Una rareza para estos tiempos volátiles: un entrenador se mantuvo algo más de dos años en su cargo en el fútbol argentino. Sin embargo, cuando le quedaba poco menos de cinco meses para finalizar su contrato, anoche Matías Almeyda se despidió de Banfield. Pese a su sólido trabajo en la entidad, el adiós fue innegociable. Pero el último acto ofreció la mejor versión del Taladro, que goleó 4 a 1 a Arsenal.

Después de 27 meses de trabajo y casi un centenar de partidos, Almeyda le dijo adiós a Banfield. El 10 de abril de 2013 asumió como DT. Desde entonces, consiguió el regreso a la Primera y lo dirigió en 98 partidos. El último gran golpe llegó con la caída ante Boca por 3 a 0, la semana pasada, en la Copa Argentina.

Para muchos, ese partido en Formosa fue el detonante para que el DT tomara la decisión de alejarse, principalmente por la desgastada relación con algunos jugadores. También se especulaba con una posible incorporación a un club europeo.

Lo cierto es que ayer, Arsenal se puso en ventaja, en una jugada preparada, tras un córner, y desde una posición incómoda, junto a la línea de fondo, Lértora cabeceó al centro del área chica y al arquero Bologna se le escapó la pelota y la metió.

Sin embargo, Banfield no se dejó amedrentar. Juanito Cazares, que Almeyda lo llevó de River, metió un golazo de tiro libre. Y la dedicatoria fue para el DT. Castillón, en una arremetida, empujó la pelota para convertir el segundo y Gio Simeone, tras una gran jugada, selló el tercero con un cabezazo. En la primera jugada del segundo tiempo, nuevamente Simeone anotó y allí sentenció la victoria del Taladro.

Banderas y cánticos cargados de reconocimiento, y la ovación del final, decoraron la despedida de Almeyda. Se fue por la puerta grande.