Ana Pechen protagonizó su ceremonia de despedida. Fue un acto austero en sus contenidos, con algún alarde gastronómico en homenaje a los periodistas parlamentarios. Ocho años de gestión fructífera, de hechos políticos relevantes, implicaron más que un acto o unas meras palabras.
La vicegobernadora destacó lo que fueron elementos fuertes de su gestión como presidente de la Legislatura. En primer lugar, el 72 por ciento (en los últimos cuatro años) de proyectos aprobados por consenso unánime. Indica una de las características que imprimió Pechen con éxito: la de la negociación política, basada en la convicción de que las creencias propias pueden ser flexibles siempre en algún punto, si el objetivo que se consigue es para bien común.
Pechen deja una Legislatura con alta calificación en gestión administrativa (medida científicamente, como una empresa) y con un sostenido protagonismo político en temas de fondo. Una Ley de Educación, la modificación del Código Procesal Penal, el juicio político a vocales del Tribunal Superior de Justicia que implicó renovar la Corte neuquina, por mencionar algunos de esos temas fuertes.
Deja también un Poder Legislativo atento a las demandas educativas y culturales del pueblo neuquino, con el desarrollo de la Casa de las Leyes, con una editorial de libros, programas sustentables de transmisión de conocimiento, respaldo concreto a instituciones diversas, apertura para recibir ideas y gestionarlas desde el Estado.
Durante estos ocho años, la exigencia ha sido alta. Pechen defendió posiciones del MPN comprometidas y polémicas, como el irrestricto respaldo a medidas del gobierno nacional de Cristina Fernández que muchas veces fueron motivo de ardorosas confrontaciones. La más evidente, el respaldo conseguido por mayoría para el convenio de Neuquén con YPF-Chevron, un caso que provocó el mayor y tal vez único incidente político-social con ribetes de violencia, y que el MPN ha defendido hasta el presente, argumentando que fue la base para el desarrollo de un millar de pozos petroleros no convencionales, que sin ese convenio posiblemente no existirían ahora.
Reiteró, este jueves, la vicegobernadora, que el 11 de diciembre volverá a sus responsabilidades académicas en la Universidad Nacional del Comahue. “Corresponde, pues me ha dado 8 años de licencia”, dijo, con una sonrisa.
Pechen, doctora en Química, investigadora científica, seguirá haciendo política “dentro y fuera” de esa Universidad que seguirá siendo su ámbito laboral. En el MPN. Se verá por qué rumbo interno, en un partido que siempre tiene algo para discutir en su seno, que está caliente y vivo, mucho más en las actuales circunstancias, exigentes, de un país que comienza una nueva y renovada etapa de vida institucional en democracia.
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