupo que habría arrojado a los otros chicos abajo del tren. Lo que hicimos fue tomarles los datos, pero no los interrogamos. Esas personas no están detenidas ni demoradas”, aclaró Reales. Los únicos que prestaron declaración testimonial fueron dos amigos de los chicos fallecidos, quienes dieron su versión de los hechos. Ahora, la Justicia llamó a declarar a esos testigos que acusan y después decidirá si toma alguna medida respecto de los tres “imputados”.
Anoche, amigos, vecinos y familiares de Jonathan Retamosa, Fabio y Maximiliano (no fue posible obtener los apellidos de los dos últimos) hacían una vigilia frente a la comisaría primera de José C. Paz, a pocas cuadras de la estación donde ocurrió la tragedia. “Los demorados no son tres, son siete. Porque eran siete los que formaban parte del grupo que mató a los chicos”, le dijo a este diario Ana, una amiga de las víctimas.
De acuerdo con su testimonio, ella y sus amigos tienen información concreta sobre el grupo que habría “arrojado bajo el tren” a Jonathan, Fabio y Maximiliano, de 18, 16 y 20 años, respectivamente. La pelea comenzó luego de que los dos grupos salieran del boliche bailable Scombro, ubicado en las cercanías de la estación de José C. Paz, pero los roces habían comenzado antes de llegar a la calle.
El comisario Reales desmintió las detenciones. “Por el momento no hay detenidos ni demorados. Lo que se está esperando es que las autoridades ferroviarias envíen a la Justicia los videos registrados tanto por la máquina del tren que arrolló a los chicos como el de una cámara que está cerca de la estación de José C. Paz, para ver si hay datos que puedan servir para esclarecer lo que ha sucedido” en la madrugada del domingo. “Lo único que sabemos, a ciencia cierta, es que hubo una gresca entre dos grupos que son de acá mismo, de José C. Paz, no es gente que haya venido de otro barrio, son de acá”, insistió Reales.
–¿Se sabe cuál fue la razón de la pelea? –quiso saber Página/12.
–No lo sabemos. Lo único que quedó claro es que había un problema que venía de antes, pero nadie quiere hablar de ese punto. Es un misterio, todos callan sobre ese punto –respondió el comisario Reales.
Ana, la amiga de dos de los chicos fallecidos, sostuvo que “ya se presentó un testigo para hacer la denuncia contra los autores del crimen, pero hay otros dos más que todavía no se atrevieron a venir, pero ya lo van a hacer”, aseguró la joven. Ella y los amigos que la rodeaban fueron rotundos: “No hay ninguna duda. Los otros los persiguieron y los tiraron abajo del tren. Lo hicieron intencionalmente”. Junto a ellos, sentados frente a la comisaría, estaban algunos familiares de Jonathan Retamosa.
Mariana, la suegra del joven de 18 años, cuenta una versión parecida de los hechos, pero con una variante: “Jonathan no participó de la pelea. Hay testigos que dicen que él estaba sentado, comiendo una hamburguesa, en un bar que está al lado de la estación José C. Paz. Vio que venía el tren y que los otros dos chicos eran arrojados bajo las ruedas. Los quiso salvar, pero él también murió en el intento. Nosotros creemos que puede haber sido así porque era un chico muy bueno, muy solidario, que nunca participaba en hechos violentos ni en peleas”. Mariana admite que hay “otra versión que dice que a Jonathan también lo empujaron hacia el tren”.
Otros familiares de Jonathan comentan que el chico venía arrastrando una grave enfermedad de la que se estaba recuperando en forma lenta. “Por esa razón creemos que él no estaba en condiciones de andar peleando por ahí. Además, era un chico muy tranquilo, incapaz de hacer una macana”, ratifica el abuelo de la novia de Jonathan. Los chicos vivían en pareja, en la casa de los padres de ella.
Ayer por la tarde, los amigos y vecinos de las tres víctimas armaron un revuelo frente a la comisaría, para pedir “justicia para Fabio, Maxi y Joni”, como escribieron en una de las paredes de la seccional. El comisario Reales dijo que se produjeron “algunos tumultos y forcejeos” porque un grupo numeroso de jóvenes trajo a la rastra, por la fuerza, a tres chicos que fueron señalados por ellos como “integrantes del grupo de arrojó a las víctimas debajo del tren”. Un vidrio de la comisaría fue roto de una pedrada, pero a diferencia de otros casos similares, el blanco de la furia no fueron los policías. Sólo se les exigió, a los gritos, que detuvieran a los presuntos responsables “de un triple crimen”.
Los familiares directos y los amigos de las víctimas fueron convocados para hoy, a las 10, por el fiscal general de San Martín Marcelo Lapargo. En la Justicia se abrieron dos causas, una por el hecho que terminó con la muerte de los tres jóvenes y una segunda por los sucesos ocurridos ayer frente a la comisaría. Pablo Salerno, subsecretario de Seguridad del municipio local, ratificó que el hecho, al que calificó de “lamentable”, ocurrió “después de una gresca entre dos grupos, pero por ahora no se puede determinar si cayeron bajo el tren por accidente, mientras escapaban, o si los arrojaron los otros”.
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