Mollaghan integrará una comisión aún no creada; la diócesis tuvo varios problemas
Aunque parece un ascenso, la decisión remueve a Mollaghan de una arquidiócesis atravesada desde hace un año por desprolijidades en el manejo de los fondos y acusaciones de maltratos. Por esa situación, el Vaticano ya había dispuesto dos "visitas fraternas" , a cargo del obispo emérito de Mendoza, José María Arancibia, que envió en diciembre un informe al Vaticano. El nombramiento es, además, una de las primeras decisiones de Francisco en una importante diócesis argentina.
El manejo de los fondos de Cáritas, a cargo del padre Osvaldo Bufarini, fue uno de los motivos de la investigación. Bufarini presidió esa institución durante varios años y pidió su quiebra ante la justicia provincial en diciembre de 2012.
De acuerdo con los registros del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el padre Bufarini libró más de 310 cheques sin fondos, que -según argumentó- fueron "para terminar un plan de viviendas" que inició en Santa Fe el Ministerio de Planificación Federal. Este sacerdote estuvo inhabilitado por un año por la Justicia y fue trasladado a una capilla en el barrio Tablada, en la zona sur de Rosario, donde vive en una casa al lado del templo.
Este tipo de irregularidades y manejos poco claros del dinero de la Iglesia sacudieron al arzobispado durante el mandato de Mollaghan, a quien muchos fieles siempre vieron alejado de los problemas cotidianos de un arzobispado como el de Rosario, una de las ciudades más castigadas por la pobreza, la droga y el narcotráfico.
Desde la entronización de Francisco en la Santa Sede, la figura de Mollaghan quedó en el centro de rumores sobre su posible alejamiento del Arzobispado de Rosario. Su relación con el ex arzobispo de Buenos Aires, con quien trabajó siete años en la curia porteña, nunca fue buena.
Mollaghan pertenece a un sector conservador de la Iglesia que en noviembre de 2005 se opuso a la designación de Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina. Con Francisco en el trono de Pedro se fortalecieron las críticas de sectores internos del clero rosarino contra Mollaghan por la manera en la que conducía la arquidiócesis.
"No es así lo de los enfrentamientos ni las posiciones diferentes con Bergoglio", aseguró ayer el ahora ex arzobispo de Rosario. "He trabajado con el cardenal Bergoglio en la curia de Buenos Aires durante siete años. He sido obispo de San Miguel y él era presidente de la Conferencia Episcopal, y hemos trabajado juntos. De tal manera que no es así lo de los enfrentamientos", afirmó Mollaghan, en diálogo con Radio Dos de Rosario.
El ex titular de la Arquidiócesis de Rosario admitió que hubo "una serie de cosas y de casos observados" en el Arzobispado, pero culpó a los medios de comunicación que, según el sacerdote, hicieron "un gran relato que no tenía que ver con la realidad". El religioso también minimizó "la visita" de monseñor Arancibia. "Fue una visita fraterna, de las que se hacen frecuentemente. Tuvo un comienzo, un final y un informe. Fue en diciembre. El relato siguió tomado de diferentes lugares, y eso no es real", explicó. Mollaghan sostuvo que los casos en los que se plantearon "problemas se fueron resolviendo" y específicamente sobre los supuestos desmanejos económicos en Cáritas dijo: "Lo que hizo el Arzobispado fue fiscalizar, no administrar".
En diciembre pasado, el Vaticano, a través de la Nunciatura apostólica, confirmó que el Arzobispado de Rosario estaba siendo sometido a lo que se denomina "una visita fraterna". Esta investigación en manos de Arancibia se originó a partir de una serie de "quejas" que llegaron al nuncio por presuntas irregularidades en el manejo de los fondos del Arzobispado y de maltratos a laicos y sacerdotes.
A cinco meses de que el arzobispo emérito de Mendoza realizara esa visita, el Vaticano dio a conocer un comunicado a través de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), en el que se hizo pública la designación de Mollaghan en la Congregación para la Doctrina Fe.
"El nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, informó que el santo padre Francisco nombró a monseñor José Luis Mollaghan, de 68 años, hasta ahora arzobispo de Rosario, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la comisión que está en fase de creación para el examen de las apelaciones de eclesiásticos acusados o condenados por «delicta graviora»", explicó el comunicado de AICA.
Ayer, Mollaghan dijo que le pedirá a Francisco desarrollar su tarea en la Congregación para la Doctrina de la Fe desde la Argentina y "viajar a Roma cuando sea necesario". La nueva comisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe es la que examinará los delitos que la Iglesia Católica considera los más graves, como los que son "contra la Eucaristía, contra la santidad del sacramento de la penitencia y los delitos sexuales".
En el documento difundido a través de la página web de la agencia de noticias de la Iglesia se advierte que "hasta el nombramiento del sucesor en la sede arzobispal de Rosario, monseñor Mollaghan permanecerá como administrador apostólico «sede vacante» con las facultades de obispo diocesano".
"Su solvencia en el campo del Derecho Canónico era conocida y muy apreciada durante los siete años que trabajó en la curia porteña junto con el actual pontífice. La importante y delicada tarea a la que es convocado a ejercer ahora al servicio de la Iglesia universal, en parte ya la está ejerciendo con algunos casos cuyo estudio le fue confiado recientemente", agregó el comunicado.
UN EXPERTO EN DERECHO CANÓNICO
Mons. José Luis Mollaghan era arzobispo de Rosario desde marzo de 2006. Había sido designado en diciembre del año anterior y fue el cuarto titular de esa arquidiócesis.
Tiene 68 años. Nació en la ciudad de Buenos Aires. Es licenciado en Teología y doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Fue ordenado sacerdote en 1971 en Roma y elegido obispo auxiliar de Buenos Aires en 1993, cuando conducía la arquidiócesis porteña el cardenal Antonio Quarracino.
En mayo de 2000 fue trasladado como obispo de San Miguel. En la Conferencia Episcopal es miembro del Consejo de Asuntos Jurídicos y de la Comisión de Migraciones y Turismo.
En Buenos Aires fue asesor arquidiocesano de los jóvenes de la Acción Católica, asesor nacional de la Liga de Madres de Familia y docente en la Universidad Católica Argentina (UCA).
La designación de Mollaghan como arzobispo de Rosario, en 2005, causó polémicas y enojos entre los obispos argentinos, pues su nombre no figuraba en la terna elevada a la Santa Sede.
Entre otras irregularidades la Iglesia evalúa el caso del padre Osvaldo Buffarini, que dejó deudas por casi dos millones de pesos y una radio FM a la deriva, cuyos trabajadores la autogestionan.
Cuando, en diciembre pasado, la nacion preguntó a Mollaghan si conocía el contenido de las denuncias, dijo: "No sé de qué se trata. Ha habido casos difíciles este año con algunos sacerdotes. Hubo casos en los que incluso tuvimos que intervenir jurídicamente. Estas cosas causan revuelo"..
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