Tras ganar cinco provincias, los correligionarios tomaron centralidad en el último tramo de la campaña electoral. Alejan los fantasmas de una posible ruptura en la coalición opositora, pero toman fuerza para las futuras decisiones estratégicas
Por Diamela Rodriguez
La UCR no logró tener un candidato a presidente pero cumplió con otro objetivo en estas elecciones: ganar musculatura. A menos de un mes de las elecciones generales, el partido centenario se consagró en cinco provincias -Jujuy, Corrientes, Mendoza, Santa Fe y Chaco- y, en el último tramo, comenzó a profundizar la campaña en el territorio bonaerense, clave para impulsar la candidatura de Patricia Bullrich. Con sus galardones y la demostración de despliegue a nivel nacional, los radicales empezaron a ser seducidos por el peronismo, con la posibilidad de ser convocados a un eventual Gabinete de Sergio Massa. Un lugar que Mauricio Macri les negó durante su gestión. “Hoy tenemos que hacer valer nuestro peso”, advirtieron desde Evolución en diálogo con Infobae, quienes consideran que tienen que tomar mayor protagonismo en las tomas de decisiones dentro de Juntos por el Cambio.
Todos los radicales en su conjunto se muestran fastidiosos cuando los consultan por la posibilidad de una ruptura en Juntos por el Cambio, en caso de que Patricia Bullrich no llegue al balotaje. “Hace cuatro años venimos aclarando que la coalición no se rompe”, protestan en Corrientes, la provincia gobernada por el radical Gustavo Valdés. El dirigente fue uno de los que participó - junto con Gerardo Morales- del acto en la localidad de Güemes, Salta, donde Massa prácticamente los convocó a construir un gobierno de unidad. “Si el 10 de diciembre me toca empezar a presidir la Argentina, que nadie se asombre de que haya gente de otras fuerzas políticas integrando nuestro gobierno, voy a llamar a un gobierno de unidad nacional”, lanzó el candidato a presidente de Unión por la Patria.
En el entorno del presidente de la UCR descartaron de plano la posibilidad de aliarse con el peronismo. Públicamente Morales se definió como un “soldado de Patricia”. Valdés, por su parte, lanzó fuertes críticas a Massa durante un evento en su provincia: “Fui a un acto institucional para firmar pactos que tienen que ver con provincias y Nación y salieron a decir que nosotros habíamos hecho un acuerdo para ver qué hacíamos y hacia dónde íbamos. Yo voy a acompañar a Patricia Bullrich candidata a presidenta de la Nación”.
Pese a las aclaraciones públicas, la escena generó dudas y desconfianza entre los radicales que apoyaron a Bullrich desde el inicio de la campaña y, en especial, en el cierre de listas. Es que los correligionarios con los que se mostró Massa son -justamente- los que no apoyaron el proyecto halcón desde el comienzo. De hecho, Morales fue el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta y Valdés se mantuvo neutral en todo el proceso de armado electoral de Juntos por el Cambio. Ambos gobernadores tienen resistencias dentro del partido centenario, en especial en la construcción de la renovación a partir de diciembre, cuando se elijan autoridades en el Comité Nacional. Algunos se animan a confesar que no les creen su compromiso con el proyecto de Patricia presidenta.
Otros de los coqueteos que preocupan a los radicales es el de Jorge Macri con Ramiro Marra. “Que Massa nos mande señales es lógico, ganamos cinco provincias, el único que no lo hace es Jorge Macri”, protestan en Evolución. El ex intendente de Vicente López ganó las PASO por una mínima diferencia contra Martín Lousteau y en el radicalismo porteño alimentan un fuerte malestar por no haberlos sumado en la fórmula para la Jefatura de Gobierno.
Durante el debate de candidatos a jefe de Gobierno porteño, del que participaron Macri, Marra, Leandro Santoro (Unión por la Patria) y Vanina Biasi (Frente de Izquierda), los correligionarios observaron acercamientos estratégicos entre el candidato de Juntos por el Cambio y el de La Libertad Avanza. “En la UCR tenemos ideas totalmente opuestas”, reprochan en disconformidad con la postura del primo del ex presidente.
El senador Martín Lousteau acompañó a los candidatos a intendente de Esteban Echeverría, Pablo Domenichini y a senador nacional, Maximiliano Abad, a una recorrida por el distrito de la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. También participó de las actividades el diputado Emiliano Yacobotti
Aunque ningún radical se anima a vaticinar una ruptura de Juntos por el Cambio, hay una idea en la que coinciden desde el 2015: la UCR tiene que hacer valer su peso territorial a la hora de tomar decisiones. En concreto, no quieren repetir el rol que tuvieron durante el Gobierno de Mauricio Macri. A diferencia de aquella época, sumaron dos provincias a su lista - una de ellas la tercera más importante del padrón electoral- y buscan fortalecerse en la madre de todas las batallas.
Si bien la apuesta de la UCR bonaerense está enfocada en la llegada de Maximiliano Abad a la banca del Senado de la Nación, también ponen sus fichas en la Vicegobernación, donde postulan a Miguel Fernández, actual intendente de Trenque Lauquen. A esa campaña se sumaron los referentes de Evolución.
El espacio que lidera Lousteau tiene sus apuestas en las localidades bonaerenses de 25 de Mayo con Ramiro Egüen, en Chascomús con Santiago Dos Santos, en Tres Arroyos con Carlos Ávila, en Gonzales Chaves con Lucía Gómez y Esteban Echeverría con Pablo Domenichini.
De hecho, junto con Abad, los máximos dirigentes de Evolución visitaron esta semana Espacio Educa, ubicado en Monte Grande, donde conversaron con los alumnos y compartieron un encuentro con vecinos de la zona. En los próximos días reforzarán las recorridas en Chascomús y Tres Arroyos.
“La UCR debe fortalecerse en los dos grandes distritos electorales del país que son la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires. Allí, el partido debe trabajar redoblando el esfuerzo para recuperar la gran base electoral que tuvo hace algunos años”, remarcan en Mendoza, donde recientemente Alfredo Cornejo revalidó su liderazgo al ganar cómodamente la elección a gobernador.
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