Apartir de hoy, la ciudad de Buenos Aires estará bloqueada por un fuerte cerrojo de seguridad, con 27 accesos inhabilitados y controles de un lado y del otro de la avenida General Paz. El operativo es una suerte de preámbulo de la nueva etapa de la cuarentena, que empieza oficialmente pasado mañana. En paralelo, los trabajadores esenciales deberán reempadronarse antes de la medianoche de mañana, cuando caducarán todos los permisos.

Para esta nueva fase, el gobierno de Alberto Fernández y las administraciones porteña y bonaerense anunciaron que reforzarán tanto los testeos como los operativos de rastreo para monitorear los contactos estrechos de cada caso de coronavirus y realizar el seguimiento. El jefe de gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pondrán los testeos y los rastreos como prioridad. El objetivo es que, combinados con las limitaciones de la circulación, se puedan reducir los contagios de Covid-19.

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Coronavirus hoy en la Argentina y el mundo: minuto a minuto y las novedades

La decisión de intensificar los testeos PCR (diagnósticos) a través del plan Detectar del Ministerio de Salud se consensuó en las reuniones que el Presidente, Rodríguez Larreta y Kicillof tuvieron la semana pasada, en las que se decidió un regreso a la cuarentena estricta. La Argentina es, junto a Bolivia, el país con menos testeos por millón de habitantes de Sudamérica. "Vamos a darles todos (los reactivos) que nos pidan. Y también en otros distritos, como Neuquén, Río Negro y Chaco", afirmaron cerca del ministro de Salud, Ginés González García.

En la ciudad, el seguimiento de las personas en aislamiento y los contactos estrechos de casos confirmados está a cargo de 1000 agentes, y en 10 días, según prometió el jefe de gobierno, duplicarán ese número con estudiantes de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. 

El viernes, junto con el Presidente y el gobernador bonaerense, Larreta se refirió a la implementación de "una estrategia focalizada, de restricciones estrictas, de testeos masivos e inteligentes que acompañen el aislamiento, y se refuerzan los cuidados individuales, para que los casos empiecen a bajar".

En cuanto a los testeos, y de acuerdo con el Ministerio de Salud porteño, son 1478 las personas las que participan de los operativos del plan Detectar en los barrios, incluidas las organizaciones sociales y estudiantes de Medicina. "Del total, 1072 personas hacen la búsqueda activa puerta a puerta de los contactos estrechos de casos confirmados", indicaron. Otras 20 se dedican a tomar las muestras. 

Hasta anteayer, los datos que actualiza a diario la Ciudad indican que la jurisdicción hizo en 15 barrios, incluidas las seis villas, 18.393 testeos diagnósticos (hisopados) desde el 5 de mayo pasado, cuando recién empezó a funcionar el plan Detectar, con la llegada de insumos al país y la habilitación de nuevos laboratorios para estudiar las muestras además de Anlis Malbrán. El 40% de esos tests dio positivo para coronavirus, aunque este porcentaje no incluye los resultados de las 98 pruebas hechas este fin de semana en La Paternal.

En la provincia de Buenos Aires, Kicillof definió junto a sus funcionarios un refuerzo significativo en el trabajo de rastreo de los casos. Fuentes del Ministerio de Salud afirmaron a LA NACION que aumentarán un 40 por ciento la cantidad de voluntarios que, en los 12 centros de telemedicina, hacen "el seguimiento de contactos estrechos y sospechosos leves que hacen la cuarentena en sus domicilios". Para la nueva etapa, ya se trabaja con la Universidad Nacional de La Plata y se van a sumar 13 universidades más, con 1200 voluntarios para realizar este seguimiento. Como complemento, cerca del viceministro de Salud Nicolás Kreplak se mostraron confiados en un aumento significativo de los tratamientos con plasma, "para evitar que muchos casos lleguen a terapia intensiva y pongan en peligro la atención sanitaria". En cuanto a la implementación del Detectar, desde el gobierno bonaerense afirmaron que son "los intendentes" los encargados de los operativos. 

Más allá de la decisión de "trabajar juntos", el Gobierno y la oposición se critican mutuamente por la implementación de testeos y rastreos luego de 100 días de cuarentena.

Para Adolfo Rubinstein, epidemiólogo y exministro de Salud del gobierno de Mauricio Macri, se necesitaría contar con por lo menos 4000 equipos de entre cuatro y cinco personas cada uno solo para la búsqueda y el seguimiento de potenciales contagios. "Si se tarda más tiempo, aumentan los contagios y no se puede bloquear el foco -continuó-. Obviamente, para eso, se necesita una capacidad de testeos entre 5 y 10 veces mayor que ahora. Es decir, lo que se está haciendo, pero en más escala y con mejor organización", afirmó el exministro del gobierno de Cambiemos. Elisa Carrió, aliada de Rodríguez Larreta en la ciudad, le pidió ayer por Twitter "no atar sus decisiones sanitarias" a lo que decida Kicillof. Por otro lado, Carolina Brandariz, directora del programa "El barrio cuida al barrio", del Ministerio de Desarrollo social, confirmó que los operativos de testeo seguirán esta semana en el playón de Chacarita, Parque Chacabuco y Boedo.