El emprendedor belga, Gunter Pauli, fue uno de los invitados especiales de la 2da. Conferencia Ambiental organizada por UISCUMARR. En diálogo con ComunicaRSE, describió las cualidades de su modelo de negocio de la Economía Azul y cuestionó el modelo de la sustentabilidad y la economía verde. Además, arremetió contra las Conferencias Climáticas de la ONU por no lograr cambios sustanciales en la estadística.
La conferencia ofrecida por Gunter Pauli en Buenos Aires abordó las “diez tendencias” que pueden transformar el mundo de los negocios. Arrancó su disertación criticando a quienes lo llaman “El Che Guevara” de la sustentabilidad, o la denominación que le dio el periódico Huffington Post de “El Steve Jobs de la Economía Azul”. Para Pauli, los Gurúes no son necesarios, lo que se necesita, afirmó, son emprendedores dispuestos a la acción y a la innovación que comuniquen sus buenos ejemplos para que el resto del mundo se sume a esta carrera. "Necesitamos buenos ejemplos empresarios que inspiren", dijo.
Pauli propuso diferenciar su concepto de “Economía Azul” del concepto de sustentabilidad, de la economía verde y de la economía circular. “Trabajé 30 años en la economía verde y quedé frustrado, para mí la principal debilidad de esta economía es que hay que pagar más por algo que es un bien para mí y para la naturaleza”, afirmó Pauli al auditorio. “La economía azul implica cambiar la forma de pensar, dejar de ver y usar recursos escasos, y comenzar a usar lo que se tiene disponible, los residuos, las materias primas que están a mano. También implica ser competitivos, ganar escala, a la vez que se genera un valor para la sociedad y la naturaleza. Ya no funciona la lógica de producir lo mismo, más barato. Debemos generar otro tipo de valor”, añadió.
Pauli ofreció diez casos y ejemplos de proyectos que está implementando en el mundo con esta visión de la economía azul. A continuación ofrecemos un breve resumen de los proyectos:
Colombia: Proyecto en Vichada, junto al Grupo Gaviotas. Es el primero autosuficiente en agua, alimentos y energía del país. Implicó una etapa de reforestación financiado a través del negocio de la resina de árbol que produce “colofón” y biodiesel. Se volvieron competitivos, y se convirtieron en el segundo productor de biodiesel con trementina de la región. Como subproducto se genera agua potable que se vende y la prima se usa para donar agua a los pobladores. Otro proyecto es la reutilización de residuos de café para cultivar hongos, y para desarrollar tejidos para la industria textil que aporta propiedades del café como la absorción de olores.
Corea/Suiza: Construcción de biodigestores para el tratamiento de aguas residuales y residuos industriales para la generación de biogás.
Bangkok: el hotel Novotel instaló en su techo centros de producción de espirulina a partir de la síntesis de CO2, agua, luz solar y sales minerales. El alga espirulina se utiliza para preparar bebidas saludables en el hotel. En el proyecto se invirtió 25 mil dólares y ha tenido tanto éxito que se busca extenderlo a 30 ciudades y más de 3000 edificios del hotel.
Pauli también mencionó que la Argentina tiene una oportunidad con el Girasol y el Cardo que pueden ser usados como reemplazo del glifosato. Describió su proyecto para transformar el Cardo en sustituto natural de pesticidas. “Argentina además no está pudiendo exportar por los elevados niveles de glifosato, es hora de cambiar su mentalidad de negocios”, comentó.
Finalmente adelantó que está en diálogo con instituciones de Bahía Blanca para comenzar a trabajar en el cultivo 3D de algas, que luego puede transformarse en biogás. Mencionó que se planea invertir 25 mil millones de dólares en este proyecto.
Luego de la Conferencia, ComunicaRSE dialogó con Gunter Pauli sobre los desafíos de aplicar su modelo en América Latina:
ComunicaRSE: ¿Cuáles son los desafíos que tienen los emprendedores latinoamericanos para aplicar el modelo de economía azul?
Gunter Pauli: “Cualquier emprendedor debe comenzar teniendo una claridad mental sobre cuál es su objetivo. Si queremos seguir reproduciendo el modelo de negocios y hacer un poco más que lo que se vienen haciendo para lograr tu porción de la torta, entonces no estarás abordando la economía azul. Ésta se trata de un modelo de negocio totalmente nuevo, y sólo funciona cuando la mentalidad de negocios es nueva. El emprendedor debe hacer uso de la creatividad y la innovación que ya circula en el mundo, no se necesita reinventar la rueda, hay que buscar modelos de negocio innovadores que ya se estén implementando. El asunto no es partir de un plan de negocio. Antes de armar el plan, es necesario ir a buscar la acción concreta y tomar el modelo como guía de trabajo”.
En la conferencia mencionaste que todos tus proyectos son Open Source (Código abierto) y que estás dispuesto a compartir tus ideas con quienes la necesiten. ¿Qué motiva a compartir esta información con otros empresarios?
“Yo creo que si tengo una solución que puede salvar al mundo, por qué voy a estar pensando en patentar esta idea. Si mi objetivo no es hacerme rico, sino crear valor para todos. Es necesario que el mundo de los negocios cambie esta actitud que maneja su vida, esta idea de que lo único que importa es hacer dinero, y dinero a corto plazo. Las empresas podemos generar otro tipo de valor, más que el dinero. Es necesario buscar el beneficio de todos. Esta filosofía es parte de mi ética de trabajo. Por ejemplo, yo encontré una solución económicamente viable para donar agua a niños desfavorecidos. Es mi deber ético compartir esta solución con el mundo. Tengo seis hijos y pienso en su futuro, qué puedo esperar para ellos si seguimos viviendo en un mundo egoísta. Esto debe cambiar”.
En tu disertación mencionaste que no crees en los Acuerdos ni en las COP climáticas. ¿Por qué? ¿Qué te lleva a descreer de los acuerdos internacionales?
“Después de 25 años sabemos que las COP y los Acuerdos que hacen los gobiernos no funcionan, no ha logrado mejoras ni avances. Yo he participado de las COP desde la primera en los años 90. Si después de veintidós COP no tenemos cambios en las estadísticas, ni mejores resultados, algo tenemos que cambiar. No podemos seguir repitiendo las mismas fórmulas.
Aclaro que no estoy criticando ni diciendo que sean inútiles por completo, pero sí creo que pese al extraordinario esfuerzo que se realizó hasta hoy no hemos llegado a donde queremos. No funcionan porque no hay nadie que tome la iniciativa en el terreno. No necesitamos más acuerdos, necesitamos acciones concretas. Necesitamos un deseo de la población general de cambiar su estilo de vida”.
¿Cuál considera que debe ser el rol del Estado para fomentar este tipo de modelo de negocios?
“El Gobierno debe ser facilitador de soluciones. Yo estoy convencido que la era del Estado Policía ya se acabó. No necesitamos más multas ni reglamentos, necesitamos incentivos. Los gobiernos no han logrado tener un mundo seguro, no han logrado protegernos contra el espionaje y el manejo de información privada indiscriminada”.
Hay un debate en nuestra región sobre la utilidad de los bonos de carbono y si es un modelo que puede tener éxito para promover la descarbonización de la economía, ¿Qué opina usted?
“Poner un impuesto a las emisiones de carbono es un paso necesario cuando el cambio no se produce voluntariamente. No tengo nada en contra de los impuestos, pero sí hay que ver a dónde se dirigen esos fondos. Si el impuesto se usa para financiar una transformación de la industria y para reducir su impacto ambiental, está muy bien el impuesto. Pero si entra en el gran agujero presupuestario del Gobierno y desaparece, entonces no sirve para nada”.
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