Desde la institución manifiestan que la falta de estadísticas dificulta su tarea. Se centran en atender a los pequeños y educar a las familias sobre la importancia de la alimentación equilibrada y la estimulación para que los chicos puedan tener un crecimiento físico e intelectual adecuado.
Los pediatras vienen sosteniendo desde hace años que la nutrición y la estimulación en los primeros meses de vida son decisivas para el desarrollo físico y mental de las personas, en consecuencia, que muchos niños en edades tempranas muestren déficits de desarrollo constituye un daño social irreversible.
El problema está presente en San Rafael, y además, según el doctor Juan Reche, director de ANIM-CONIN, en nuestra ciudad se agrava por la falta de datos certeros. "Lo que no se sabe no se resuelve -señala el médico- tenemos un ingreso grande de casos en nuestra casa, y estamos tratando de lograr estadísticas para poder trabajar mejor".
Los efectos, según Reche, son devastadores: "Llegan familias y chicos y los tenemos que ayudar, preparar el terreno, porque vemos como baja el nivel educativo, los niños terminan primer grado sin alcanzar los objetivos, y el niño queda sin dificultades". Desde la fundación lo han destacado muchas veces, los niños que no tienen una adecuada nutrición en la primera etapa de su vida jamás podrán alcanzar un desarrollo cognitivo normal. El cerebro que no creció en esa etapa no crece más. Abel Albino fue taxativo cuando afirmó "Estamos criando generaciones de chicos idiotas porque comen menos durante su crecimiento".
Reche señala además que el trabajo no pasa solo por el niño, sino toda la familia. "Debemos preparar a las mamás para que sepan alimentar a sus hijos. Hay mucho desorden, gente joven con niños que tienen problemas para alimentarlos. La pobreza es un contexto de afectación. Por eso trabajamos con las familias, recibimos a todo el grupo, actualmente tenemos cerca de 45 pero la demanda está aumentando".
Pero también hay otro dato que señala el médico que es igual de revelador. Además de la comida, el otro gran aliciente para el desarrollo del niño es la estimulación. "Si el niño está estimulado, recibe afecto, entonces hay un 50% del trabajo hecho". Cuando al tema de la incorrecta o insuficiente alimentación se suma la falta de un adecuado contexto emocional, la situación se vuelve mucho más compleja y difícilmente reversible.
La estadística oficial del INDEC señala que en Argentina hay 3,7 millones de niños menores de 5 años, y que el 8% de estos niños no alcanza una talla acorde a su edad. Esto significa que hay aproximadamente 300 mil niños menores de 5 años en estas condiciones.
La primera infancia, entendida en sentido amplio, es decir, la gestación, el embarazo y los dos primeros años de vida, es el período más importante para el desarrollo de capacidades físicas e intelectuales de las personas. El cuidado en esta etapa de la vida es trascendental porque ocurre el crecimiento de millones de células y conexiones cerebrales que motorizan el desarrollo de la inteligencia, la personalidad y las conductas del individuo en su adultez.
Una manera de conocer el retardo en el desarrollo de los niños es mediante el indicador de baja talla para la edad, y esos números señalan que muchos niños en la Argentina sufren retraso en el desarrollo, y otras evidencias sugieren que la gran mayoría de estos casos corresponden a niños pobres. Muchos países han incorporado la atención de la primera infancia como política pública prioritaria. Un caso cercano es Chile. Si la Argentina lograra similar desempeño que Chile habría 225 mil niños menos con déficits de desarrollo.
Comentá la nota