Después del revés por la planta de YPF, Kicillof acelera su construcción nacional en oposición a Milei

Después del revés por la planta de YPF, Kicillof acelera su construcción nacional en oposición a Milei

Cómo se vivió en la Provincia la elección de Río Negro. La estrategia de no confrontar con otros gobernadores y la apuesta de mostrar gestión para consolidarse como la “alternativa” al proyecto libertario.

Por: LuciaAisicoff.

No hubo sorpresas. La mesa chica de Axel Kicillof ya estaba preparada para el revés que implicó el anuncio de que la planta de Gas Natural Licuado (GNL) de YPF y Petronas no se instalará en Bahía Blanca sino en Río Negro. Lo supieron cuando escucharon, un par de semanas atrás, a Javier Milei decir sin eufemismos en una entrevista que el gobernador era un “lastre” y un “expropiador serial”. Entendieron que el directorio de la empresa no jugaría en contra de la voluntad expresada por el Presidente, por eso se apuraron a ensayar una contraofensiva, pese a estar convencidos de que la decisión estaba tomada. 

“¿Qué hubiera pasado con (el presidente de YPF) Horacio Marín si autorizaba la inversión en la Provincia? Seguro lo echaban acusándolo de zurdo o de narcoterrorista”, graficaron a elDiarioAR desde la mesa chica del gobernador. La nota con el periodista Alejandro Fantino, en la que Milei se insistió con el perfil “comunista” de Kicillof, no fue el único indicio de su voluntad de que la planta se instalara en Río Negro; el equipo bonaerense ya lo había empezado a “olfatear” en las reuniones con el directorio de YPF. “Entendimos que estaban buscando cómo justificar técnicamente una orden política. Todavía estamos esperando los supuestos estudios técnicos que indicarían que Río Negro es una mejor opción”, sostuvieron.

Las últimas semanas hubo mucho ruido y versiones cruzadas respecto a la negociación. Desde el gobierno bonaerense insisten en que el presidente de YPF minimizó el hecho de que la Provincia no hubiera adherido al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Sin embargo, el Gobierno nacional buscó instalar que ese fue uno de los principales motivos para el cambio de locación. 

El vocero Manuel Adorni sostuvo que Kicillof es un “delirante fiscal” que no les daba seguridad a YPF y Petronas. “El RIGI y haber firmado el Pacto de Mayo implican que las condiciones a futuro son mejores en Río Negro que en Buenos Aires”, explicó al marcar la diferencia con el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck. En el entorno de Kicillof niegan la validez de ese argumento y se apoyan en que la Ley de Promoción de Inversiones de la Provincia, aprobada en la gestión de Daniel Scioli, les garantizaba condiciones similares a las del RIGI. También indican que algunos temas –como la cesión de jurisdicción– los iban a compensar con el proyecto del Régimen Provincial de Fomento de Inversiones Estratégicas, una iniciativa que manejaron con mucho hermetismo y que al día de hoy no ingresó a la Legislatura. 

Lo cierto es que esa jugada de Kicillof fue un intento de adhesión encubierta al RIGI. El gobernador, que se opuso desde el primer día a la Ley Bases, se negaba a ceder. Por eso había definido enviar una nueva regulación que generara condiciones fiscales similares a las que pregonaban desde la Rosada. Ante las agresiones públicas de Milei, los funcionarios bonaerenses planificaban un viaje a Bahía Blanca con legisladores –opositores incluidos– para dar una señal política de apoyo a la instalación de la planta. La contraofensiva no pudo ser, porque el anuncio de YPF los sorprendió antes de lo esperado. 

“Vieron que estábamos juntando apoyos, se apuraron y anunciaron esto, de un día para el otro”, dijo a elDiarioAR una fuente del gobierno bonaerense y agregó: “Los estudios no están. YPF dice haber contratado la consultora Arthur D. Little, lo anunció hace unos días, cuando la decisión ya estaba tomada. Hasta ahora nadie la había mencionado”. 

Sin puentes con la Rosada 

No existe un diálogo formal entre Kicillof y Milei. El gobernador fue convocado solamente dos veces, más allá de las actividades protocolares: la primera fue en diciembre cuando un fuerte temporal dejó 13 fallecidos en Bahía Blanca, y la segunda fue con el resto de los mandatarios provinciales cuando el Gobierno presentó la primera versión de la Ley Bases. Tampoco hubo un proceso de acercamiento con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pese a su perfil más conciliador. 

El diálogo entre sus ministros también es escueto. Javier Alonso, a cargo de Seguridad en la Provincia, coordina acciones de gestión con su par nacional, Patricia Bullrich; mientras que el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, tiene comunicación con Capital Humano. Más allá de eso, las instancias de comunicación son pocas.

Alonso y su par de Infraestructura, Gabriel Katopodis, se reunieron hace unos días con Francos para insistir con el traspaso de la Autopista Perón. Se trata de uno de los temas más importantes para la Provincia y, si bien destacan que en breve estarán dadas las condiciones legales para que pase a la jurisdicción bonaerense, todavía eso no se concretó. De no suceder pronto, podría convertirse en un nuevo eje de conflicto público entre ambas gestiones. 

La estrategia política de Kicillof

Desde la gestión bonaerense consideran que el revés con YPF no fue un hecho aislado y acusan a la Nación de apelar al viejo “látigo y chequera” para castigar a las provincias. Sin embargo, la jugada de Nación, que esta vez puso en juego una megainversión de más de 30 mil millones de dólares, parece haber acelerado los tiempos e impactado en la estrategia de Kicillof. 

El Presidente y el gobernador se eligen como adversarios, porque les resulta útil confrontar entre sí. En la gestión bonaerense consideran que Milei buscó “asfixiarlo” para poder marcar un contraste con él. “Querían que Axel se estrelle y la gestión sea mala para hacer un uso político de eso, pero no lo pudieron hundir. Cerramos primer semestre con superávit”, sostuvieron a elDiarioAR. 

Durante la conferencia en la que planteó la posición de la Provincia, Kicillof decidió no subirse a una discusión con Weretilneck, a quien su oscilante relación con la Rosada no le impidió adherir rápidamente al RIGI nacional. Una confrontación directa con uno de sus pares complicaría su estrategia de mostrar una mirada federal y abrir el diálogo con mandatario de cualquier signo político. La estrategia de Kicillof será mostrar capacidad de gestión y avanzar con su construcción nacional. Apostará a que el conflicto lo consolide como una alternativa competitiva contra Milei. 

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