El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Ricardo Buryaile anticipó que una vez que se termine con la licitación, se pondrá en marcha un segundo operativo para sacar producto compulsivamente.
Viene de la dirigencia gremial rural y conoce detalladamente la problemática regional. Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria de la Nación, sostiene que en el mediano y largo plazo se deberán revisar las explotaciones vitivinícolas que no son rentables con el fin reconvertir el viñedo o pasar a otra producción. Aseguró además que no está en los planes inmediatos del gobierno Nacional subsidiar los fletes.
Sobre el anuncio en Mendoza de la compra del sobrestock vínico aseguró que “vamos a beneficiar al sector primario, porque lo primero que se analizó es qué está pasando con los productores que son los que hoy están sufriendo las consecuencias del excedente. La instrucción que hoy tienen en la licitación es comprar a los pequeños y medianos productores, que son los que tenían todavía stocks. Como el mercado de vinos es un mercado de expectativas, entonces nosotros le queremos dar la seguridad de que en este caso, lo que se va a comprar son los vinos que sean realmente excedentes. Aquello que sea de mala calidad va a ser desnaturalizado. Hay que sacar puntualmente lo que está afectando al precio”.
En ese sentido, el funcionario macrista dijo que habrá una segunda medida para desnaturalizar vinos compulsivamente. “Tal como lo dice el acuerdo, de eso está a cargo el Instituto Nacional de Vitivinicultura que es el organismo técnico que firmó este acuerdo con nosotros. Va a ser desnaturalizado todo el vino que esté en mal estado. Y esto lo va hacer el organismo técnico que es el INV, a través de su presidente Carlos Tizio y su vice presidente Marcelo Alós”.
Buryaile añadió que “nos vamos a reunir tanto con el organismo técnico que es el INV y con la Coviar, para elaborar algo que sea consistente, en los problemas estructurales de la vitivinicultura hay varios factores que inciden. Por un lado, está la estructura productiva y por otro está la infraestructura. Entonces dentro de la infraestructura uno tiene caminos, fletes, burocracia y papeleo, nosotros vamos a resolver desde el Estado lo que podamos rápidamente, pero hay problemas que son de mediano y largo plazo y otros que son culturales, eso no lo va resolver un gobierno“.
“Hay que tomar decisiones de fondo sobre la sustentabilidad o no de algunas fincas. Habrá que analizar si necesitan cambio de variedad o cambio de producción. Todos sabemos que hay un porcentaje importante de uvas criollas tanto en San Juan como en Mendoza y cuando hay un excedente importante eso tiene su peso central”, agregó.
“Entonces, a qué tendemos nosotros, a mejorar la calidad, que creemos que es una solución a mediano y largo plazo, no es una solución de corto plazo. Entonces algunas fincas que por su tamaño son de difícil rentabilidad, a esas explotaciones hay que buscarle la vuelta, para que ese productor siga trabajando y tenga rentabilidad. A veces esto se consigue con la variedad o a veces es produciendo otra cosa”, sentenció.
Finalmente, el ministro aseguró que “por ahora” no subsidiarán el flete a la industria vitivinícola. “Estamos haciendo un esfuerzo muy importante para contener a las economías regionales, hemos puesto a disposición del sector vitivinícola aportes no reintegrables para excedentes de stocks, para la cosecha de uva y fruta con carozo más de 1.000 millones de pesos con subsidio de tasa, entonces entendemos que estamos dando una ayuda, quizás no toda la que se necesita pero tratamos de dar respuestas rápidamente y acorde a nuestras posibilidades. Así como está la vitivinicultura hay otras economías regionales que necesitan ayuda”, explicó.
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